Los municipios afectados por el desbordamiento del Arlanza piden ser «zona de emergencia»

Los municipios afectados por el desbordamiento del río Arlanza en la provincia burgalesa, ocurrido a mediados del pasado febrero, reclaman ser declarados «zona de emergencia», según ha explicado a Efe la diputada provincial Inmaculada Sierra.

Sierra ha asegurado que los daños derivados de las inundaciones han ocasionado «pérdidas millonarias» en tierras de cultivo, infraestructuras, instalaciones municipales, servicios públicos, caminos y puentes a lo largo de todo el cauce del Arlanza.

Por ese motivo, los alcaldes de las localidades ribereñas, que se reunieron este pasado lunes, plantean que se declare la zona como «zona de emergencia» y, al mismo tiempo, que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) asuma sus «responsabilidades» en el desbordamiento del río.

La diputada provincial ha explicado que todos los regidores coinciden en la importancia de que sea el organismo de cuenca el que se haga cargo de los costes de reparación y arreglo de los desperfectos ocasionados por la riada, así como de las indemnizaciones a los afectados.

Y es que consideran a la CHD la responsable de lo ocurrido, ante la falta de una limpieza adecuada y periódica del cauce, lo que permitiría asumir las crecidas sin desbordamientos, ha recordado la alcaldesa de Lerma, Celia Izquierdo.

También le reprochan la falta de información oficial durante el último episodio de inundaciones, dado que fueron los propios alcaldes los que estuvieron en contacto, informándose unos a otros de cómo evolucionaba la crecida, ha asegurado Izquierdo.

Precisamente, la falta de previsión podría complicar la declaración de la zona como «zona de emergencia», ha explicado el regidor de Covarrubias, Óscar Izcara, puesto que no se declaró previamente una alerta ante riesgo de inundaciones.

En la reunión de ayer, los alcaldes decidieron también solicitar una reunión con la Confederación Hidrográfica del Duero, y con el Ministerio de Medio Ambiente, en la que plantear todos estos asuntos, así como las reivindicaciones particulares de cada uno de los municipios.

De entrada, los primeros ediles demandan una limpieza adecuada del cauce, el arreglo de varias motas y de los puentes de Peral de Arlanza y Quintanar de la Sierra, así como que no se paralicen las obras de la presa de Castrovido, cuyo objetivo último es regular el cauce del Arlanza.