Los críticos del PSdeG piden el cese de la portavoz parlamentaria por traición

Ven «intolerable» que registrara la propuesta de senador sin atender al sentir contrario del grupo socialista

Piden un comité nacional que restaure «el principio de legalidad» frente a una gestora sin poder de decisión

Santiago Actualizado: Guardar
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La propuesta de enviar a José Luis Méndez Romeu al Senado planteada por el sector crítico a la dirección interina del PSdeG no era sino una prueba para tomar la temperatura de la voluntad de diálogo y conciliación del sector ganador de las primarias y que hoy controla el partido. Después de la destemplada negativa de la portavoz parlamentaria, Patricia Vilán, y de la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, los críticos ya saben que «intención de reconciliar y reunificar al partido no hay ninguna».

El primer paso dado fue pedir ayer mismo la dimisión de Vilán como portavoz. Los afines a Méndez Romeu creen que su comportamiento «absolutamente intolerable» del jueves —registrando «a traición» la propuesta de Modesto Pose

para el Senado mientras intentaba calmar al sector crítico en una reunión de grupo— la descalifica para el puesto. «Es una actitud gravísima que no tiene precedentes», manifestaba ayer Carmen Gallego en nombre de 13 de los 18 diputados críticos, «y en tanto que [Vilán] no representa a la mayoría del grupo, tiene que dimitir».

La probabilidad de que la gestora atienda esta exigencia del sector crítico es próxima a cero. La previsible venganza de los críticos puede venir en la votación plenaria del próximo martes, cuando se abstengan en la elección de Modesto Pose y sólo salga elegido con los votos de los cinco parlamentarios afines a la dirección del partido en Galicia, un ridículo público que ya se da por descontado en la sede de O Pino.

Restaurar «la legalidad»

El siguiente movimiento del sector crítico sería reclamar en breve plazo la convocatoria extraordinaria de un Comité Nacional Galego, el máximo órgano de gobierno del PSdeG entre congresos, y que no se celebra desde hace cuatro meses. Ya deslizó esta cuestión la ferrolana Beatriz Sestayo esta semana, cuando sugirió que debería ser este órgano quien eligiera al candidato al Senado y no la gestora interina. Según los estatutos, es el comité el que «ratifica las listas electorales», un requisito que los críticos creen esquivado en la designación de Modesto Pose. El exsecretario general Pachi Vázquez denunció el abandono del comité a través de su cuenta de Twitter, criticando que «desde hace cinco meses no existe el PSdeG, sino el Partido Socialista de Ferraz en Galicia». «Vergüenza», apostilló.

El argumento de los críticos es que la gestora no se está limitando a asuntos de mero trámite interno, sino que actúa como una dirección formalmente elegida cuando no es así, de ahí que reclamen que las decisiones de calado se lleven a los órganos votados por la militancia como el comité nacional, «y se restaure así el principio de legalidad», apuntaron a ABC. Respecto a un informe jurídico de Ferraz encargado por la gestora para avalar su toma de decisiones, Carmen Gallego lo desacreditó por venir firmado «por un trabajador y no por el secretario de organización» del PSOE, César Luena.

De cualquier modo, los críticos son conscientes de que la alianza entre Ferraz y la gestora — que auspició la victoria de Leiceaga en las primarias— les dificultará cualquier maniobra para que el partido escape del control de los aparatos. Los únicos reductos de resistencia se encuentran en las direcciones provinciales de Pontevedra y Orense. La primera, avalada por el alcalde de Vigo, Abel Caballero , tiene que hacer frente al desafío del oficialismo de querer colocar en la lista de las autonómicas a Gonzalo Caballero, aliado de Leiceaga en las primarias pero declarado opositor al regidor vigués desde hace años. «La imposición de Gonzalo abre la confrontación de Vigo con la gestora», aseguran a ABC fuentes solventes.

En Orense, un debilitado «pachismo» querrá igualmente preservar su autonomía para las candidaturas, algo a lo que ya han renunciado las direcciones provinciales de Lugo —con una gestora— y La Coruña, alineadas con el oficialismo, que ya enarbola el discurso de la renovación para propiciar la jubilación de relevantes diputados del sector crítico.

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