El alcalde de Valencia, Joan Ribó, saluda desde el balcón junto a las «magas de enero»
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, saluda desde el balcón junto a las «magas de enero» - EFE
POLÍTICA

Ribó abre el Ayuntamiento para celebrar una fiesta de «navidad laica» republicana

El alcalde de Valencia participa en los festejos del «solsticio de invierno», que rememoran una iniciativa de 1937, clausurados con una muixeranga

VALENCIA Actualizado: Guardar
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El alcalde de Valencia, Joan Ribó, llevó ayer la ofensiva laicista que ha caracterizado los primeros compases de su mandato -y especialmente con la llegada de las celebraciones navideñas- a un nuevo nivel. El alcalde no dudó en abrir el balcón del Ayuntamiento en domingo para celebrar un acto originario de la segunda república, de marcado carácter ideológico y anticlerical, al estilo de una «navidad laica».

Al tiempo que ha puesto todo tipo de trabas a las celebraciones tradicionales en estas fechas en Valencia -alejando el belén del Ayuntamiento, desnaturalizando la cabalgata de Reyes, evitando la palabra «Navidad» en su felicitación...-, Ribó se prestó gustoso ayer a partitipar en la «festa de la infantesa» (fiesta de la infancia) organizada por la Sociedad Coral El Micalet, que rememoraba un acto celebrado en la capital del Turia en 1937, en plena guerra civil.

El evento estuvo representado por tres «magas» -versión feminista y republicana de los Reyes Magos-, bautizadas como Libertad, Igualdad y Fraternidad, que fueron recibidas por la máxima autoridad de la ciudad en el balcón del Consistorio.

Imagen de la muixeranga bajo el balcón del Ayuntamiento
Imagen de la muixeranga bajo el balcón del Ayuntamiento - ABC

La guinda la pusieron los miembros de la Sociedad Coral El Micalet, al protagonizar una muixeranga justo bajo el balcón. Aunque originaria de Algemesí -ha sido declarada Patrimonio Inmaterial por la Unesco-, esta celebración que inspiró los conocidos «castells» catalanes está en la actualidad muy identificada con quienes defienden desde el ámbito cultural las tesis catalanistas. De hecho, la celebración de este tipo de actos en Valencia, sin apenas tiene arraigo, ha sido testimonial en los últimos años.

Pese a lo poco concurrido de la celebración, ésta provocó un monumental atasco de tráfico en las principales arterias próximas al Ayuntamiento. No en vano, el corte de la plaza -y de las calles adyacentes, por donde discurrió la cabalgata- cogió por sorpresa a la mayoría de los conductores, dado que no se había anunciado oficialmente. De hecho, no figuraba en la agenda de Ribó, ni los organizadores habían desvelado la participación del Consistorio.

Esto no impidió que el alcalde de Valencia dirigiera unas palabras a los escasos asistentes que participaron de la extravagante celebración. En su discurso desde el balcón, comparó a los niños víctimas de la guerra civil con los que sufren los conflictos en Oriente Medio y que todavía no han podido llegar a Valencia por culpa de la «actitud insolidaria del Estado español». Mencionó también las celebraciones en el marco del «solsticio de invierno», vinculadas a las figuras de la «religión cristiana» de Papá Noel y los Reyes Magos. «La multiculturalidad, la diversidad de religiones y la existencia de multitud de familias sin ninguna creencia dan un significado propio a la cabalgata en Valencia. Esperamos que sea el inicio de una nueva forma de celebrar los comienzos de año», afirmó.

Memoria histórica

La «Festa de la Infantesa» se remonta a enero de 1937, un momento durante el que Valencia era capital de la República. La intención en aquella época era proteger a la población infantil en plena guerra, para lo cual se llevaron a cabo diversos proyectos como las colonias escolares permanentes, distribuidas sobre todo por la Comunidad Valenciana y Cataluña. Con el patrocinio de esta celebración, el gobierno de la República pretendió desterrar el temor al conflicto entre los niños.

La cabalgata de ayer ponía punto y final a una semana de actividades que ha incluido conciertos, lectura de poemas, exposiciones y talleres de reciclaje y papiroflexia. Con esta iniciativa, la Societat Coral El Micalet, una entidad vinculada a la defensa de la lengua y la cultura catalanas, ha querido «recuperar la fiesta del solsticio de invierno alejando el dogmatismo de las religiones» y reivindicar «la memoria histórica y el feminismo».

Críticas de la oposición

La concejal del PP Beatriz Simón cargó ayer con dureza contra el alcalde, y en un comunicado acusó a Ribó de «escenificar un nuevo episodio de su cruzada personal contra las creencias y tradiciones de los valencianos». A juicio de la también secretaria general del PP de Valencia, Beatriz Simón, el «espectáculo burlesco y provocador» es «una ofensa a nuestras tradiciones, porque lo que el señor Ribó ha querido escenificar no es otra cosa que su repudia personal hacia la Navidad y los Reyes Magos». Así, la popular acusó al alcalde de «estar anclado en 1937», y lamentó las molestias que causó el acto a vecinos, comerciantes y compradores. «No tienen otra ocurrencia que, en uno de los días de mayor actividad comercial de la ciudad, montar una burda parodia para cortar la circulación en todo centro, lo que ha provocado atascos y el enfado de muchísima gente», aseguró. Por ello, exigió a Ribó que pida disculpas.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, afirmó que «a quien le extrañe la fiesta que se ha celebrado en el Ayuntamiento es que no conoce al partido que lidera el gobierno municipal».

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