Salvador Sostres - Todo irá bien

No me haga daño

Salvador Sostres
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Y al final, el presidente de la Generalitat, el que no tenía nada que hablar con un presidente del Gobierno en funciones, acudirá a postrarse a La Moncloa ante la evidencia de que el Estado existe, y la jerarquía, y que no tienen ni la fuerza electoral para romperlo, ni para saltárselo, ni para nada más que para dimitir de cualquier chulería y asumir la realidad.

Se ha acusado a Rajoy de no hacer nada, de indolente, de vago. Unos le han insultando reclamándole desfiles militares, y los del otro lado llamándole poco menos que fascista por «no moverse» y por «no ofrecer nada». Pero Mas ha caído en el olvido, el independentismo nunca ha llegado a ser mayoritario, y ante las primeras dificultades se ha resquebrajado, y tanto Convergència como Esquerra, que tanto habían prometido bloquear la política española si no se les concedía el referendo secesionista, se entregan hoy gratis total a Pedro Sánchez y a Podemos, renunciando a sus otrora insalvables condiciones soberanistas, con el único objetivo de echar a Rajoy a Montoro, lo que constituye una prueba inequívoca de que ni Rajoy era un vago, ni un indolente y sabía perfectamente lo que quería, y lo ha conseguido.

Una Generalitat colapsada, un independentismo debilitado y con unos líderes políticos entre impotentes y cobardes, y muy especialmente un presidente que durante sus cien días en el cargo no ha hecho más que dar vueltas sobre sí mismo y retroceder, es el resumen de lo que se encontrará el presidente Rajoy mañana, gracias a la paciencia y a la inteligencia con que ha sabido manejar una situación que no era nada fácil, y menos con las histéricas gritando desde sus respectivos bandos.

Sánchez, Rivera e Iglesias visitaron a Puigdemont para mercadear con abstenciones y apoyos y posibles ministros de Hacienda, y facilidades de pago. Pero es Puigdemont quien irá a ver a Rajoy y es el independentismo el que ha retrocedido, cedido, ofrecido como una mercancía gratis como esos llorones que dicen: «Por favor, no me haga daño».

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