Un PP nervioso espera que Cifuentes aclare su máster

Génova se sume en la preocupación por el desgaste de su líder: «Debió haber atajado esto hace diez días»

Cifuentes, en el debate del estado de la región de 2016 abc
Itziar Reyero

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Nadie en la dirección nacional del PP se explica cómo Cristina Cifuentes , una de sus líderes mejor valoradas, se ha visto envuelta en semejante tormenta desatada por un asunto académico, ajeno a su actividad política. Pero del estupor inicial en Génova 13 se ha pasado a la preocupación extrema tras ver cómo la dirigente madrileña, hasta hace poco en las quinielas para suceder al propio Mariano Rajoy, sufre un desgaste galopante que cuestiona incluso su futuro político inmediato mientras ella se muestra incapaz de taponar la hemorragia de credibilidad.

Las dudas sobre su máster cursado en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos no han cesado desde que el pasado 21 de marzo eldiario.es informara de presuntas irregularidades en su tramitación. El centro educativo ha abierto una investigación y la Conferencia de Rectores designó ayer a dos expertos ajenos para supervisar el proceso . Pero a falta de pruebas concretas, políticamente el asunto sigue siendo letal para el PP. La oposición en la Asamblea coquetea ya con la idea de derribar a Cifuentes en una moción de censura que tendrá que autorizar Ciudadanos, su socio en Madrid. Para eso serán decisivas las explicaciones que Cifuentes ofrezca mañana en un Pleno extraordinario de la Asamblea.

Rajoy confía en ella

Según fuentes de la dirección del PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid conserva la confianza plena de Rajoy y oficialmente el partido mantiene que es víctima de una «cacería» de la oposición. Sin embargo, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Génova es la desaparición de Cifuentes de la escena pública durante toda la semana, cuando precisamente la presidenta madrileña se ha caracterizado por no coger vacaciones desde que asumió el puesto, en verano de 2015, y por dar la cara ante los problemas de corrupción que heredó en el PP de Madrid. No es propio de ella, reconocen en Génova, donde un portavoz oficial admite que la inquietud es total. «Debió haber atajado esto hace diez días» , señalan en el PP, donde destierran la hipótesis de «fuego amigo».

Lo cierto es que en pleno ascenso de Ciudadanos, los estrategas del PP nacional se lamentan ante la evidente quiebra de una de sus políticas referentes. Todo por un máster universitario cursado, según las informaciones de eldiario.es de manera irregular, cuando ya era delegada del Gobierno, en 2012. La última sospecha publicada ayer por el digital es cómo pudo Cifuentes matricularse un máster que arrancó tres meses antes, y pese a que se exigía asistencia a clase.

«No ha falsificado nada»

En la dirección nacional admiten que todavía existen muchas dudas sobre el expediente tramitado entre presuntas irregularidades y esperan que la presidenta madrileña dé «un golpe de mano» cuanto antes. Una de las claves, reconocen en el PP, es si Cifuentes será capaz de mostrar su trabajo de fin de máster. La presidenta madrileña no lo encuentra, pero confía en que la Universidad sí lo haga, y pronto.

A poder ser, antes del Pleno extraordinario convocado mañana a las 16.30 horas en la Asamblea de Madrid, donde Cifuentes deberá dar explicaciones públicas, forzada por la oposición. «Cristina se va a someter a un octavo grado», aseveró ayer su equipo, que desvía las dudas surgidas en la tramitación del título a la Universidad Rey Juan Carlos. «Se le exigen muchísimas explicaciones a Cifuentes que deberían pedirse a la Universidad» , aseguran apuntando a una posible negligencia de la administración universitaria. «Ella no ha falsificado nada», añaden, convencidos de que todo se aclarará y que Cifuentes ganará las querellas presentadas contra los periodistas que han desatado este escándalo, y que está ultimando con su abogado.

Pero mientras tanto, Génova mide mucho sus apoyos públicos a Cifuentes. «Vamos a escuchar ese pleno» , señaló ayer el vicesecretario Javier Maroto, que defendió públicamente la «raza» política de Cifuentes y su compromiso por la transparencia. Hasta ahora, ha sido la secretaria general, María Dolores de Cospedal, la que más le ha defendido denunciando que existe una cacería contra ella. Rajoy, que ayer no reunió a su comité de dirección por encontrarse en Pontevedra, eludió hace unos días referirse a este asunto ante los periodistas. El PP aguarda con inquietud el pleno de mañana.

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