Sánchez, con gesto preocupado el pasado martes en el Congreso tras su reunión con Rajoy
Sánchez, con gesto preocupado el pasado martes en el Congreso tras su reunión con Rajoy - Reuters

El PSOE teme que el acercamiento de Rivera a Rajoy dificulte su «no»

Malestar socialista con el líder de Ciudadanos, al que «exigen» respeto a su rechazo al PP

Madrid Actualizado: Guardar
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Que las relaciones entre PSOE y Ciudadanos ya no son lo que eran en la anterior legislatura no es ningún secreto, pero, ayer, los socialistas reaccionaron con un indisimulado malestar al acercamiento entre Albert Rivera y Mariano Rajoy.

Un malestar que se achaca oficialmente al intento, cierto, tanto del PP como de Ciudadanos, de trasladarles toda la presión para evitar terceras elecciones, aunque tenga más que ver con la posición en la que quedaría el PSOE si se consuma el pacto y los de Rivera votan «sí» a la investidura de Rajoy.

«Aunque Rajoy pierda», reconoce un dirigente del grupo parlamentario a ABC, «no es lo mismo hacerlo con sus 137 diputados que con 170 (sumando los 32 de Ciudadanos y, eventualmente, el de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas)».

Porque, en el primer escenarioRajoy saldría vapuleado del Congreso y muy probablemente eso dificultaría incluso su candidatura en unas terceras elecciones, pero, si se da el segundo, con 170 votos y al borde de haberse evitado los comicios, toda la indignación se volvería contra el PSOE por no haberlo propiciado absteniéndose.

Rajoy salió ayer contento y esperanzado de su cita de hora y cuarto de duración con Rivera, y clamando porque Pedro Sánchez se abstenga para que no haya una «crisis institucional sin precedentes», según Rivera.

Algo que, en palabras de diferentes dirigentes socialistas que fueron apareciendo a lo largo de la jornada, como María González Veracruz o Pedro Saura, solo es un intento de Ciudadanos por encubrir su «sí en diferido» a Rajoy; por mucho que insistan Albert Rivera y los suyos en que no se van a mover de la abstención.

González Veracruz, secretaria de Ciencia y Participación de la Ejecutiva, señaló que se ha visto «casi un sí en diferido» entre ellos y que eso es «lo natural» ya que ambos representan a las «derechas de este país».

«Parece que a Rivera ya no le importa que Rajoy no pueda regenerar este país», declaró Veracruz a Cuatro. «Está más claro lo que lleva diciendo el PSOE desde hace meses: Hay mimbres para que suceda y es responsabilidad de esos partidos de derechas que haya una mayoría parlamentaria». «Rajoy tiene que garantizar un gobierno dentro de los cercanos a su ideología»,

En una primera reacción, fuentes de la Dirección federal ya habían señalado que el PSOE celebra «que por fin Rajoy se haya puesto a trabajar y a caminar con los partidos que pueden ayudarle en la investidura como le veníamos decidiendo desde hace semanas». «Tiene que buscar con las derechas la mayoría que le permita sacar la investidura como sacó las votaciones de la Mesa de la Cámara», recalcaron insisten las mismas fuentes.

La «renuncia» de C's

El PSOE respeta «la decisión del señor Rivera de negociar la investidura renunciando a su petición de que Rajoy no sea el candidato pero le exigimos que respete las decisiones del PSOE y de su comité federal». El principal partido de la oposición, concluían estas fuentes, a diferencia del PP, «no va a criticar ni entorpecer las negociaciones con otros partidos».

Por su parte, el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, reconoció ayer que «el cuerpo me pide que no vayamos a unas terceras elecciones, con total claridad me gustaría que se conformara un gobierno».

No obstante, añadió que la principal responsabilidad es de Rajoy. Considera un «gran desenfoque, situar la responsabilidad en quien no la tiene» y pidió que «nadie intente marear». «Pedro Sánchez no tiene la responsabilidad. La responsabilidad en estos momentos la tiene el señor Rajoy, intentar sumar a alguien a un proyecto e intentar conformar un acuerdo», enfatizó Puig, al tiempo que advirtió que el candidato ‘popular’ «debería, desde luego, dar pasos mucho más firmes».

Ante de la cita entre Rajoy y Rivera, habló en Cope el portavoz del Grupo Socialista en el Senado, Óscar López, quien señaló que la posición del PSOE seguirá siendo no, «nunca jamás y todo lo que quieran añadir», hagan lo que hagan PP y C’s. «Le invito a que (Rajoy) trabaje de verdad y no haga planteamientos tan ridículos como el de ayer, de empezar la casa por el tejado», dijo López en alusión a la reunión de Rajoy con el líder socialista Pedro Sánchez.

López recordó que cuando el PSOE intentó formar gobierno el pasado febrero Rajoy fue el último líder al que vio Sánchez, porque no iba a pedirle el apoyo. «El PSOE tiene fijada una posición que entiendo que es lo más razonable: votar no a la investidura del señor Rajoy, igual que el señor Rajoy votó no a la del señor (Pedro) Sánchez, porque son partidos que no han gobernado juntos nunca ni se han dado apoyo a nivel nacional porque son alternativa». Es más, los socialistas no se plantean convocar de nuevo en agosto una reunión del Comité Federal para virar del «no» a la abstención y facilitar así que haya gobierno.

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