Aparicio: «Cecale se ha consolidado y ya no va a defraudar a nadie»

Los fantasmas del pasado reciente de Cecale parecen finalmente superados. La reelección este pasado jueves por aclamación -y sin opositores- de Santiago Aparicio como presidente después de que hace cinco años cogiera el timón de la patronal -ante la dimisión obligada de Jesús Terciado- parece un signo de una «normalización» impensable hace nada. El propio empresario soriano ni pudo ni quiso olvidarse de lo que la organización empresarial fue y de lo que representa ahora al asegurar que Cecale «se ha consolidado y no va a defraudar a nadie». Sin fustigarse tampoco en demasía con lo que pasó cuando estuvo a punto de echar el cierre, se centró en su intervención ante los miembros de la asamblea en la «fortaleza» que existe en la actualidad tras «un esfuerzo grande y un cambio que se merecía el empresariado de Castilla y León» después de «curar las heridas y cerrar una brecha».

Ante una nutrida representación empresarial y política, con la presencia, entre otros, del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; los consejeros de Economía y Empleo, Pilar del Olmo y Carlos Fernández Carriedo, pero también la del presidente del PP, Alfonso Fernández Mañueco -y sin presencia de miembros de otros partidos-, Aparicio consideró que Cecale «ya es una organización referente». Destacó al respecto «que nos lo hacen saber hasta los sindicatos» -también con importante presencia en la sala-, con los que estuvo especialmente cariñoso al recordar que en los peores momentos de la patronal «las relaciones estaban rotas» y que el «acercamiento» fue complicado: «Tuvieron paciencia y entendieron nuestra situación y desde entonces ha habido confianza y no traiciones, honestidad y compenetración».

En cuanto a los objetivos de esta nueva etapa, citó lógicamente la «defensa de las empresas y los empresarios», así como del «interés general de la región» y el deseo de reforzarse como un «lobby creador de opinión» y «poner en valor» a la clase empresarial. Tras repasar los numerosos planes protagonizados por la organización en este últimos periodo -«hemos hechos muchas cosas», dijo-, enumeró algunas de las medidas «concretas» que él personalmente quiere poner en marcha y para las que pidió el apoyo de la Junta Directiva. Entre ellas, la creación de varios departamentos, incluido uno de comunicación que consistiría en el nombramiento de un «portavoz de Cecale» de entre los propios empresarios, además de otro sectorial que «se reúna una vez al mes», y también de proyectos y de estudios y económicos. Especial hincapié hizo en la necesidad de aprobar un código ético como el que ya dispone la CEOE y con el que «se ganaría absolutamente en transparencia». También como novedad expuso la necesidad de contar con un interlocutor con las Cortes y los grupos políticos «para transmitir lo que queremos».

Aparicio tuvo tiempo de trasladar al presidente -al que con anterioridad había halagado en varias ocasiones- preocupaciones concretas de los empresarios que el presidente de la Junta aceptó con algún matiz, especialmente en lo referente a una mayor «relajación fiscal», que Herrera entendió al tiempo que defendía que en Castilla y León la presión vía impuestos «está muy contenida». Ningún pero en cambio a las otras «quejas» de la patronal. Especialmente demoledora fue la exposición sobre la situación del pequeño comercio, sobre la que el presidente de la patronal reclamó «actuaciones» para evitar «su hundimiento total y absoluto» alertando del posible «cierre masivo en unos pocos años» si no se produce «una reconversión».

También le ha hecho «llorar» la situación de la madera denunciando que sólo dos «grandísimas» empresas copan el negocio «y hay muchos aserraderos que no tienen opciones y pueden desaparecer». Para combatir este problema, llamó a la Junta «a ordenar los bosques privados». Por último, se refirió a las agencias de viajes, donde de nuevo «las grandes se quedan con los paquetes del denominado Club de los 60».