El embajador de la India afirma que dimite para no perjudicar a Rajoy

Gustavo de Arístegui presentó este domingo al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, su dimisión irrevocable como embajador en la India después de que se publicaran unas informaciones sobre el presunto cobro de comisiones por hacer trabajos de intermediación para empresas españolas en el exterior.

La dimisión de Arístegui, que en principio debería permanecer en su cargo hasta abril del año próximo en que se cumplirán cuatro años de su nombramiento, se produjo la víspera del debate que esta noche mantendrán Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en la Academia de Televisión.

Arístegui, que en 2008 no estuvo entre los más partidarios de la reelección de Rajoy como presidente del PP, vio frustradas, pese a haber sido el portavoz de Asuntos Exteriores en el Congreso, sus esperanzas de lograr un puesto en el Gobierno o el nombramiento para una de las principales embajadas españolas.

Su designación para ocupar la Embajada de la India fue visto como un premio por debajo de sus expectativas. Pese a ello, Arístegui asegura que ha tomado la decision de dimitir para «no perjudicar ni al gobierno ni a su presidente en plena campaña electoral» ante la «campaña de destrucción» orquestada contra él.

«Ataques repugnantes»

En la carta que dirigió a García-Margallo, a la que tuvo acceso Efe, el diplomático lamenta los «ataques repugnantes» a su honor y profesionalidad, y justifica su renuncia por la «sucia utilización partidista en campaña» de las informaciones que le relacionan con supuestas comisiones cobradas para lograr contratos para compañías españolas.

«Quiero subrayar de forma contundente -agrega- que las informaciones aparecidas sobre mis actividades privadas cuando era diputado nacional, son o falsas, o manipuladas o medias verdades». Y asegura que va a dedicarse en cuerpo y alma a defenderse por su honor, su buen nombre y el de su familia.

Gustavo de Arístegui explica que, con su renuncia, quiere tener completa libertad para poder defenderse como funcionario de la Carrera Diplomática, «a la que -señala- me honro en pertenecer desde 1989», y también como ciudadano con todos sus derechos. En un Estado de Derecho, recuerda, «debería primar la presunción de inocencia y no el linchamiento mediático».

«Ha sido un honor servir a España estos casi cuatro años y creo que en esta legislatura hemos relanzado las relaciones bilaterales en todos los sectores. Espero de corazón haber estado a la altura del desafío de este gran puesto», señala.

La pasada semana «El Mundo» y la Cadena «Ser» publicaron que Arístegui y el diputado del PP Pedro Gómez de la Serna, cobraron comisiones millonarias en el extranjero por contratos para empresas españolas de gobiernos de África y Latinoamérica. En el caso de Arístegui, las informaciones aseguraban que, incluso, cobró 3.660 euros por un informe sobre ese país, cuando ya llevaba ocho meses como embajador en Nueva Delhi.

Nuevos datos

En un primer momento, tanto el Gobierno como el PP salieron en defensa de Arístegui y Gómez de la Serna, y, en este último caso, incluso el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, llegó a decir que no veía ilegalidad en sus actividades privadas y que era «absolutamente normal».

Sin embargo, el goteo de nuevos datos sobre el presunto cobro de las comisiones, llevó el día 9 a la Oficina de Conflictos de Intereses, de Hacienda, a iniciar una investigación. Reclamó al embajador explicaciones sobre las denuncias y le dio un plazo de 15 días para presentar alegaciones. Un día más tarde, la Comisión de Derechos y Garantias del PP les abrió expediente disciplinario para investigar la «veracidad» de las acusaciones.