Matas evita de momento otro nuevo juicio porque los indicios contra él «son endebles»

La Audiencia Provincial pide más diligencias antes de decidir si el expresidente balear deberá sentarse en el banquillo por una pieza separada del caso Turismo Joven

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El expresidente balear Jaume Matas evitará, de momento, tener que sentarse en el banquillo por la pieza separada del llamado caso Turismo Joven, ya que según la Audiencia Provincial los indicios que existen por ahora contra Matas «son endebles». En dicha causa se investigaba, originariamente, una malversación de fondos públicos vinculada al consorcio del mismo nombre, dependiente del Govern. El juicio se celebró en noviembre de 2013 y se cerró con un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y los principales acusados.

La pieza separada que afecta sólo a Matas se abrió después de que uno de los condenados, el exdirector general de Juventud Juan Francisco Gálvez, le hubiera implicado en el pago supuestamente fraudulento de 108.000 euros, a través de facturas falsas, a un empresario y antiguo concejal del PP en Calviá.

Acabada la investigación, el Juzgado de Instrucción número 5 de Palma acordó abrir juicio oral contra Matas como presunto autor de los delitos de malversación y prevaricación.

La defensa del expresidente presentó de inmediato un recurso de apelación, solicitando el «sobreseimiento de las actuaciones». Una vez estudiado dicho recurso, la Audiencia Provincial ha dictado esta semana un auto en el que estima en parte las argumentaciones del abogado de Matas. Así, si bien la Sala se opone al archivo de la causa, considera no obstante que los indicios que existen en contra del expresidente balear «son endebles».

La Audiencia Provincial recuerda que aunque Gálvez vio a Matas y al citado empresario charlando un día, no pudo, sin embargo, escuchar de qué estaban hablando. El citado auto también señala que debe ser tenido en cuenta que Gálvez alcanzó un acuerdo de conformidad con la Fiscalía poco después de haber implicado a Matas en la causa. Por último, la Sala explica que en su momento ningún otro ex alto cargo del Gobierno balear vinculó al expresidente con alguna presunta irregularidad en el caso Turismo Joven.

«Con estos mimbres no es posible realizar un juicio de acusación, al menos por ahora, pero tampoco cabe descartar en este momento una probabilidad de condena», indica el auto de la Audiencia Provincial. Por todo ello, se solicita la práctica de nuevas diligencias, que permitirán determinar si finalmente Matas deberá sentarse o no en el banquillo en relación a este proceso.

En cualquier caso, Matas sí deberá sentarse en el banquillo como mínimo en dos ocasiones a lo largo de este año. En primer lugar, el próximo mes de julio, por el denominado caso Ópera, que es la pieza separada número 3 del caso Palma Arena. En dicho caso se investigaron presuntas irregularidades en la contratación de Santiago Calatrava, a principios de 2007, para que el arquitecto elaborase un anteproyecto para la construcción de un futuro palacio de la ópera en Palma.

Calatrava fue contratado por Matas de forma directa, sin la convocatoria de un concurso público ni tampoco de un procedimiento negociado. El Govern tuvo que pagar en su momento 1,2 millones de euros por dicho anteproyecto y por dos maquetas. El proyecto en sí no llegó a ejecutarse nunca. La Fiscalía solicita un año y tres meses de cárcel para el expolítico popular, por un presunto delito de tráfico de influencias, así como diez años de inhabilitación por un supuesto delito de prevaricación.

En principio, Matas estaría dispuesto a reconocer ahora que se habrían cometido irregularidades en la contratación de Calatrava, pero no acepta, en cambio, la pena que solicita el Ministerio Público, en especial en lo relativo al importe a abonar como responsabilidad civil, fijado en 120.000 euros. Esa falta de acuerdo ha supuesto que finalmente tenga que celebrarse el juicio por el caso Ópera.

Matas se sentará de nuevo en el banquillo en septiembre, en la vista oral relativa a las piezas separadas número 8 y número 9 del caso Palma Arena, que finalmente se juzgarán como una sola. En la pieza número 8 se investigó el proceso de adjudicación de las obras del velódromo Palma Arena al arquitecto Ralph Clemens Alexander Schürmann, mientras que en la pieza número 9 las indagaciones se centraron en la contratación de los dos arquitectos que continuaron con el proyecto, los hermanos García Ruiz.

En relación a la pieza número 8, Matas y el exdirector general de Deportes, José Luis «Pepote» Ballester, deberán responder por un presunto delito de prevaricación, otro de fraude a la Administración y otro de falsedad documental. En cuanto a la pieza número 9, los delitos imputados a ambos son los de prevaricación y fraude a la Administración. La Fiscalía pidió en su momento sendas penas de dos años de cárcel para Matas.

Hasta el momento, el expresidente balear ha sido condenado en firme en dos de las piezas del caso Palma Arena ya juzgadas y resueltas. En un caso, debió cumplir una condena de nueve meses y un día de cárcel por tráfico de influencias, en concreto por favorecer a un amigo periodista con una subvención, mientras que en el otro caso debió abonar 9.000 euros de multa por cohecho, al considerar el jurado que había presionado a un hotelero para que contratase a su esposa, Maite Areal.

Más recientemente, el pasado 17 de febrero, el tribunal del caso Nóos condenó a Matas a tres años y ocho meses de cárcel por un delito de prevaricación —en concurso con falsedad y malversación— y otro de fraude. Dicha pena puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

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