El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ayer en Valencia
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ayer en Valencia - EFE

Rivera podrá tomar decisiones urgentes al margen de la Ejecutiva

Restará poder a la dirección creando un comité reducido al que delegará competencias

Madrid Actualizado: Guardar
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Ciudadanos celebrará el próximo 4 y 5 de febrero su IV Asamblea General, en la que adaptará su ideario, su estrategia y su organización a la nueva realidad del partido. Pese a las críticas crecientes de algunos sectores y el amago de la eurodiputada Carolina Punset de presentar una alternativa, Albert Rivera revalidará su cargo unos días antes, en unas primarias el 26 de enero.

En esa elección, el presidente del partido se presentará con una lista de los miembros que conformarán la renovada Ejecutiva del partido. Los estatutos permiten a Rivera que la dirección alcance los 40 miembros. Desde la dirección del partido se asegura que no necesariamente se alcanzará ese número, pero que sí crecerá respecto a la representación actual —23 miembros— por la necesidad de aumentar la presencia de la Comunidad de Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, las tres regiones que aportan más afiliados a Ciudadanos.

También por la necesidad de incorporar más cargos entre quienes tienen responsabilidades autonómicas y municipales.

Los actuales responsables del partido creen que eso provocará una dirección demasiado grande para ejecutar la política del partido en el día a día. Por eso, el borrador de estatutos que Rivera quiere aprobar en la próxima Asamblea contempla la creación de un «Comité Permanente» en el que la Ejecutiva podrá delegar algunas de sus funciones «de acuerdo a la distribución de competencias aprobada por el presidente».

Una dirección reducida

Ese comité permanente, según consta en la ponencia de estatutos, podrá adoptar «las decisiones de carácter urgente que sean necesarias para el buen funcionamiento del partido o de sus grupos institucionales» y, en esos casos, solo concede al Comité Ejecutivo su «aprobación posterior». Este órgano mantendría reuniones de carácter semanal. Y estaría compuesto por el presidente, el secretario general —puesto que pasará a recaer en José Manuel Villegas, ya de facto número dos del partido—, y la posibilidad de ampliarlo con «hasta 15 miembros de la Ejecutiva».

Pese a que la nueva dirección será elegida por los 30.000 militantes en la lista cerrada que liderará Rivera, al presidente del partido se le reserva la potestad para «realizar los cambios que considere necesarios en la organización interna del Comité Ejecutivo, cesar a alguno de sus miembros o nombrar otros nuevos». En el caso del cese su decisión será definitiva, pero en el caso de los nuevos nombramientos requerirá la aprobación del Consejo General, máximo órgano del partido entre asambleas.

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