Francina Armengol, presidenta del Gobierno balear
Francina Armengol, presidenta del Gobierno balear - EFE

Armengol, o donde dije Pedro digo Patxi

La presidenta balear fue a lo largo de 2016 uno de los apoyos más firmes del exsecretario general del PSOE y de su política del «no es no»

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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Entre las virtudes políticas de la socialista Francina Armengol —que sin duda las tiene— cabría preguntarse si se encuentran también la coherencia y la lealtad, o al menos en los niveles que seguramente serían deseables o exigibles en la política o en la vida. La presidenta del Gobierno balear fue a lo largo del pasado año uno de los apoyos más firmes del entonces secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y de su política del «no es no» ante la eventual posibilidad de que Mariano Rajoy pudiera ser investido como presidente del Gobierno gracias a la abstención de los socialistas. Sin embargo, en unas pocas semanas ese apoyo a Sánchez parece haberse difuminado hoy ya casi por completo.

En una entrevista concedida este lunes a Onda Cero, Armengol ha señalado que tiene dudas acerca de que Sánchez pueda ser «la persona adecuada» para dirigir el partido, por lo que le parecería lógico que apoyase ahora la candidatura de Patxi López

, hecha pública oficialmente ayer. Según Armengol, Sánchez sería consciente de la «ruptura a la que llegó el PSOE» meses atrás y de que ahora empieza una etapa en la que «alguien tiene que intentar juntar» a los socialistas «desde una defensa clara del proyecto».

En relación a esa fractura política interna sufrida meses atrás, Armengol tuvo algún tipo de responsabilidad en la misma, con su insistencia en defender la viabilidad de un pacto a nivel nacional entre el PSOE y Podemos, con el apoyo de diversas formaciones nacionalistas. Sánchez llegaría a hacer claramente suyo ese argumento. Armengol ponía entonces como ejemplo de esa viabilidad el acuerdo de gobernabilidad suscrito en junio de 2015 en Baleares entre los socialistas isleños, la coalición econacionalista MÉS y la formación morada.

En ese contexto, cabe recordar que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, afirmó a principios de octubre del pasado año que Armengol estaba teniendo una posición «muy valiente» con su oposición rotunda a una posible abstención del PSOE en la investidura de Rajoy. Ese entusiasmo de Iglesias hacia Armengol no parecía ser compartido, sin embargo, por la mayor parte de los integrantes de la gestora socialista. En cualquier caso, los dos diputados del PSOE por Baleares en el Congreso votaron finalmente «no», junto con 13 diputados socialistas más, al entonces candidato popular en la investidura celebrada en octubre.

Contra la «derecha»

Uno de los argumentos más repetidos por Sánchez en su momento y también por Armengol fue que no se podía dejar gobernar a la «derecha». Sin embargo, esa misma «derecha», en concreto el PP, permitió que Armengol pudiera seguir presidiendo el Consell de Mallorca en el tramo final de la legislatura 2007-2011, después de que en febrero de 2010 Armengol hubiera quedado en minoría en la institución insular.

En los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2007, el PP había quedado a un solo escaño de la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma. Esos resultados permitieron la conformación de tripartitos en las principales instituciones, integrados por el PSOE, la coalición rojiverde BLOC —antecedente de MÉS— y Unió Mallorquina (UM).

A lo largo de aquella legislatura empezaron las actuaciones judiciales contra dirigentes de UM, incluida la primera imputación contra Maria Antònia Munar en noviembre de 2009. Sin embargo, los tripartitos se mantuvieron aún hasta febrero de 2010, tras varios amagos previos de ruptura. En aquella fecha, el PSOE y el BLOC decidieron expulsar a UM de los respectivos equipos de gobierno por la continua aparición de nuevos casos de corrupción en el seno de la formación nacionalista. Fue también en febrero de 2010 cuando Munar dimitió como presidenta del Parlamento balear y anunció su abandono de la política.

Finalmente, quien en aquel momento era el líder de la oposición y presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, optó por permitir que el PSOE y el BLOC pudieran seguir gobernando, ya en minoría, en el Parlamento autonómico, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma, hasta el final de la legislatura. Bauzá señaló entonces que el PP había tomado esa decisión por responsabilidad política e institucional. Por aquellas mismas fechas, en el País Vasco, la misma responsabilidad política e institucional de los populares posibilitó que Patxi López pudiera ser elegido lendakari.

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