Mas: «En España se persiguen las ideas políticas»

El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha clamado este mediodía contra la sentencia que le inhabilita durante dos años para el ejercicio de cargo público por organizar la consulta del 9-N, al considerar que «en España se persigue a la gente por sus ideas políticas».

En una comparecencia de urgencia tras conocer el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), acompañado por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la plana mayor del PDECat, Mas ha insistido en su habitual descalificación de la Justicia y la democracia españolas, que considera «amputada»: «Se nos persigue por nuestras ideas soberanistas, que no solo no gustan sino que se combaten por tierra mar y aire».

Por otra parte, Mas ha señalado, junto a las dos otras dos condenadas Joana Ortega e Irene Rigau, que presentarán recurso ante el Tribunal Supremo, si bien como ha reconocido no tiene «ninguna esperanza».

«Recurriremos la sentencia. Y llegaremos hasta las últimas instancias de la justicia europea si es necesario, que lo será. Esto no acaba aquí, sino en Estrasburgo, en el corazón de Europa», ha añadido el expresidente.

Además, en otra idea que el soberanismo ha deslizado recientemente, Mas ha apuntado que la sentencia puede quedar en suspenso si finalmente el «pueblo catalán se sale con la suya» y culmina el proceso secesionista: «Entonces atenderíamos a otra soberanía». Al respecto, ha añadido al ser preguntado por si será candidato del PDECat en unas elecciones, que bajo la legislación actual no lo puede ser, dejando abierto el campo, ha dado a entender, as serlo en cvaso de que se hubiese consumado la secesión.

En paralelo, el expresidente de la Generalitat ha pedido «firmeza y determinación» al movimiento secesionista: «Pedimos a todo esa gente que ha estado empujando que sigan en esa línea, que no tengan miedo». Apelando a la misma épica con la que hace ahora un mes comenzó la vista oral por el 9-N, Mas ha insistido: «Con la cara bien alta. Nos querían arrodillados y condenados, y nos encuentran un poco condenados, sí, pero en ningún caso arrdillados». «Lo volveríamos a hacer», ha concluido sin antes lamentar que mientras en España «se nos condena por poner urnas», en Escocia se anuncia un segundo referéndum: «Es la diferencia entre una democracia de calidad y una de segunda orden como la española».