Solo los caballistas podrán acompañar a los toros en los encierros por el campo

En los encierros por el campo de Castilla-La Mancha ya no se podrá ir en moto o quad siguiendo a los toros, ni siquiera a pie. Esta es la principal modificación del nuevo reglamento de festejos populares, que se ha publicado este jueves en el diario oficial de la región y que entrará en vigor en 20 días.

«En ningún caso se permitirá la presencia de vehículos distintos a los autorizados por el Ayuntamiento, quedando expresamente prohibidos los vehículos especiales y las motocicletas», se lee en el apartado 4 del artículo 34 del decreto 60/2016, que sustituye al decreto 38/2013 aprobado por el anterior Gobierno regional.

Además, en el apartado 6 del citado artículo 34 se especifica: «a) Durante el traslado de las reses por vías rurales queda prohibida la participación a pie de los aficionados o conduciendo cualquier tipo de vehículo, debiendo ser controladas únicamente por los caballistas acreditados por la organización y acompañadas por los cabestros seleccionados.

Y b) La distancia mínima de seguridad entre la zona de suelta y la zona de espectadores será de trescientos metros».

Brihuega no se pronuncia

En Castilla-La Mancha, la provincia de Guadalajara es la que más encierros por el campo celebra y, quizás, el más famoso de ellos es el que se celebra en Brihuega cada 16 de agosto. ABC ha intentado contactar con Luis Manuel Viejo, el alcalde de este pueblo, para conocer su opinión sobre el nuevo reglamento, pero el edil ha declinado hacer declaraciones.

Otra novedad del nuevo reglamento afecta a los concursos de recortes. Hasta ahora, en estos espectáculos solo se podían lidiar reses de hasta 36 meses y despuntadas. Sin embargo, el nuevo texto legal permitirá lidiar toros de hasta seis años siempre que se trate de concursos que exijan «una determinada experiencia o cualificación previa a los participantes». Joaquín Romera, aficionado toledano y experto en la materia, ha explicado a este periódico: «El anterior reglamento estaba mal hecho porque no diferenciaba un Grand Prix con vaquillas que uno con recortadores profesionales».

El tercer gran cambio tiene que ver con la cuantía de los seguros, imprescindibles para la celebración de cualquier festejo. Si en el anterior reglamento la cuantía mínima de capital asegurado para gastos de estancia hospitalaria y curación de cada herido era de 3.000 euros, ahora se incrementa hasta los 12.000. El resto se mantienen iguales: por ejemplo, por la muerte de una persona la cuantía es de 115.000 euros.

El maltrato ya estaba regulado

Por otro lado, hay que explicar que el reglamento de festejos populares solo atañe a los encierros urbanos, los encierros por el campo y las sueltas de reses. Por tanto, deja al margen otros espectáculos taurinos como las corridas, las novilladas o las becerradas, que son de competencia estatal, como bien acaban de comprobar en Cataluña donde el Tribunal Constitucional anuló este jueves la decisión de prohibir estos festejos por no ser de competencia regional.

La aclaración es importante porque algunos medios de comunicación han titulado que con el nuevo reglamento, el presidente del festejo podrá ordenar su suspensión «cuando las reses sean objeto de maltrato». Sin embargo, esto es algo que ya contemplaba el anterior decreto y, además, con las mismas palabras. La modificación que introduce el nuevo texto legal es: «Cuando las reses sean objeto de maltrato, a juicio de los veterinarios de servicio». En otras palabras, puro maquillaje porque ningún aspecto de la Ley de Protección Animal de Castilla-La Mancha ha variado.

Por otra parte, la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas ha segurado que cuenta con el informe favorable de la Mesa de la Tauromaquia, que representa al sector en la región. Sin embargo, todas las fuentes de la Mesa consultadas por ABC coinciden en que se han enterado este jueves del nuevo reglamento, ya que el Gobierno de Castilla-La Mancha no se lo ha hecho llegar previamente.

Uno de los asesores de la Mesa, Pedro Belmonte, ha explicado que se trata de un órgano no vinculante al que el Gobierno regional tiene la obligación de escuchar, pero no de adoptar sus postulados. Miembros de la Mesa se reunieron hace unos meses con José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de la Junta de Castilla-La Mancha, y le expusieron algunas alegaciones de cara al nuevo reglamento, pero hasta este jueves no han sabido si el Gobierno regional las ha tenido en cuenta.

Jesús Hijosa, alcalde de Villaseca de la Sagra y también asesor de la Mesa, ha dicho a ABC: «Hicimos varias alegaciones para tratar de aminorar los gastos y la burocracia, pero sigo viendo que es necesario que haya dos veterinarios para un encierro en el caso de que se suelte más de un novillo, algo que no veo coherente. Nosotros creemos que, en una suelta de reses, con un veterinario es suficiente».