La alcaldesa de Barcelona Ada Colau conversando con militares en el Salón de la Enseñanza donde se encuentran presentando sus propuestas de bachillerato o universitarios
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau conversando con militares en el Salón de la Enseñanza donde se encuentran presentando sus propuestas de bachillerato o universitarios - EFE
En la cádena Cope

David Gistau contesta a Colau: «La alcaldesa quiere devolver a los militares a la clandestinidad social»

Tras destacar que los militares no perdieron en ningún momento el buen gesto, el columnista de ABC considera que Colau «no quiere que ningún chaval vea ensuciada su pureza con el descubrimiento de que existe una voluntad de servicio

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La hostil actitud de la alcaldesa Ada Colau al despachar de mala gana a dos militares que se acercaron a saludarla en la Feria de la Educación sigue levantando respuestas críticas. Así, la alcaldesa contestó a la pareja de militares: «Ya sabéis que nosotros preferimos como Ayuntamiento que no haya presencia militar en el salón». El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha criticado hoy la actitud de Colau por mostrar una falta de respeto, en lo institucional, y una falta de educación, en lo personal. Morenés, en declaraciones a la Cadena COPE y según un comunicado de esta emisora, ha dicho que el gesto de Colau fue «gratuito» y que «no se puede justificar de ninguna manera».

En defensa de Colau ha salido el ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa José Julio Rodríguez

: «En palabras de Ada Colau no hay desprecio, humillación...», ha escrito el ex-JEMAD en su cuenta personal de Twitter, en la que además recuerda que la alcaldesa ha cumplido con la declaración aprobada en el Pleno municipal del pasado 26 de febrero.

Frente al desprecio de Colau, David Gistau, columnista de ABC, ha querido contestar a la alcaldesa en el espacio «La puntilla de David Gistau», que tiene en el programa de Carlos Herrera. Tras destacar que los militares no perdieron en ningún momento el buen gesto, ni la educación ni la sonrisa, Gistau considera que «la alcaldesa no quiere presencia militar en los espacios públicos, porque quiere devolver a los militares a los aparcamientos, a esa clandestinidad social de otro tiempo». «No quiere que ningún chaval vea ensuciada su pureza con el descubrimiento de que existe una voluntad de servicio, que ha convertido el ejército en una de las instituciones más sólidas y respetadas en plena de la descomposición española».

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