Más curiosos que pasajeros en el estreno del AVE a Zamora

Con más gente en el andén que viajeros en el tren, el primer convoy de pasajeros que circula por la nueva línea del AVE partió ayer a las 8.51 horas de la estación de Zamora para completar viaje en una hora y media exacta y llegar a la estación madrileña de Chamartín dos minutos antes del horario previsto. El servicio inaugural de la nueva línea del AVE Olmedo-Zamora arrancó con más expectación mediática que viajeros. Los billetes para el nuevo trayecto sólo llevaban a la venta un día y medio, sin anuncio previo, y eso hizo que únicamente treinta pasajeros se subieran al tren inaugural. No fue un comienzo pomposo para una infraestructura de la que en Zamora se hablaba desde hace dos décadas y de la que se decidió su construcción hace ahora quince años.

Claro que peor hubiera sido que el debut se hubiese programado para la jornada de hoy cuando el tren lanzadera entre Zamora y Madrid queda suspendido, tanto en el única servicio de ida y de vuelta que hay cada día, por la huelga convocada en Renfe.

El nuevo tren que circula por las vías de Alta Velocidad no es un AVE como tal sino un tren Alvia que en vez de superar los 300 únicamente alcanza los 200 kilómetros hora en el nuevo tramo Olmedo-Zamora.

Entre los treinta pasajeros del estreno de las vías del AVE, la mayoría eran zamoranos que iban a realizar gestiones a Madrid, como el matrimonio formado por Vicente Bécares y Anuncia Palacios, que estaban «muy ilusionados» por hacer un viaje «histórico». También el dueño de una gestoría, Miguel Pertejo, que por motivos laborales viaja al menos dos veces al mes a Madrid, se mostró agradecido de que en una jornada como la de ayer, en la que Zamora amaneció con niebla, pudiera dejar el coche en el garaje y viajar más cómodo y rápido en un tren. A los mandos del Alvia inaugural estuvo el maquinista zamorano Víctor Fresno, al que le hizo «una ilusión enorme» estrenar las nuevas vías y al que desde el andén dijeron adiós su padre, también maquinista de Renfe, su mujer y sus dos hijos.

Quien se mostró como pez en el agua en el primer trayecto, aunque faltaran los políticos de otras inauguraciones, fue la trabajadora del servicio de a bordo Olga Fernández, que es casi una experta en este tipo de estrenos. También inauguró en 1992 el primer AVE que circuló en España y hace tan sólo unos meses hizo lo propio con el que llega a Palencia y León desde Madrid. Fernández no desaprovechó las preguntas de los periodistas para comentar las posibilidades del nuevo tren, especialmente para que los turistas de Madrid descubran la ciudad del Duero, que ella visitó ayer por primera vez y quedó «encantada».