CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Podemos secunda a ERC y boicotea la nueva comisión territorial en el Congreso

La formación populista y el PDECat dejarán sus sillas vacías, mientras el PNV lo sopesa

Iglesias y Rufián ríen en el Congreso de los Diputados en una imagen de archivo ÁNGEL DE ANTONIO
Ana I. Sánchez

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Tras varias semanas amenazando con ello, Podemos han decidido finalmente no participar «de momento» en la nueva comisión para la modernización del Estado autonómico impulsada por el PSOE en el Congreso de los Diputados.

La formación morada sigue así los pasos de ERC y boicotea el nacimiento del primer órgano de diálogo creado en democracia dentro del Congreso para debatir la reforma del modelo territorial. Como objetivos más concretos, la nueva comisión pretende buscar soluciones negociadas a la crisis catalana y consensuar conclusiones sobre el funcionamiento del Estado que sirvan para poner en marcha después una reforma de la Constitución. Dos de las reivindicaciones más importantes que enarbola Podemos.

La formación morada argumenta, en cambio, que «no se dan las condiciones para dialogar por la declaración de independencia y la aplicación del artículo 155 », pero al mismo tiempo sigue defendiendo una solución negociada. Eso sí, subraya que «si las condiciones cambian» podrían pedir su ingreso en la comisión.

Mediación de UPN

El PDECat ha optado también por no participar por ahora en la comisión aunque deja la puerta más abierta que Podemos a una posible participación futura. Y es que el partido catalán sí ha comunicado a la presidenta del Congreso, Ana Pastor , que le corresponde la portavocía adjunta del Grupo Mixto en este nuevo órgano, como gesto político de una participación futura.

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en su reunión en La Moncloa el 2 de octubre JOSÉ RAMÓN LADRA

Lo que no hace es indicar cuál de sus diputados será el que la ocupe para dejar claro que de momento no formará parte de la misma. El portavoz de UPN, Iñigo Alli, defendió ante el resto del Grupo Mixto la concesión de este espacio al PDECat con el objetivo de que los nacionalismos puedan participar en la comisión.

Podemos no ha realizado comunicación alguna a Pastor, más allá de pedir dos prórrogas «sine die» para este órgano. El PNV, por su parte, no ha tomado aún una decisión definitiva y, como viene siendo habitual, podría esperar al último momento para hacerlo.

Fuentes del grupo insisten en que no existe el clima adecuado para poner en marcha ningún diálogo territorial y no descartan que su silla quede también vacía, aunque sería la primera vez que este grupo opte por el boicot a un órgano institucional.

Nunca es «buen momento»

La nueva comisión se constituirá la semana que viene o la siguiente y lo hará sin el bloque proindependentista, el gran actor de la crisis catalana. La sensación generalizada en el Congreso es que no cabe esperar grandes hazañas de esta comisión. No tanto por el clima existente sino por las grandes diferencias políticas existentes entre los partidos ante el modelo territorial.

A pesar de ello, el impulsor de la iniciativa, PSOE, sigue mostrando convencimiento en esta comisión. Fuentes del grupo admiten que su deseo es que todos los grupos participen pero subrayan que no temen la imagen que ofrecerá la nueva comisión el primer día, con las sillas vacías del nacionalismo.

A pesar de ello, el impulsor de la iniciativa, PSOE, sigue mostrando convencimiento en esta comisión

«Los que tienen que estar preocupados son los que no se sentarán en ella. ¿Es coherente que alguien que reclama diálogo, le dé la espalda al diálogo en la sede de la soberanía popular? A ver cómo lo explican», subrayan. En cuanto a las peticiones de prórroga reclamadas por el independentismo, las rechazan de plano.

«Desde hace dos años no es un buen momento y nunca va a ser un buen momento según están las cosas», subrayan. La noticia de que tanto Podemos como el PDECat no participarán en la comisión irrita a los socialistas, pero también la minusvaloración de Ciudadanos a este nuevo órgano.

Una pose que achacan al deseo de su presidente, Albert Rivera, de ser quién abra la reforma constitucional. «Lo importante debe ser que la oportunidad se ha abierto y no podemos desaprovecharla», defienden. Con este clima, todo apunta a que tendrá que ser el PSOE el que asuma la presidencia de la propia comisión que ha impulsado. Algo de lo más excepcional en el Congreso.

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