Fernando Martínez Dalmau, durante la entrevista con ABC
Fernando Martínez Dalmau, durante la entrevista con ABC - Malena Delgado

Manos Limpias«Los 110.000 euros tenían que ser para el sindicato, no para ellos»

Fernando Martínez Dalmau, empresario y exmiembro de Manos Limpias, abandonó el sindicato decepcionado con las prácticas financieras

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El empresario Fernando Martínez Dalmau fue durante diez años el colaborador más fiel del secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad. Dejó el sindicato desilusionado cuando vio que las cuentas no estaban claras.

—Usted vivió en primera persona los hechos que se investigan, la colecta de los afectados de Afinsa, ¿cierto?

—Sí. Lo de Afinsa fue la entrada de Virginia López Negrete en Manos Limpias. En ese momento nadie en el sindicato la conocía. A mí me la presenta Miguel, me dice que es una amiga suya de Valladolid y que va a colaborar con nosotros como abogada. Ahora, con lo que sé, entiendo que ella veía en esta historia un nutriente para ella y posiblemente para Miguel.

—¿Para quién eran los más de 100.000 euros que aportaron los estafados?

—A mí Miguel y Virginia siempre me dijeron que eso era para Manos Limpias, totalmente. Yo estuve en una asamblea con los afectados de Afinsa y allí se dijo que Manos Limpias iba a llevar la acción popular. No se dijo Miguel, Virginia ni nadie. Esto era Manos Limpias, para Manos Limpias y con gente de Manos Limpias.

—Bernad dice que ha usado el dinero para pagar deudas del sindicato.

—No, no lo creo, porque a mí me pide personalmente dinero cuando esto ha saltado por los aires. Me pide un dinero y me dice textual que sólo puede recurrir a mí –«por favor déjamelo»– y se lo dejo. Me dice que es para pagar todas las cosas de Manos Limpias. Esto ocurre después de cobrar lo de Afinsa, por lo que empiezo a preguntarle qué ha pasado con ese dinero.

—¿Qué respuesta le dan?

—Miguel me decía «olvídate, Fernando, olvídate». Entonce sospecho e insisto. Al final me dice textualmente «eso ha sido un mal negocio, una mala inversión». No sólo me lo ha dicho una vez, sino varias.

—¿Un negocio de quién?

—De ellos. Yo le digo «¿qué me estás contando Miguel? Porque si tienes un mal negocio y una mala inversión, es tu mal negocio y tu mala inversión, no de Manos Limpias». Además, también hubo un engaño procesal.

—Porque los recursos que presentaron eran una vía ya rechazada por los tribunales, no es así?

—Correcto. Era una acción que ya entendíamos todos como materia juzgada. Punto pelota. No se podía recurrir a instancias superiores. Les dije que era una barbaridad cobrara más de 100 euros a cada estafado de Afinsa, que lo habían perdido todo, y también les dije que si esto se descartaba había que devolver ese dinero.

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