Pablo Abad

Carta de un alumno de un colegio concertado al conseller Marzà

«Si es tan liberal, respete al prójimo, deje que cada familia, cada alumno, pueda tener la libertad de elegir el centro que desee»

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Estimado Sr. Marzà,

Soy alumno de 2º de Bachillerato del colegio El Armelar de Paterna. Llevo desde los 3 años en este maravilloso centro; este es mi último año ya que el año que viene estudiaré en la Universidad. Mis padres decidieron en su día que estudiara en este centro porque les parecía muy buena la enseñanza y los valores que se transmiten en este colegio.

Ha sido una etapa de mi vida donde me he formado como persona, he tenido todo tipo de experiencias, unas mejores y otras no tan buenas, pero les doy las gracias a mis padres y profesores porque siempre nos han ayudado y por ello me siento orgulloso de haber estado en este colegio. Aquí me han enseñado a respetar a los demás, y veo que a usted, señor Marzà, esto no se lo enseñaron en el colegio.

¿Por qué no se puede tener la libertad de elección del centro de enseñanza al que se quiera ir? ¿Sólo es buena la educación que usted quiere? Si es tan liberal, respete al prójimo, deje que cada familia, cada alumno, pueda tener la libertad de ELEGIR el centro que desee. Estamos en una democracia, sea usted demócrata y no un dictador.

¿Por qué un alumno que ha estado 13 años en el mismo centro educativo tiene ahora que dejarlo, solo por su capricho? No lo entiendo, los estudiantes no tenemos por qué pagar los enfrentamientos entre políticos.

Hacer cambiar a un alumno de centro a los 16 años me parece una injusticia, tienen sus amigos de toda la vida, están acostumbrados a un sistema educativo que les gusta. ¿Por qué les obliga a cambiar? ¿Ha pensado en algún momento en ellos? Sinceramente, creo que no.

Póngase ahora en el lugar de las familias que van a separar a los hermanos del mismo centro en el que estudian, ¿cómo se van a organizar los padres para llevar a sus hijos a distintos centros? ¿Sabe lo que es la conciliación de la vida familiar, de los estudios y del trabajo? ¿Les van a pagar los desplazamientos a los institutos? ¿Quién les va a llevar? Por ejemplo, de mi colegio al instituto más cercano hay 50 minutos andando. ¿Sabe usted lo que les cambiaría la vida a las familias que tengan que sacar a sus hijos de este colegio? Me gustaría que me contestase a todas y cada una de las preguntas que le hago porque, de verdad, no entiendo nada.

Sí, a los centros concertados, es nuestra elección y nos ampara la Constitución, Sección 1. ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas, Artículo 27: “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.”

Dígame, Sr. Marzà, ¿dónde está usted respetando el derecho a la libertad de educación? El derecho a la libertad implica hacer lo que uno quiera dentro del marco de la ley. Es uno de los derechos civiles más importantes, pues sin su reconocimiento muchos de los demás no podrían ejercerse, por ejemplo, los derechos de estudiar, de enseñar, de transitar, de tener una religión, etcétera. Serían ilusorios si la persona no pudiera ejercerlos sin presión o coacción externa.

Por lo tanto, la elección de centro y tipo de educación no debería de ser una decisión política, tiene que ser una decisión de las familias.

Por favor, le pido que recapacite esta decisión y nos deje elegir dónde queremos estudiar. Considero que no es mucho pedir.

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