Las visitas de Sánchez

Las visitas de Pedro Sánchez a la comunidad han marcado la agenda de estos días, sino contraprogramando sí eclipsando el primer Comité autonómico del PP, presidido por Mañueco. La gira del secretario general del PSOE tiene una lectura más interna que para la población de Castilla y León. Nada relevante para la región en la Permanente de la Ejecutiva Federal en Valladolid, pero tres ideas para los militantes. La primera refrendar a Tudanca en el débil liderazgo. Sánchez lo ha reforzado frente a los susanistas, cinco de nueve secretarios provinciales, aunque su presencia no haya intimidado a los leoneses que han optado por Cendón, susanista, una vez que el Secretario General abandonó la región. Coser el partido es prioritario y Sánchez ha dado las primeras puntadas, porque a él ni los más susanistas le discuten ahora el liderazgo.

La segunda tener en la comunidad un bastión españolista que le permita el fonambulismo plurinacional. Si en Cataluña se muestra abierto a pactos, necesita el contrapeso de una Comunidad que respira unidad. Aquí Puente más que Tudanca tendrá que aplicarse. La tercera, sondear las posibilidades de optar a la presidencia en las autonómicas de 2019 desde el conocimiento que no será el partido más votado. Para gobernar necesita: debilitar al PP con un discurso en positivo, moderado, de regeneración y cambio, basado en realidades (aquí Tudanca necesita un cursillo acelerado de simpatía y saber hacer, y un equipo sólido que trabaje por él); socavar a Podemos para recuperar parte del electorado, de ahí el españolismo y la ayuda de Puente que sabe cómo; y atraer a un C’s ninguneado para un pacto a la andaluza, cuestión posible si establecen nuevos puentes, porque el PP piensa en clave de mayoría absoluta.