El nuevo tripartito aprueba que la denominación oficial de la capital balear vuelva a ser solo «Palma»

El equipo de gobierno del consistorio palmesano ha aprobado en el pleno de este jueves cambiar la denominación oficial de la capital balear, que volverá a ser «Palma» en lugar de «Palma de Mallorca». En la actualidad, gobierna en la ciudad un tripartito integrado por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos. El alcalde hasta mediados de 2017 será el socialista José Hila, que en ese momento cederá su cargo a Antoni Noguera, de MÉS.

La denominación de «Palma de Mallorca» había sido aprobada en noviembre de 2011 por el anterior equipo de gobierno municipal, que presidió el popular Mateo Isern. Con posterioridad, en marzo de 2012, esta decisión fue validada por el Parlamento balear, tal y como establece la Ley de Capitalidad.

Isern compareció entonces en la Cámara autonómica, en donde señaló que «Palma, Palma de Mallorca y Ciutat son nombres que designan por igual a la capital de Mallorca», si bien puntualizó que tanto en el resto de España como fuera del país la ciudad suele ser nombrada con el topónimo que los populares decidieron hacer oficial.

El actual concejal de Cultura, Miquel Perelló, de MÉS, ha defendido en el pleno de este jueves que la denominación de «Palma» estaría vinculada a los orígenes de la ciudad. «Los romanos fundaron la ciudad con el nombre de Palma», ha señalado. Por su parte, tanto el PP como Ciudadanos han rechazado los argumentos presentados por los integrantes del tripartito. A partir de ahora, como ocurrió hace cinco años, el cambio de denominación deberá ser validado por el Parlamento balear.

El escritor mallorquín Joan Mas Quetglas explicó en su libro «Historia de la ciudad de Palma» (Editorial Moll, 1998) que «pocas ciudades del mundo han experimentado tantos cambios de nombre como Palma». Para el Imperio Romano la ciudad fue «Palma», mientras que para los musulmanes fue «Madina Mayurqa» («Ciudad o Capital de Mallorca»). Tras la liberación de la capital isleña por parte del rey Jaime I de Aragón, en 1229, fue asentándose poco a poco y coloquialmente la denominación «Ciutat de Mallorca». Finalmente, a partir del siglo XVIII, la ciudad fue designada habitualmente como «Palma» en los documentos oficiales.