Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP
Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP - IGNACIO GIL
ENTREVISTA CON EL NÚMERO TRES DEL PP

Martínez-Maillo: «A Rivera se le volverá en su contra actuar de justiciero»

Principal interlocutor en la crisis de Murcia, dice que hay «un acuerdo cerrado» con Ciudadanos para que Pedro Antonio Sánchez retenga el acta

Madrid Actualizado: Guardar
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El Partido Popular acaba de vivir su particular Semana de Pasión con Ciudadanos, «socio prioritario» que dejó caer al Gobierno en la reforma de la estiba y le ha forzado en Murcia a sacrificar a uno de sus cinco presidentes autonómicos. El coordinador general de Génova Fernando Martínez-Maillo (Zamora,1969) acepta con resignación la penitencia de haber tenido que apartar a Pedro Antonio Sánchez, pero promete revancha en las urnas a quienes «actúan de justicieros» condenando por corrupción antes de que los tribunales hablen. «Se va a volver contra ellos mismos», avisa a Albert Rivera.

—¿Cómo de irritado está con Cs tras la crisis en Murcia y la estiba?

—No nos irritamos. Tenemos un acuerdo de investidura, no es de gobierno.

Ellos hacen su papel y nosotros el nuestro. Respetamos su posición aunque no la compartamos. Actuar de justicieros no dejando que la Justicia actúe con normalidad creo que al final se va a volver contra ellos mismos.

—¿Cree que el discurso de ejemplaridad le pasará factura a Rivera?

—Se volverá en su contra porque la experiencia enseña que cuando uno juzga antes de tiempo acaba siendo juzgado por los demás.

—Promete revancha en las urnas. ¿Considera que la baza electoral de la corrupción está amortizada?

—La corrupción nos ha hecho mucho daño. Perder muchísimos votantes. Es evidente que somos el partido al que más ha afectado.

—¿Y han tocado suelo? ¿Ya ha purgado el PP por la corrupción?

—Hemos pagado. Y la sociedad sabe reconocer que hemos tomado muchas medidas legislativas y estamos actuando contra la corrupción. Queremos dar la batalla de ser duros pero ser justos. Tenemos que echar a los corruptos, pero no podemos hacer pasar por corrupción lo que no es. Hay que decir a la gente la verdad. Por eso hacemos esa apelación a las elecciones. Vi a 300 personas llorando en esa junta directiva (del PP de Murcia) porque lo veían una injusticia. La mejor forma de combatir esa injusticia será en las elecciones.

—Entonces, ¿aspiran a capitalizar en las urnas lo de Murcia?

—Ciudadanos está utilizando a Pedro Antonio como un instrumento para atacar al PP. Esa rabia hay que transformarla en positivo para ganar. Esto se produce porque nos quedamos a un escaño de la mayoría absoluta. Para que no se cometa otra injusticia es importante no estar sometidos a los caprichos de un partido que en un sitio dice una cosa y en otro sitio dice otra. Simplemente porque le interesa atacar mucho más al PP que a otros partidos.

—¿Les ha pesado con Sánchez la mala conciencia con el trato recibido por Rita Barberá?

—No le dejo de reconocer que el caso de Rita, todo lo que sucedió, la manera en la que sucedió ha dejado una huella importante en el PP. No se trata de revisar si lo hicimos bien o mal. Hicimos lo que teníamos que hacer. Pero ha dejado huella y eso se vio en el congreso nacional. Nos pesa.

—¿Podrá retener su acta de diputado?

—Sin duda va a mantener el acta de diputado. Y por supuesto es el presidente del PP de Murcia. Cuando se produjo el desenlace se acordó que dejara la presidencia pero que mantuviera el acta. Es un acuerdo cerrado con Ciudadanos del que fui protagonista, la tarde lunes. Sería el colmo que además de tener que dejar la presidencia le tuviéramos que echar de Murcia.

—¿A cambio el PP acelerará el fin de los aforamientos?

—No decimos que no, pero somos prudentes. Hay mucha demagogia con los aforamientos. Queda muy bien, pero es discutible que sea un instrumento para luchar contra la corrupción. Entre otras cosas porque mientras exista la posibilidad de que un partido político pueda presentar una querella contra otro que gestiona recursos públicos, que firma decenas de resoluciones al día, es muy complicado. Porque podemos caer en la trampa de utilizar a la justicia como instrumento para desacreditar al contrario bajo el argumento de que con una imputación te vas fuera, y da igual si luego te la archivan. Ya has hecho daño.

—¿No apoyarán entonces la reforma que pide Ciudadanos?

—Requiere una reflexión global. Hay aforamientos en otras partes de Europa y son útiles. Habrá que ver a quién se le puede aplicar, en qué casos, si son cuestiones personales como un control de alcoholemia o causas políticas. Estamos dispuestos a hablar, pero no a hacer tabla rasa, decir que todo aforamiento es malo, no es cierto. Es un debate complejo, pero un partido histórico como el PP que defiende los intereses de España debe decirle la verdad a la gente, no solo lo que es bonito de escuchar como hacen algunos partidos, con habilidad, por cierto.

—¿Pide impedir que los partidos presentes cargos contra los rivales?

—Sería un avance muy importante que se limitara a los partidos el ejercicio de la acusación popular, regularlo. ¿Para qué? Para evitar las vendettas políticas. Es muy fácil presentar una querella y que te imputen.

