Mariano Rajoy se hace la foto oficial de la XII Legislatura
Mariano Rajoy se hace la foto oficial de la XII Legislatura - EFE

Rajoy urge a formar un Gobierno que pueda afrontar los debates del Brexit y apruebe los Presupuestos

El presidente deja claro que no se conforma con un acuerdo solo para la investidura

Madrid Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy no se conforma. Pretende un acuerdo para formar Gobierno y no desea algo más que un magro acuerdo de investidura, sino que apuesta por «una estabilidad razonable». Ni tampoco desea prolongar sine die las negociaciones: «La rapidez es capital». Ayer, la presencia del presidente del Gobierno en funciones en el Congreso de los diputados para presentar sus credenciales sirvió para que el parlamento recobrase el frenesí de los meses previos, tras días de tensa espera ante unas negociaciones que no terminan de arrancar. Antes de viajar a Varsovia a la cumbre de la OTAN, que junto a la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abren un paréntesis en su ronda de contactos, Rajoy quiso marcar su posición de cara a la próxima semana, en la que pretende un avance decisivo de cara a la formación de Gobierno.

El líder popular tampoco se resigna a unas negociaciones que se prolonguen durante todo el verano y no dejó de insistir en que «esto debe resolverse de una forma rápida» y que «estar todo el verano perdiendo el tiempo no es de recibo. Sería un disparate». Y fue más lejos indicando su voluntad de alcanzar un acuerdo definitivo este mismo mes: «No sé qué vamos a arreglar en agosto que no podamos arreglar estos días de julio».

Rajoy recordó que desde el pasado verano no se presenta ningún proyecto de ley en las Cortes. «Llevamos 200 días de Gobierno en funciones. Ante los amagos de opciones alternativas a su candidatura, que solo conducirían a un nuevo estancamiento, Rajoy advirtió del coste que para el país supondrían unas nuevas elecciones: «No se pueden repetir las elecciones de ninguna de las maneras sería un disparate y nadie en su sano juicio apuesta por ello». Recordó Rajoy los 450.000 nuevos afiliados que la Seguridad Social ha registrado en lo que llevamos de año y advirtió que sería «una pena» que la mejora económica se ralentizase por las dudas que generaría en los agentes económicos otra repetición electoral ante la posibilidad de tener al país «parado» otros seis meses.

Presupuestos y techo de gasto

Pero además de no apurar los plazos para las negociaciones, y pese a que en los últimos días se hablaba de un pacto mínimo, Rajoy quiere ir más allá, y ayer volvió a insistir en la necesidad de que ese Ejecutivo debe tener la mayor estabilidad posible. Lo que Rajoy describe llanamente como «un Gobierno que pueda gobernar». El presidente apremió a sus interlocutores con ese binomio de estabilidad y rapidez exponiendo los retos inmediatos que requieren de un Ejecutivo que funcione a pleno rendimiento.

Se refirió Rajoy en primer término a la necesidad de aprobar en agosto el techo de gasto, que fija el límite máximo de gasto del Estado, las autonomías y los ayuntamientos. «Sin eso no se pueden hacer los Presupuestos de un modo razonable», señaló Rajoy, quien fijó el 23 de septiembre como la fecha para presentar el proyecto de cuentas públicas. Las negociaciones de ambas cuestiones obligan a que el mes de agosto sea parlamentariamente hábil para que se puedan celebrar plenos. Esa estabilidad que reclama Rajoy iría ligada a un acuerdo que pudiese garantizar sacar adelante esas dos cuestiones.

Pero además defendió Rajoy la necesidad de un Gobierno que funcione ya «con normalidad» para acometer «todos los problemas derivados del Brexit», en referencia a unas negociaciones en el marco comunitario que «requieren unanimidad» de todos los países miembros.

Rajoy se mostró claro y exigente, desde la legitimidad de un resultado electoral que solo le ha reforzado a él mientras que ha deteriorado a los demás partidos. Pero a la vez abrió la mano al asegurar que se reuniría «con todos, dónde quieran, el día que quieran y cómo quieran, en público o en privado». Horas más tarde ya había cerrado sendos encuentros con Albert Rivera y Pablo Iglesias el próximo martes en el Congreso de los diputados.

Se mantiene por el momento la incógnita de la reunión con Pedro Sánchez. Rajoy reconoció que no ha tenido hasta el momento oportunidad de hablar personalmente con el líder del PSOE, y consciente del debate que viven los socialistas dejó caer que confía en que su posición inicial no sea la definitiva: «El señor Sánchez no me ha contado su opinión y si la hubiera, si esta sería definitiva o no».

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