Odontólogos de León: Cirugía bucal de calidad y solidaria

El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de León ha sabido aunar la formación de calidad con la asistencia a las personas sin recursos. El Máster en Cirugía Bucal, Implantología y Periodoncia acaba de cerrar su quinta edición cosechando un «gran éxito» entre los profesionales del sector, que cada año demandan en mayor número participar en una propuesta formativa que tiene una doble finalidad: académica y social, ya que permite que personas en riesgo de exclusión y sin recursos económicos puedan someterse a tratamientos bucales de forma totalmente gratuita.

El presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de León, José Sevilla, calcula que en los últimos años habrán podido atender a unas 700 personas que les han sido derivadas desde los servicios sociales del Ayuntamiento de León, Sacyl, Cáritas o Cruz Roja.

Origen

El curso de posgrado arrancó en el año 2010, pero según Sevilla, antes habían puesto en marcha una experiencia previa, con tres años de rodaje, impartiendo un curso de experto que tenía una duración de un año frente a los dos del máster.

Este seminario sirvió para «sentar las bases» y darse cuenta de que lo que ofrecían «se quedaba corto», por lo que ampliaron la formación con el doble de créditos y completaron esos estudios bajo el formato de un máster «buscando la excelencia como objetivo final», añade.

Desde entonces, unos 400 profesionales de todo el país han ampliado sus conocimientos en León y la demanda de plazas ha ido creciendo tanto que en 2016 pasarán de las 21 que se ofertaban hasta ahora a recibir a 15 alumnos más. «Ganamos en prestigio año a año, estamos acertando y consiguiendo transmitir lo que los nuevos profesionales necesitan», subraya el presidente del Colegio. Para Sevilla, otro de los puntos fuertes de este curso de formación es su vertiente solidaria. Los alumnos se forman en tres áreas -cirugía bucal, periodoncia e implantología- que les permiten ofrecer un tratamiento integral al paciente y que requieren que el profesional tenga una base teórica, pero que también desarrolle «una pericia» que sólo da «la experiencia y la práctica clínica».

Estética y trabajo

Por este motivo, más del 60 por ciento de las horas lectivas son prácticas. Desde el inicio consideraron que dotar al máster de una finalidad social era algo «básico y prioritario» y, por ello, acordaron que el trabajo práctico que se llevara a cabo iría en beneficio de aquellas personas que no podrían costearse los tratamientos de otra forma. Inicialmente trabajaron con ancianos de asilos y residencias y con personas que les derivaban desde Cruz Roja y Cáritas.

Desde Cruz Roja los pacientes que les enviaban eran en su mayoría, según comenta, drogodependientes en su última fase de inserción que presentaban condiciones bucales «en muchos casos desastrosas» y a los que había que «devolver la estética, la función y la autoestima para que su aspecto no les impidiera encontrar un trabajo». Por su parte, a través de Cáritas trabajaban principalmente con inmigrantes.

Población sin recursos

No obstante, «cuando la crisis se desata», Sevilla apunta que consideraron ampliar su campo de acción. Trabajadores del Sacyl y de los propios servicios sociales del Ayuntamiento les hicieron ver que había más grupos de población, entre ellos familias de León, que también tenían esa necesidad, que no tenían recursos suficientes y que precisaban tratamientos. Ellos son ahora «el grueso de las personas que atendemos», dice. Estos pacientes no pagan ni un solo euro de las intervenciones que, en algún caso, se prolongan durante años y que se pueden llevar a cabo gracias a dos fuentes de financiación: las matrículas de los alumnos y las aportaciones de las casas comerciales que colaboran con ellos desde el principio. Una ayuda que ha permitido llevar a cabo trabajos que tendrían un coste de más de 300.000 euros, según las estimaciones de un estudio que realizaron hace un par de años.