—Es evidente que la confianza PP-CS se ha quebrado. Rajoy y Rivera no se entienden. ¿Esto es reconducible?

—Cualquier relación así sufre altos y bajos pero es reconducible. Nunca se ha perdido. Hablamos a diario, pese a las diferencias.

—Da la sensación de que negociando se entienden mejor con otros, se fían más de PSOE o el PNV, pese a todo...

—Nosotros preferimos tener un buen acuerdo con el PSOE, sin duda. Porque es un partido histórico, ha gobernado, tiene un sentido de Estado constatado por el paso de los años. Y nos gustaría que ese acuedo fuera mucho más constante. Garantizaría mucho más la estabilidad del país. Tenga en cuenta que el acuerdo con Cs tampoco suma.

—¿Aspiran a entenderse con Ferraz, gane quien gane las primarias?

—Ojalá. Es nuestro deseo. Como país sería un gran mensaje que PPy PSOE llegáramos a grandes acuerdos. Sería muy positivo para España.

—¿No me va a decir su favorito en las primarias?

—No, no queremos perjudicarle (risas). No voto ni opino.

—Sobre Presupuestos, ¿ve desleal que Isabel Bonig los rechace por desinversiones en Valencia?

—Desleal no. No compartimos la declaración institucional del Parlament. Y creo que no lo volvería a repetir. Las cuentas siempre provocan quejas pero debemos ver que, además de cómo afecta a mi carretera, se darán 5.000 millones más a las CC.AA. para mantener los sistemas públicos. Mejora el empleo. De vez en cuando tenemos que quitarlos la boina, todos. Y mirar en clave general.

—¿Pero entiende que sus barones marquen su acento? Como el PP de Biel Company en Baleares y su política lingüística.

—Sí. Somos un partido nacional, con posición común en los temas esenciales. Pero asumimos que debido a la diversidad de este país se defiendan particularidades. Esa mezcla es positiva.

—¿Y por qué en Valencia se recurre al Constitucional el decreto del trinlingüismo y en Baleares se defiende?

—El modelo de Company en lo lingüistico es el modelo que propone Feijóo en Galicia. Hay mucha literatura:se intenta dibujar al PP balear como un partido pseudonacionalista. Y eso es incierto. Es un partido nacional que defiende los intereses insulares, lógico. Yo también soy regionalista de Zamora. Hay que combinarlo.

—Escuchando a Rajoy fían su éxito en las autonómicas de 2019 a la recuperación económica.

—Sí. Esa es la lluvia fina que cala todos los días en la vida de las personas. No los grandes eslóganes que utilizan algunos para tratar de confundir la realidad. Yo estoy todos los días en los bares, en la calle y a mí me preguntan por el empleo, educación, sanidad...

—¿Y le llega la crítica de que este es un partido desidiologizado?

—Pues a mí no.

—En el congreso del PP nacional se difuminaron algunos

—El PP tiene una base ideológica muy fuerte pero también tiene que ir evolucionando, como cualquier parte de la sociedad. Se producen algunos debates (en los congresos) siempre por los mismos que no se corresponden por la realidad del conjunto de los militantes.

—¿Cómo ha cambiado su trabajo en términos de poder?

—Se ha intensificado, pero me sigo considerando un político de provincias.

—¿Habla más con Rajoy o Cospedal?

—Con los dos muchísimo. No sumo las llamadas ni encuentros. Están permanentemente informados de lo que pasa y participan en los temas más relevantes. Sabiendo quién es presidente, secretaria o coordinador.

—Las cicatrices se las lleva usted.

—Estoy para cicatrices. Es necesario.

—Rajoy dice tener «175 votos y medio» para los Presupuestos. ¿Está hecho el pacto con el PNV?

—No... Lo que quería decir es que tenemos mimbres para hacer el cesto. No está conseguido, pero las negociaciones están muy avanzadas. Hemos tenido que ir sumando apoyos. Con Ciudadanos y Coalición Canaria hay acuerdo, con PNV...

—¿Se da por hecho?

—En política hay que dar pocas cosas, pero está muy avanzado.

—¿Es posible un entendimiento con el PNV más allá de los PGE?

—Yo creo que sí.

—¿Puede ser un socio fiable de largo alcance?

—Socio permanente no es. Porque ni él quiere ni nosotros lo hemos planteado. Se buscan acuerdos en temas concretos. Es una opción válida como nosotros lo somos para apoyarles en el País Vasco. Por el interés general. Para unos presupuestos moderados en lo impositivo que no estén sometidos a la radicaliad de Bildu.

—¿Hay un compromiso con el PNV en dejar fuera de la agenda política a ETA y sus presos?

—En la negociación del PNV sobre Presupuestos y otras cuestiones parlamentarias del día a día este tema no entra.

—No en el marco de la negociación presupuestaria, pero sí que han hablado de presos, como publicó ABC.

—Evidentemente, pero queda al margen de ninguna negociación. El tema de los presos no entra ni siquiera en el debate político.

—¿Cree que veremos un acercamiento de presos esta legislatura si ETA se disuelve?

—Lo que pedimos a ETA es su disolución y la entrega de las armas, de todas. Que pida perdón a las víctimas. Hay más de 300 asesinatos sin resolver. Hay muchas cosas por hacer, también en el relato. Algunas fotos buscan que el relato se equivoque. Pero aquí hay que recordar que ha habido unos que mataron y venció el Estado de Derecho.

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