Golpe al aparato financiero de Resistencia Galega, con diez arrestos en las cuatro provincias

Diez presuntos colaboradores de la organización terrorista Resistencia Galega fueron detenidos este viernes en el marco de la «operación Jaro». Según fuentes cercanas a la investigación explicaron a ABC, el operativo desplegado en las cuatro provincias gallegas partió de informaciones que salieron a la luz tras analizar las diligencias de varias causas relacionadas con presos de la banda. Las mismas fuentes indicaron que todos los arrestados son «viejos conocidos» que supuestamente colaboran con el aparato financiero de la organización y que están acusados de integración en banda armada.

Núcleo duro de la plataforma «Causa Galiza», algunos de los detenidos desarrollaron un papel activo en la realización de diversos actos de enaltecimiento terrorista, el último de ellos fechado el pasado 11 de octubre coincidiendo con la celebración del Día da Galiza Combatente, que rememora el fallecimiento de dos miembros del desaparecido «Exército Guerrilleiro do Povo Galego Ceive» mientras colocaban un artefacto explosivo en una discoteca de Santiago en 1990.

Durante el atentado murió una tercera persona y se contabilizaron un centenar de heridos.

Los registros desencadenados en Santiago, Lugo, Boiro, Muros, Pontevedra, Orense y Vigo se desarrollaron en las viviendas de los arrestados y en algunos locales usados habitualmente por la organización. Durante estas actuaciones los agentes no hallaron material explosivo ni manuales de intervención táctica (propios de este tipo de registros), pero sí numerosa documentación con contenido ideológico afín a la banda terrorista que ya está siendo analizada por los agentes implicados en las pesquisas, ordenadas por la Audiencia Nacional.

No es el golpe definitivo

A propósito del impacto que esta actuación puede tener en la subsistencia de Resistencia Galega, fuentes próximas indicaron que los arrestados son gente ya marcada y descartaron que esta operación sea el golpe definitivo a una banda muy tocada por los numerosos varapalos judiciales asestados en los últimos años. Entre estos reveses está la detención de seis de sus miembros y el desmantelamiento de varios zulos con explosivos y ollas bomba cargadas con pólvora y preparadas para atentar.

Nueve de los arrestados —uno de ellos permanecía al cierre de esta edición en dependencias de la Comandancia de la Guarda Civil de Lugo— fueron trasladados a Madrid para su paso a disposición judicial. Los registros se prolongaron durante buena parte de la jornada y a estos lugares se aproximaron algunos simpatizantes de la banda terrorista para increpar a los agentes que estaban participando en ellos al tiempo que aplaudían a los detenidos. No se descartan nuevos arrestos en próximas horas.

El último atentado de la banda terrorista se remonta a octubre de 2014 cuando uno de sus integrantes atentó contra el concello lucense de Baralla provocando graves daños tanto en el consistorio como en las viviendas anexas. Esta acción terrorista supuso un salto cualitativo en la historia de la banda, que por primera vez afectó a domicilios particulares.

Más de 300 líneas de comunicación intervenidas

Considerada banda terrorista por el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, RG cuenta con una red que alberga miembros en Galicia y Portugal. Es en este país donde se esconde el líder de la banda (fugado desde el 2005) y también desde donde se mueven los hilos de la organización. Repartidos en varios comandos operativos, en la lucha contra los integrantes de Resistencia y sus afines participan agentes trasladados desde el País Vasco.

En la actualidad, hay más de 300 líneas de comunicación intervenidas a personas próximas al entorno de la banda. El su memoria anual, la Fiscalía de la Audiencia Nacional afirmó que la «intención y la capacidad operativa» de RG para atentar en la Comunidad sigue siendo una realidad preocupante.