El momumento antes de ser borrada su inscripción
El momumento antes de ser borrada su inscripción - ABC

El tripartito de Palma ya ha aprobado el proyecto de demolición del monolito dedicado a las víctimas del crucero «Baleares»

Dirigentes y exaltos cargos del PP balear se han concentrado este viernes para reiterar su rechazo al derribo del monumento

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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El tripartito que gobierna en Palma aprobó el pasado miércoles, en Junta de Gobierno, el proyecto y el pliego de condiciones para la demolición del monumento dedicado a las víctimas del crucero «Baleares». La partida consignada para esta actuación es de 169.870 euros. El acuerdo se publicará ahora en el Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB) y habrá 15 días para presentar alegaciones. A continuación, se iniciará la licitación de las obras, que se adjudicarán por subasta. Cabe recordar que en este mandato el equipo de gobierno municipal está conformado por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Som Palma, que es la marca blanca de Podemos en la capital balear.

La portavoz del PP en el consistorio palmesano, Margalida Durán, denunció que el tripartito «se ha convertido en el pacto de la demolición, incapaz de defender los intereses generales».

Según Durán, el equipo de gobierno sólo estaría preocupado por «practicar políticas de derribo, sectarismo y destrucción». En la misma línea crítica se pronunció el portavoz municipal de C's, Josep Lluís Bauzá. Por su parte, la Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA) calificó como «poco democrática» la decisión del equipo de gobierno.

En la mañana de este viernes, varios dirigentes y exaltos cargos del PP balear se han concentrado en el Parque de sa Feixina, donde se encuentra el monolito, para reiterar su rechazo al proyecto de demolición. Han asistido, entre otros, los tres exalcaldes del PP en la capital balear, Joan Fageda, Catalina Cirer y Mateo Isern, así como Durán y varios concejales de su equipo.

También han estado presentes el expresidente balear y hoy senador, José Ramón Bauzá; el actual presidente interino del PP balear, Miquel Vidal; el presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, y varios diputados autonómicos. Cada uno de ellos portaba una cartulina, con letras distintas, que una vez unidas han conformado en forma de mosaico la frase «Salvem sa Feixina» («Salvemos sa Feixina»). Varios vecinos de la zona se han sumado también a la concentración.

Paradójicamente, el último tripartito que hasta ahora había gobernado en Palma, en el mandato 2007-2011, había decidido conservar dicho monolito. En aquella legislatura, el consistorio estaba presidido por la socialista Aina Calvo, que gobernaba junto con el BLOC —antecedente de MÉS— y con la hoy extinta Unió Mallorquina. El portavoz del equipo de Calvo que defendió entonces la preservación del monolito es hoy el actual alcalde de la ciudad, el socialista José Hila, que ahora, en cambio, apoya la demolición de este monumento.

Retirados los símbolos franquistas

Con Calvo como alcaldesa, en 2010 se acordó por unanimidad —con el apoyo del PP— eliminar del monolito los elementos de «exaltación del régimen franquista» y colocar una placa contextualizadora. De ese modo, fueron retirados el águila imperial, los yugos y las flechas, así como el siguiente texto: «Mallorca a los héroes del crucero 'Baleares'. Gloria a la Marina Nacional. Viva España». Por lo que respecta a la placa contextualizadora, fue redactada en cinco idiomas —castellano, catalán, inglés, francés y alemán— con esta inscripción: «Este monumento fue erigido en el año 1948 en recuerdo de las víctimas del hundimiento del crucero 'Baleares', durante la Guerra Civil (1936-1939). Hoy es para la ciudad símbolo de la voluntad democrática de no olvidar nunca los horrores de las guerras y las dictaduras. Palma 2010».

El crucero «Baleares», que desde 1937 estaba participando en acciones de guerra, fue torpedeado y hundido el 6 de marzo de 1938, cerca de Formentera, en el transcurso de un combate nocturno con un grupo de destructores republicanos. En total, fallecieron 788 marineros, muchos de ellos adolescentes. Casi una década después, fue erigido en el actual Parque de sa Feixina un monolito en recuerdo de las víctimas, que fue sufragado por suscripción popular. El monumento conmemorativo fue inaugurado por el entonces jefe del Estado, Francisco Franco, en 1948.

En el pleno municipal celebrado el pasado mes de marzo, el concejal de Cultura, Miquel Perelló (MÉS), afirmó que «el monolito representa lo que representa, una exaltación del régimen franquista». El desarrollo del citado pleno estuvo marcado por momentos de fuerte tensión y enfrentamientos verbales por parte del público asistente, formado por partidarios y por detractores de la preservación del monumento.

Recientemente, el concejal de Cultura había aludido también a un supuesto «amplio apoyo de la ciudadanía» en favor de la controvertida decisión del tripartito. Sin embargo, en estos momentos el 85 por ciento de los palmesanos estarían en contra de la demolición del memorial, según una encuesta publicada en marzo por el diario local «Última Hora». Además, la mitad de los ciudadanos que se consideran de izquierdas apoyarían la preservación del monumento. Según dicha encuesta, sólo los votantes de Podemos serían mayoritariamente favorables a la demolición.

Hace seis años, la decisión de no retirar el citado monumento había sido tomada en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y tras el dictamen jurídico emitido por dos profesores de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), que no consideraban imprescindible el derribo del monolito, aunque sí la supresión de los elementos ornamentales asociados al régimen franquista. Aun así, la preservación fue muy criticada en aquel momento por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Mallorca, que ahora apoya la demolición. Otras entidades favorables al derribo son la Unidad Cívica por la República y Abuelas y Abuelos Flautas de Mallorca.

Por contra, se han pronunciado a favor de la preservación del memorial los dos partidos que en estos momentos se encuentran en la oposición, el PP y Ciudadanos, así como ARCA y también ICOMOS, organismo consultor de la Unesco. En relación al informe favorable elaborado por dicho organismo internacional, el PP acusó hace tres semanas al edil de Cultura de haber ocultado la existencia de dicho documento de manera deliberada.

Con el propósito de intentar conservar el monolito se constituyó también recientemente la plataforma «Salvem es monument de sa Feixina» («Salvemos el monumento de sa Feixina»), integrada hasta ahora por una veintena de entidades y asociaciones vecinales. La citada plataforma celebró el pasado 20 de febrero una concentración bajo el lema «Sa Feixina no se toca», que contó con la presencia de unas 500 personas. Además, ha presentado ante el Ministerio de Cultura una denuncia por presunto expolio.

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