La procesión del Jueves Santo en 2016 por las calles de Toledo
La procesión del Jueves Santo en 2016 por las calles de Toledo - ANA PÉREZ HERRERA

Jueves Santo: cuatro procesiones llenarán de fervor y recogimiento las calles de Toledo

A las 18.00 horas, en la catedral, Misa de la Cena del Señor y, a las 20.30 saldrá la Cofradía de la Virgen del Amparo de la Catedral

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Llega el Jueves Santo tras dos noches intensas en el Casco Histórico, la del Martes, con el Cristo del Amor, el Cristo de la Misericordia y el Cristo de los Ángeles, y la del miércoles, con el de la Humildad y el Redentor.

Los cultos de este Jueves Santo, comenzarán a las 10.00 horas en la catedral primada con el solemne canto de Laudes. El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, a las 18.00 horas, oficiara en la catedral la solemne Misa de la Cena del Señor, concelebrado con los miembros del cabildo catedralicio. En esta Eucarístia se conmemoran tres realizadas íntimamente entrelazadas: la institución de la Eucarística, la del sacerdocio y el precepto del amor fraterno.

Finalizada la homilía, el prelado lavara los pies a doce pobres de un centro benéfico de la ciudad. Terminada la misa, en procesión solemne se trasladara el Cuerpo de Cristo al monumento instalado en la capilla de San Pedro, donde los canónigos comenzarán los turnos de vela.

A las 20.30 horas por la puerta Llana del templo primado, partirá la procesión que desde 1953 organiza la cofradía de la Virgen del Amparo; fundada en el seno de la desaparecida Fábrica Nacional de Armas; que después de sesenta y cuatro años, podemos afirmar que ha conseguido unos de sus fines plenamente: dar esplendor y brillantez a la procesión del Jueves Santo, gracias al esfuerzo, dedicación y trabajo de las diferentes juntas directivas y de los varios centenares de cofrades. Abrirá la procesión la Oración en el huerto, portada en andas por varios cofrades. El paso fue esculpido por el escultor toledano Luis Martín de Vidales, en 1973, es propiedad de la cofradía; Cristo amarrado a la columna, pertenece al convento de las religiosas agustinas, popularmente gaitanas. Fue esculpido por un autor anónimo en el siglo XVII; Jesús Nazareno de la hermandad de sacerdotes portado en preciosas andas de plata repujada que estrenó el Martes Santo de 1928. Es venerado en la iglesia de Santo Tome. Es uno de los pasos tradicionales de la Semana Santa, pues desfiló por primera vez en 1905 en la procesión del Santo Entierro y luego muchos años en la procesión de hoy; Santísimo Cristo de la Agonía, una esplendida talla del siglo XVI, propiedad de la iglesia de San Nicolás, pero está guardada en el museo de Santa Cruz a lo largo del año. Comenzó a participar en las procesiones de Semana Santa en los primeros años del siglo pasado y por último desfilará la Virgen del Amparo, en preciosa carroza. La imagen fue tallada por el recordado escultor toledano Cecilio Bejar, siendo restaurada en 2001 por Enrique Toledo Brasal. Tiene su sede canónica en la parroquia de San Ildefonso del barrio de Santa Teresa. Realizará el siguiente itinerario: Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Hombre de Palo, Comercio, plaza de Zocodover, cuesta de Carlos V, plazas de Horno de los Bizcochos y Magdalena, Tornerías, plaza Mayor, Sixto ramón Parro, Cardenal Cisneros y entrar en la catedral primada por la puerta Llana.

A las 23.00 horas en la capilla de San Pedro hora santa, con meditaciones del canónigo primado, Tomas Ruiz. La hora santa comenzó a celebrarse el Jueves Santo de 1928 por deseo del cardenal Segura.

