Conozca las nuevas especies e instalaciones del Oceanográfico de Valencia

Tras un mes de trabajos intensos y varios millones de inversión en nuevas instalaciones, el Oceanográfico de Valencia ha reabierto sus puertas con la ambición de convertirse en un referente mundial del ocio divulgativo. La intervención integral llevada a cabo por la actual empresa gestora, Avanqua, ha implicado la construcción de nuevos espacios y hábitats, la introducción de innovaciones divulgativas, la renovación de los sistemas de iluminación y filtrado de agua y la modernización de la señalética. En total, Avanqua tiene previsto invertir 9 millones de euros durante su primer año de gestión, y hasta 25 millones a lo largo de los 15 años de la concesión otorgada por la Generalitat. Esta decidida apuesta por el futuro del Oceanográfico tiene entre sus objetivos el de incrementar la afluencia al parque de los 1,13 millones de visitantes de 2015 a 1,25.

En otras palabras, aspiran a atraer a 120.000 personas más cada año.

Además, la ampliación ha traído consigo la llegada de nuevas especies, como los cocodrilos, ubicados entre la zona de los árticos y los océanos. A estos reptiles de hábitat sudafricano se les ha construido un espacio de más de 400 metros cuadrados de superficie de agua, con una isla central y una zona de playa.

También se ampliará la biodiversidad del parque con los pingüinos Rey, que son una especie más grande que los Juanito y los Humboldt que ya residen allí. A estos últimos se les ha mejorado el hábitat con nuevos nidos y zonas de sombra para preservarles del calor en verano. En cuanto a los pingüinos Rey, se les habilitará un espacio específico en la zona del Antártico, puesto que necesitan más frío y más hielo.

Sin duda, una de las incorporaciones que más expectativas levanta es la de los tiburones martillo, conocidos por la curiosa forma de maza de su cabeza, que les permite tener una visión de 360 grados. Esta especie, que habita en las zonas costeras de los océanos templados y cálidos, cuenta con unos órganos sensoriales denominados ampollas de Lorenzini que permiten detectar los campos eléctricos creados por las presas.

Se suman a la familia también las tortugas Aldabra, la más grande del mundo después de las de las Galápagos. Esta especie de tortuga terrestre, que puede alcanzar los 250 kilos de peso, es endémica de las islas Aldabra y las Seychelles en el Océano Índico, aunque también se han introducido en las Mauricio y Reunión.

En cuanto a las instalaciones, las principales mejoras introducidas en el Oceanográfico son:

El lago vivo: Se ha naturalizado el lago preexistente en el Oceanográfico y se le ha añadido más vegetación con plantas palustres (las que nacen en zonas sumergidas) para mejorar la superficie para aves.

La Aurora Boreal: Para admirar este fenómeno natural, sobre la cúpula de la zona del Ártico, de 1.600 metros cuadrados, se proyecta la salida y la puesta de sol.

Nuevo delfinario: Se ha instalado una enorme pantalla de leds de 60 metros cuadrados junto a las piscinas como complemento para la nueva exhibición, centrada en valores educativos.

Leones marinos de la Patagonia: Se ha ampliado esta zona para mejorar su visibilidad y poder apreciar el comportamiento de las hembras con las crías. El Oceanográfico tiene un programa de investigación con esta especie de leones marinos, que crían con facilidad.

Nuevo mariposario: Una instalación independiente, de unos 150 metros cuadrados, donde se podrá observar el ciclo vital de estos insectos (oruga, pupa y mariposa).

Por otra parte, para potenciar la labor investigadora del Oceanográfico se va a crear una Fundación con cinco líneas de investigación abiertas (Fisiología de mamíferos marinos; Salud de mamíferos marinos; Conservación y reproducción de especies en peligro de extinción; Bienestar animal y Relación entre mamíferos marinos y personas).