Los policías locales de Zaragoza tendrán, por fin, chalecos antibalas

Los policías locales de Zaragoza ya no tendrán que pagarse de su bolsillo los chalecos antibalas. Hasta ahora, los que quieren ir protegidos con estos chalecos especiales deben comprárselos por su cuenta, porque el Ayuntamiento no se los ha facilitado nunca. Tras años de reclamaciones, por fin el Consistorio ha aceptado adquirir el que será el primer lote de chalecos antibalas y multiprotección. Se prevé que este año se adquieran un máximo de 600.

El Ayuntamiento de Zaragoza acaba de licitar el contrato marco para la adquisición de estos sistemas de protección para sus policías. Estará en vigor durante un mínimo de dos años, en los que el Consistorio tendrá garantizada la compra de unidades a un precio fijado de antemano en ese acuerdo marco.

El máximo que se prevé gastar el Ayuntamiento en chalecos antibalas es de 450.000 euros en dos años. El ritmo al que se realicen las compras dependerá de los encargos que vaya haciendo durante este tiempo el Consistorio.

De entrada, su previsión es que durante este mismo año dedique un máximo de 400.000 euros a la compra de chalecos policiales, lo que supondría adquirir alrededor de 600 en el mejor de los casos.

La Policía Local de Zaragoza cuenta con un millar de agentes. Hace años que vienen reclamando que se les dote de chalecos antibala y multiprotección, preparados también para evitar cuchilladas y punzones -y así son los que se van a comprar-.

Un informe oficial realizado hace un año calculaba que como mínimo eran necesarios 700 chalecos para garantizar su entrega a todos los agentes que trabajan habitualmente en la vía pública y que tienen un riesgo mayor de sufrir agresiones en el ejercicio de su actividad policial.

Se calcula que el coste de cada uno de estos chalecos asciende a 700 euros. El contrato marco licitado por el Ayuntamiento establece detalladamente las características que han de tener todos estos equipos. Cada chaleco debe pesar un máximo de entre 1,5 y 2 kilos, según la talla; ha de estar preparado para frenar impactos de bala y ser también anticuchillo y antipunzón.