El agente que disparó al batería de Los Piratas, a juicio por homicidio

El agente de la Guardia Civil que en agosto de 2015 acabó con la vida del que fuera batería de Los Piratas se sentará finalmente en el banquillo acusado de homicidio imprudente en contra del criterio de la Fiscalía, que pidió el archivo de la causa al entender que el procesado actuó en defensa propia. Ya se había adelantado en septiembre que la juez veía indicios de la comisión de este delito por parte del agente para el que las acusaciones particulares solicitan cuatro años de prisión y seis de inhabilitación. Además, en el auto de apertura de juicio oral emitido por el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas (Pontevedra) se le impone una fianza de 30.000 euros al acusado.

En sus respectivos escritos, el Ministerio Público pedía el archivo de la causa dando por válida la versión del guardia civil que expuso que disparó a Javier Fernández en legítima defensa; mientras que el abogado que representa a la viuda y al hijo menor del fallecido mantenía en el suyo que hay indicios de criminalidad por homicidio por imprudencia grave profesional.

Lo ocurrido aquel día en la vivienda del batería sigue sin estar claro ya que las versiones que el agente y la familia sostienen desde el suceso son contradictorias. La mujer del fenecido defiende que en ningún caso estaba siendo agredida por su marido y que, en el momento de la intervención policial, su pareja estaba sufriendo un brote de la enfermedad psiquiátrica para la que estaba siendo medicado. Un relato que la viuda ratificó en su declaración judicial, en la que consta que desde un primer momento informó a los agentes de lo que ocurría. Estos, sin embargo, mantienen que Javier Fernández se comportó de forma muy agresiva y atacó a uno de ellos provocando la inmediata reacción del compañero que lanzó un disparo intimidatorio que le alcanzó el abdomen causándole la muerte.