Eva Hernando Monge, en una imagen de archivo
Eva Hernando Monge, en una imagen de archivo - F. HERAS
Salud&Sociedad

«La ciencia en España necesita de más fondos filantrópicos»

La vallisoletana Eva Hernando Monge, que actualmente trabaja en el departamento de Patología y Ciencia Básica del Perlmutter Cancer Center de Nueva York, avanza en ABC el proyecto en el que está trabajando, así como las principales amenanzas que hoy vive la investigación

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-¿Qué lleva a una vallisoletana a trabajar en la Universidad de Nueva York?

-Una larga trayectoria guiada por el afán de superación, la autoexigencia, la necesidad de enfrentarme y superar nuevos retos. He tenido el privilegio de trabajar en ambientes profesionales enriquecedores y competitivos que me han obligado a dar constantemente lo mejor de mí misma.

-¿Fue muy grande el cambio del sistema universitario español al norteamericano?

-Llevo fuera muchos años y mi perspectiva es diferente porque allí era estudiante y aquí soy profesora, pero sí observo aún problemas endémicos que no han mejorado. Debido a la masificación y los escasos recursos los estudiantes de Universidades públicas tienen limitadas sus oportunidades de acceso a la investigación real. Aunque la formación teórica es buena, el entrenamiento práctico es subóptimo.

Durante el doctorado la formación es desigual, y aunque la mayoría de los doctores españoles que llegan a EE.UU. o Europa están bien preparados tenemos importantes carencias, especialmente en relación al desarrollo del pensamiento crítico y la defensa oral y pública de ideas, lo que puede suponer un handicap para nuestro avance profesional en el competitivo sistema americano. La u=niversidad española requiere una gran inversión y modernización. Es desalentador que año tras año ninguno de sus centros aparezca entre los 100 mejores del mundo. La educación, como la investigación, debería ser una prioridad de todos los gobiernos.

-En cuanto a la investigación, ¿por qué estamos perdiendo en nuestro país a los grandes cerebros?

-Nuestro país y gobiernos (de cualquier signo) nunca han tenido un compromiso claro con la I+D. Tampoco entre la ciudadanía existe la conciencia de que la investigación científica es una inversión en el futuro del país. Sin un plan de inversión serio a largo plazo es imposible garantizar proyectos serios y duraderos que produzcan un impacto real. El apoyo a la investigación continúa siendo ridículo y muy inferior al de otros países con renta per capita similar. Grupos de investigación muy establecidos están teniendo grandes dificultades para continuar su trabajo. Con un panorama como ese es difícil atraer o retener a científicos. El otro gran problema al que se enfrenta la ciencia en España es la casi absoluta dependencia de financiación gubernamental. En EE.UU. una gran parte procede de fondos filantrópicos (fundaciones). Las grandes fortunas donan grandes cantidades de dinero a la ciencia y obtienen importantes beneficios fiscales al hacerlo. Un modelo similar en España ayudaría a potenciar las donaciones. El antiguo sistema del bienestar nos ha acostumbrado a un modelo en el que el ciudadano se limita a pagar impuestos y espera que el estado provea educación, sanidad, etc. Las donaciones a fundaciones de investigación científica son un reflejo del sentimiento social de los ciudadanos que creen que deben involucrarse.

«Estamos interesados en conocer por qué el melanoma es uno de los cánceres más agresivos. Esperamos que el grado de conocimiento que estamos alcanzando pueda ayudarnos a diseñar nuevas terapias»

-¿Qué le está ofreciendo el Cáncer Center de la Universidad de NY que no le hayan ofrecido en España?

-Hace aproximadamente 10 años tuve la oportunidad de regresar a España en condiciones aceptables. En aquellos momentos la ciencia estaba en un momento de expansión; se crearon nuevos centros y surgieron oportunidades interesantes. La mayoría de mis compañeros españoles aprovecharon ese momento y regresaron. Algunos de ellos tienen carreras muy exitosas y han conseguido «sobrevivir» a los recortes. Yo preferí quedarme porque vi una trayectoria más clara para mi carrera a largo plazo. En Estados Unidos el compromiso social con la ciencia, y particularmente la lucha contra el cáncer (que es mi campo de investigación) provee cierta estabilidad. Eso no significa que no tengamos que esforzarnos mucho para conseguir financiación. También se me ha ofrecido acceder a puestos de dirección desde los que puedo aportar mi visión e influir en la estrategia de expansión de mi Departamento y del Centro del Cáncer. Desde esta posición estoy ganando una experiencia muy valiosa en administración y gestión de recursos humanos.

Terapias compartidas

-¿En qué está trabajando actualmente?

-En mi laboratorio estudiamos uno de los cánceres más agresivos: el melanoma. Particularmente estamos interesados en entender por qué este tumor es tan invasivo. Esperamos que el grado de conocimiento que estamos alcanzando pueda llevarnos a diseñar nuevas terapias, extensivas a otros cánceres similarmente agresivos.

-¿Es correcta la dirección en las investigaciones que tratan de curar o se deberían centrar más en evitar el desarrollo del cáncer?

