Política

Se abre la batalla en Podemos para sustituir a Echenique en Aragón

Forzado por los «errejonistas», deja la política regional para centrarse en la Secretaría estatal de Organización

Pablo Echenique no seguirá como diputado de las Cortes de Aragón Fabián Simón

R. Pérez

Estaba cantado desde hace meses, solo faltaba la confirmación oficial y de viva voz, y ésta acaba de llegar en primera persona: Pablo Echenique ha anunciado que, en cuestión de días, va a dimitir como secretario general de Podemos en Aragón , como líder regional del partido. Y, además, también ha decidido renunciar a su escaño de diputado en las Cortes de Aragón.

No es una marcha voluntaria , porque hubiera preferido no verse en esta tesitura; es una marcha forzada por los «errejonistas» , que lograron imponer estatutariamente la tesis de «una persona, un cargo» . Desde la asamblea de Vistalegre 2, esta máxima es norma de obligado cumplimiento en Podemos, y Echenique su inmediato damnificado.

La renuncia al timón regional del partido es consecuencia directa de aquellas tensiones arrastradas entre los «errejonistas» y los «pablistas». Entre los «pablistas» hace tiempo que se cuenta Echenique, otrora crítico con Pablo Iglesias y a la postre ascendido por éste a la condición de lugarteniente suyo. Lo hizo «a dedo» cuando, a principios de 2016, Iglesias purgó a Sergio Pascual y lo fulminó como secretario de Organización. Aparcado Pascual, Echenique ocupó ese puesto clave en la «fontanería» del partido que revalidó en la asamblea de Vistalegre-II .

Echenique se había convertido en el gran «pluriempleado» de Podemos : número 3 del partido a nivel nacional, líder regional, diputado en las Cortes de Aragón -cargo que asumió tras haber disfrutado de esaño en el Parlamento Europeo-, presidente de su grupo parlamentario autonómico y protagonista en episodios de negociación del partido por designación de Iglesias -por ejemplo, fue clave en el proceso que conformó la coalición electoral entre Podemos e IU-. Mientras tanto, en la política regional ha maniobrado para ser, a la vez, oposición al PSOE e intermitente muleta gubernalmental del socialista Javier Lambán .

Tensiones internas

Hábil y esforzado a la hora de mantener prietas las filas en el seno de Podemos, pese a ello no le han faltado las voces críticas dentro del partido. También en Aragón. En febrero de este año, ese sector crítico aprovechó la asamblea nacional de Vistalegre-II para atacar el «pluriempleo» de Echenique y, de paso, abrir grietas en su acumulación de poder. Y lo lograron. La asamblea acabó por aprobar la máxima de «una persona, un cargo». Desde ese momento, Echenique tenía que elegir orgánicamente entre ser líder regional de Podemos o número tres del partido a nivel nacional. Y este científico del CSIC en excedencia ha optado por la cúpula estatal del partido y, de paso, por dejar también el escaño para apartarse de la política regional y centrarse en la nacional.

«Me apasiona el reto que tengo por delante como Secretario de Organización y Programa en esta nueva y compleja fase. Y Podemos en Aragón se queda en muy buenas manos», dijo Echenique este domingo al anunciar lo que se daba por hecho desde hace tiempo, que va a dejar el timón regional del partido.

La batalla por la sucesión

La renuncia, forzada por las circunstancias, abre la batalla interna por el relevo de Echenique al frente de Podemos-Aragón. El pulso interno está servido. En la combinación de nombres en liza figuran representantes de corrientes diversas, entre ellos los críticos con Echenique que buscan su oportunidad para tomar el poder del partido en Aragón. Entre los nombres que suenan en este particular pulso interno figuran los de Violeta Barba , presidenta de las Cortes de Aragón; Pedro Arrojo , diputado nacional alineado con Barba; o los diputados autonómicos Román Sierra (Anticapitalistas) y Érika Sanz , del sector de Echenique. También ha ido apareciendo en las «quinielas» el nombre del alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve , que podría encontrar la ocasión de aupar -y oficializar- su «franquicia» municipal de Podemos con puestos en la dirección regional del partido.

A la postre, la cuestión de la sucesión de Echenique al frente del partido en Aragón trasciende de la clave interna y alcanzar también al propio Gobierno regional que preside el PSOE. Podemos le es imprescindible a los socialistas para mantenerse en el Ejecutivo regional -como lo fue para la investidura-, y está por ver cómo evoluciona la estrategia de Podemos con el PSOE aragonés tras la sucesión de Echenique.

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