Artur Mas, líder de CDC
Artur Mas, líder de CDC - EFE

Mas refundará CDC para tratar de huir de la corrupción y los recortes

Fracasa el acto secesionista en favor del pacto entre Artur Mas y la CUP

Barcelona Actualizado: Guardar
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CDC anunció ayer domingo que se convertirá en Democràcia i Llibertat. Si ya en las elecciones autonómicas del 27-S Convergència diluyó sus siglas en una lista transversal denominada Junts pel Sí, a las generales del 20-D acudirá con una candidatura llamada Democràcia i Llibertat, en la que participan también exdirigentes de Unió identificados con el ideario secesionista.

Sin embargo, parece que esta vez el partido asiste a su refundación definitiva, pues CDC desea soltar lastre de una marca identificada con la corrupción y los recortes sociales. Artur Mas aseguró ayer precisamente que Democràcia i Llibertat es la «semilla» de un partido nuevo «en un país nuevo».

Por otra parte, el apoyo social al independentismo se desinfla. Lo dicen las encuestas y también las movilizaciones callejeras.

Apenas un millar de personas, según la Guardia Urbana, acudieron ayer a la concentración convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para instar a Junts pel Sí y la CUP a cerrar un acuerdo sobre la investidura de Artur Mas como presidente de un Gobierno, llamado a construir una nueva república catalana independiente.

El apoyo social al independentismo se desinfla

El acto tuvo lugar en el parque de la Ciudadela, donde está ubicada la sede del Parlamento catalán. A diferencia de otras manifestaciones secesionistas organizadas por la ANC, la de ayer tuvo escaso éxito y repercusión.

Con la estelada como bandera, la necesidad de acuerdo como lema y muchas pancartas con la frase «Somos soberanos», los asistentes presenciaron la lectura de la declaración de ruptura que, el pasado 26 de octubre, fue aprobada en la Cámara autonómica con los votos de Junts pel Sí y la CUP.

En este documento, ambas formaciones se comprometen a ejercer la desobediencia ante las instituciones españolas, y sobre todo ante el Tribunal Constitucional -párrafo inspirado por los antisistema-, pero también a dialogar con el Gobierno -una previsión que Convergència invoca estos días de precampaña de las generales-.

«Empecemos diciembre con una nueva persona que garantice un gobierno para seguir avanzando»

El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, fijó el 27 de noviembre -fecha en la que se cumplen dos meses de la celebración de las elecciones catalanas- como fecha límite para que los partidos independentistas se pongan de acuerdo y, de esta forma, «empecemos diciembre con una nueva persona que garantice un gobierno para seguir avanzando».

«Más fuertes que nunca»

«Sabemos que lo veremos, sabemos que continuaremos el trayecto, sabemos que en otros momentos también ha habido incertidumbres y sabemos que en esos momentos hemos salido más fuertes, más cohesionados y más unidos que nunca», dijo Sánchez, quien descartó un nuevo adelanto electoral.

Ni Mas, ni Antonio Baños ni Oriol Junqueras, protagonistas de las negociaciones, acudieron a la concentración popular. El líder convergente asistió a la presentación de las listas de la coalición Democràcia i Llibertat, con la que CDC concurre a las generales. Aprovechó para arremeter de nuevo contra el Gobierno, al que acusó de querer «barrer» y de «residualizar totalmente» a Cataluña. De ahí que su formación, a diferencia de la CUP, se presente en los comicios del 20-D.

ERC, que también acude a esas elecciones separada de Convergència, celebró asimismo la presentación de su candidatura. Estuvo presente su líder, Oriol Junqueras, quien consideró «muy importante» que las elecciones generales del próximo 20 de diciembre «vayan muy bien, porque es la manera de acelerar» el proceso soberanista, aunque ha querido dejar claro que «la independencia ya se ganó el 27 de septiembre».

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