El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach
El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach - EFE

Horrach, el hombre que impulsó la investigación del caso Nóos

El fiscal Anticorrupción ha trabajado con anterioridad en otros casos de presunta corrupción, vinculados a UM o al PP

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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Cuando el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach considera, en un juicio, que una factura ha sido falsificada, que se han desviado fondos o que se ha realizado cualquier otra actuación presuntamente irregular, el acusado sabe que deberá emplearse muy a fondo, pero mucho, mucho, en sus respuestas. Los abogados, por su parte, conocen bien que Horrach nunca da puntada sin hilo y que antes de hacer una pregunta concreta habrá pasado muchas horas analizando todos los recovecos posibles —o imposibles— del caso investigado, por lo que también saben que deberán emplearse muy a fondo, pero mucho, mucho, en sus defensas.

Nacido en el municipio mallorquín de Sa Pobla en 1966, Horrach se incorporó a Anticorrupción hace una década, procedente de la Fiscalía de Menores.

En sus momentos de ocio, cuando deja de analizar y de escudriñar los cientos o miles de documentos de cada caso, le gusta escuchar música. Entre sus grupos favoritos se encuentran Los Secretos o Fito y los Fitipaldis. Además, también le gusta ir en moto. Horrach es un motero de ley, como no podría ser de otra forma, por eso tiene en su garaje una Harley Davidson.

Horrach empezó a ser realmente conocido a nivel nacional a principios de 2010, a partir de la instrucción del caso Palma Arena, al igual que sucedió entonces con el juez José Castro. Todavía se recuerdan hoy los apuros que pasó en su momento el expresidente Jaume Matas para intentar responder a las preguntas formuladas por ambos. En aquella época, Horrach se estaba ocupando también, en colaboración con el fiscal Juan Carrau, de diversos casos de presunta corrupción que afectaban a Unió Mallorquina (UM) y a su antigua presidenta, Maria Antònia Munar. Seguramente, ni Munar ni Matas guardan muy buen recuerdo de ambos fiscales, sobre todo de su investigación.

La exlíder de UM acabó siendo condenada por el caso Can Domenge y por el caso Maquillaje. En estos momentos, Munar está cumpliendo una pena global de once años y medio de prisión. Bastante más leve resultó finalmente la primera condena de cárcel para Matas, de sólo nueve meses, por una de las 27 piezas separadas del caso Palma Arena. Los destinos de Matas y de Horrach han vuelto a cruzarse, sin embargo, en otras piezas, incluida la que se está juzgando desde hace tres semanas. Pero de momento, Matas aún confía en un posible desenlace favorable para él en el caso Nóos.

Curiosamente, el mayor perjuicio que ha causado este caso hasta ahora ha sido la fractura de la buena amistad que mantenían desde hacía años Horrach y Castro. La ruptura se produjo cuando el juez consideró que Doña Cristina debía seguir imputada y el fiscal pensaba que no debía ser así. En aquel momento, las cañas se tornaron lanzas especialmente puntiagudas contra Horrach, que pasó de héroe a villano en apenas un instante, el que se necesita para clicar un comentario y publicarlo a continuación en los digitales o en alguna red social. Quizás pocos recuerden hoy que fue precisamente Horrach quien impulsó toda la investigación del caso Nóos y que sin su trabajo previo no habría habido ahora este juicio.

Hombre de carácter más bien tranquilo y reflexivo, Horrach no puede evitar a veces expresar cierta irritación o cansancio, sobre todo ante las afirmaciones de algunos acusados, como puede verse estos días en el desarrollo de las maratonianas sesiones del caso Nóos. A su lado, se encuentra la fiscal Ana Lamas, que también ha intervenido ya en varias sesiones. Forman sin duda un buen tándem, que trabaja codo con codo en esta causa judicial. Podríamos decir, en ese sentido, que «tanto monta, monta tanto, Horrach como Lamas preguntando». Si se nos permite actualizar la mítica leyenda atribuida a los Reyes Católicos, claro.

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