-El cáncer no es una única enfermedad sino muchas, cada una de las cuales obedece a alteraciones moleculares y celulares distintas. En los últimos años se han conseguido grandes avances tanto en tratamiento como en prevencion del cancer. El éxito de algunas formas de terapia dirigida (o ‘targeted therapy’) y de la llamada ‘immunoterapia’ esta produciendo un cambio diametral en el pronóstico de algunos tipos tumorales (melanoma es un ejemplo de ello). Sin embargo, hay algunos tipos de cáncer (como el de páncreas) en el que los avances han sido muy limitados. Aunque aún nos queda mucho trabajo por hacer, los avances están siendo muy importantes y dan lugar a un moderado optimismo. Cabe esperar que en los próximos años todo el conocimiento reunido entorno a las bases moleculares de los distintos tipos tumorales nos lleve a diseñar tratamientos más personalizados y con menos efectos laterales. En cuanto a la prevención, también se han producido grandes avances. En EEUU las medidas públicas y campañas sociales contra el tabaco estan consiguiendo una reducción (por vez primera) del número de pacientes de cáncer de pulmón y otros tumores.

-¿Qué cualidades ha tenido que demostrar para, siendo una «inmigrante», poder llegar a dirigir un centro de estas características?

-La base del éxito económico de EEUU es la emigración. Este país se ha ‘aprovechado’ positivamente del talento y del esfuerzo de muchos emigrantes que han venido aquí en busca de mejores oportunidades y han trabajado duro. En el campo de la investigación los emigrantes somos un grupo muy numeroso, yo no soy una excepción. Hasta ahora se nos ha medido por nuestra valía profesional y nuestro trabajo, sin importar nuestra nacionalidad. Esperamos que eso no cambie con el nuevo gobierno.

Trump en la Casa Blanca

-¿El cambio en la Presidencia de Estados Unidos puede repercutirle de alguna manera?

-Indudablemente, existe mucha incertidumbre con respecto a este nuevo gobierno y el impacto que pueda tener sobre los derechos civiles, la convivencia social, la emigración o incluso el apoyo a la investigación. Las estructuras democráticas de este país son fuertes y una parte importante de la sociedad está muy alerta y dispuesta a reaccionar si ciertos valores fundamentales se ven amenazados. No hay que olvidar que pese al resultado, el voto popular en las pasadas elecciones fue mayoritariamente demócrata. Es decir, que la mayor parte de la sociedad americana no apoya las ideas de Trump y está dispuesta a defender sus valores si fuera necesario.

-Cambiando de tercio, hábleme de la OEA y del proyecto «Mujeres líderes de América». ¿Qué conseguir con su candidatura?

-Como mujer, madre y profesional que ha tenido a su alcance las mejores oportunidades para su formación (algo que debo al compromiso de mis padres con la educación de sus hijas), considero una obligación moral devolver a la sociedad y particularmente a los menos favorecidos. En particular, considero que la desigualdad entre hombres y mujeres en cuanto a oportunidades laborales continúa abriendo una gran brecha social y económica que se perpetúa. Considero mi deber transmitir a otros mi experiencia, y particularmente alentar a niñas y jóvenes a que persigan sus objetivos sin dejarse condicionar por estereotipos, que no pongan límites a sus aspiraciones (ni dejen que otros lo hagan) y que se esfuercen por llegar al máximo de su potencial. Como mentora de estudiantes de doctorado y de medicina me siento en la obligación de trasladar mis valores personales (el valor del esfuerzo, del rigor, de la disciplina y del trabajo bien hecho) a todos los aspectos de nuestro trabajo. Cada uno de nosotros tiene un compromiso con la sociedad de hacer nuestro mundo mejor cada dia en la medida en que está a nuestro alcance.

«En Estados Unidos las medidas públicas contra el tabaco han conseguido una reducción de pacientes de cáncer de pulmón»

-¿Cuáles son los principales retos que deben afrontar las mujeres de los estados americanos?

-Pese a los grandes avances realizados en las últimas décadas, siguen existiendo estereotipos y barreras sociales que frenan el desarrollo profesional de las mujeres y su acceso a puestos de dirección. Muchas de esas barreras empiezan en la infancia, limitando por ejemplo el número de niñas que eligen carreras científicas, ingenierías y Matemáticas, debido a su «encasillamiento» en ciertos roles. También en otros aspectos como la negociación de condiciones laborales, la conciliación de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, la mujer está aún en una situación de desventaja que limita su acceso a posiciones de liderazgo. A través de la educación y el ejemplo debemos mostrar a las niñas y jóvenes que es posible conciliar una vida personal satisfactoria con un desarrollo profesional pleno, y que deben exigir condiciones que les permitan alcanzar su máximo potencial.

-Algunos de estos estados ya pueden presumir de haber tenido o tener una mujer al frente de su Presidencia. ¿por qué no sucede esto en España o en la mayoría de los países europeos?

-Pese a los grandes avances realizados en las últimas décadas, siguen existiendo estereotipos y barreras sociales que frenan el desarrollo profesional de las mujeres, y su acceso a puestos de dirección. Muchas de esas barreras empiezan en la infancia, limitando por ejemplo el número de niñas que eligen carreras científicas, ingenierías y matemáticas debido a su ‘encasillamiento’ en ciertos roles. También en otros aspectos como la negociación de condiciones laborales, la conciliación de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, la mujer está aun en una situación de desventaja que limita su acceso a posiciones de liderazgo. A través de la educación y el ejemplo debemos mostrar a las niñas y jóvenes que es posible conciliar una vida personal satisfactoria con un desarrollo profesional pleno, y que deben exigir condiciones que les permitan alcanzar su máximo potencial.

-¿Dónde se ve dentro de unos años?

-Estoy muy satisfecha con mi trabajo pero me gustaría contribuir al desarrollo de la investigación científica en mi país si se presentasen oportunidades para ello.

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