En el primer minuto del Viernes Santo, el silencio rotundo que guardaran las numerosas personas ubicadas en la calle Cardenal Cisneros, se romperá con los acordes del himno nacional que interpretara la banda de cornetas y tambores de la hermandad del Santísimo Cristo de la Vega, cuando el mejor testigo de la historia de Toledo, salga por la puerta Llana de la catedral primada. En la plaza del Ayuntamiento, frente la esplendorosa puerta del Perdón, el coro del Seminario Mayor de Toledo le cantará un motete. Al ponerse en marcha la procesión, algún devoto, calladamente dirá «Mano desclavada del Santísimo Cristo de la Vega, al recorrer las calles toledanas, no podemos menos de reconocer que la llevas así pendiente, para ponerla a nuestro alcance y que en ella podamos asirnos, como mejor solución a nuestros males y debilidades». Continuará el desfile procesional por Arco de Palacio, Hombre de Palo, Comercio, cuesta de Belén, Plata, plaza de San Vicente, plaza de Carmelitas, cobertizo y plaza de Santo Domingo el Real,( donde el coro de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor, suelen cantarle el salmo del Miserere), Buzones, Merced, Real, puerta del Cambrón, bajada de la pasarela de la Cava, en la que los veinte costaleros que llevan las pesadas andas que portan al legendario Cristo, unos ochocientos kilos, tendrán que vencer con esfuerzo y habilidad, y sobre todo fe , la inclinación de las cerradas curvas) por el paseo de la basílica llegara a su sede canónica hacia las cuatro de la madrugada

A las 3.30 del Viernes Santo, 18 de abril de 1930, el Santísimo Cristo de la Expiración, acompañado por unos sesenta cofrades y portado en unas sencillas andas, partía del convento de las religiosas capuchinas, para realizar un recorrido, que permaneció en secreto hasta momentos antes de iniciarse el Vía Crucis que se rezo. Las estaciones se leyeron en las puertas de iglesias parroquiales y conventuales. Fue la única procesión penitencial que salió en 1938. Debido a que las monjas capuchinas dejaron el convento por falta de vocaciones, la hermandad y la imagen (copia de la que se guarda en una capilla al lado izquierdo del altar mayor del convento capuchino) por diferentes causas fueron acogidas, con sumo agrado por las religiosas cistercienses del monasterio de Santo Domingo el Antiguo, de donde comenzó a salir el Vía Crucis el 21 de marzo de 2008, después de la hora santa que la cofradía celebra desde 1998.Esta madrugada, a las 3,00 horas, se abrirán las puertas de la iglesia conventual de Santo Domingo el Antiguo, portado en unas sencillas andas, sin adornos saldrá el Santísimo Cristo Expiración para realizar el siguiente recorrido: plaza de Santo Domingo el Antiguo, San Ildefonso, plaza de Capuchinas, Aljibes, plaza de Santo Domingo el Real (el coro de Caballeros Penitentes de Cristo Redentor suelen cantarle el salmo del Miserere) cobertizo de Santo Domingo el Real, plaza y cuesta de Carmelitas, plaza de San Vicente, Plata, cuesta de Belén , Comercio, Hombre de Palo, Nuncio Viejo, Navarro Ledesma, Tendillas, plaza de Capuchinas, San Ildefonso para entrar en la iglesia conventual del monasterio de Santo Domingo el Real. La austeridad, severidad, recogimiento y sobre todo el sobrecogedor que ha reinado siempre en el acto penitencial ha hecho que se la conozca como la procesión de «Silencio».

Desde el 27 de marzo de 1964, la madrugada del Viernes Santo, en el barrio del Arrabal es presagio de acontecimiento, por lo que hay que estar en vela, ya que en la puerta Nueva se van a encontrar la Madre y el Hijo. Procesión del Santo Encuentro. En el amanecer de este Viernes Santo, a las 6.30 horas partirán de la iglesia de Santiago el Mayor o del Arrabal la Virgen de los Dolores y Jesús Nazareno, que por distintos itinerarios llegaran a la puerta Nueva donde se encontraran. Después entre rezo de oraciones y canticos penitenciales regresaran a la iglesia de la que salieron por Honda, Trinitarios, Cardenal Tavera y puerta de Bisagra.

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