Ausencia de Colau en la obra que conecta Barcelona y el aeropuerto de El Prat
Ausencia de Colau en la obra que conecta Barcelona y el aeropuerto de El Prat - Inés Baucells

Los desplantes institucionales de los alcaldes de la izquierda populista

Los nuevos regidores de candidaturas populares suman ya varias faltas de cortesía institucional

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Desde que el pasado 13 de junio la izquierda populista se hizo con los principales ayuntamientos españoles, las formas han cambiado. Más informales, relajados, y por momentos también lejos de los mínimos de cortesía institucional que se espera de quienes representan a sus municipios. Ha habido numerosos ejemplos en estas pocas semanas de nuevo mandato. El último se vivió ayer miércoles en Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau dio plantón a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en el acto de colocación de la primera piedra de una importante infraestructura: la lanzadera que conectará el centro de la capital catalana con el Aeropuerto.

La ausencia de Colau se explica desde el Ayuntamiento por lo que consideran una descortesía de la ministra.

Además de creer que hay otras infraestructuras prioritarias, en el Consistorio sentó mal que tuviesen conocimiento del inicio de obras a través de unas declaraciones de la ministra en un acto en Barcelona el pasado lunes, y sin que el Ministerio lo comunicase antes.

Según el equipo de Colau, el Ayuntamiento solicitó una reunión con Pastor y el Ministerio lo consideró imposible por una cuestión de agenda. Colau lamentó ayer que la titular de Fomento «venga a hacer la inauguración de las obras sin comunicarse con el Ayuntamiento». Desde el Ministerio se replicó que, a diferencia de otros consistorios, nadie del de Barcelona se había dirigido hasta ahora a ellos.

«Neutralidad religiosa»

En Galicia, los regidores de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, y La Coruña, Xulio Ferreiro, han manifestado repetidas veces su intención de no participar en actos tradicionales que tengan algún tipo de vínculo con la Iglesia, justificando su decisión en un «principio de neutralidad religiosa». El alcalde de la capital gallega renunció a participar en la Ofrenda al Santísimo Sacramento en Lugo en junio, un acto en el que el oferente es uno de los siete alcaldes que participan por turno rotatorio y que esta vez le correspondía a Compostela, pero Noriega rechazó acudir.

Martiño Noriega, ausente en la tradicional ofrenda celebrada a mediados del pasado junio en la catedral de Lugo
Martiño Noriega, ausente en la tradicional ofrenda celebrada a mediados del pasado junio en la catedral de Lugo

Mucho más importante es la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, una tradición que instauró el Rey Felipe IV en 1643 y desde entonces el Rey o un delegado regio, en representación del pueblo español, renueva la ofrenda cada 25 de julio al patrón de España. Para no verse en la tesitura de tener que responder a la invitación de la Casa del Rey para ejercer de delegado regio, Noriega hizo llegar su posición a la Institución.

Pedro Santisteve no participó en la solemne entrega de despachos de la Academia Militar
Pedro Santisteve no participó en la solemne entrega de despachos de la Academia Militar

Ni el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ni ningún otro miembro de su gobierno municipal acudieron a la entrega de despachos a los nuevos oficiales de la Academia General Militar (AGM), el más relevante centro de las Fuerzas Armadas de Aragón. Rompiendo la tradición institucional, el de Zaragoza en Común eludió la invitación oficial a participar en este acto y prefirió marchar a Madrid para participar en un encuentro con su homóloga Manuela Carmena, quien también ha protagonizado otro «desplante» institucional.

Carmena no acudió al besamanos previoi al almuerzo ofrecido la pasada semana al presidente de Rumanía
Carmena no acudió al besamanos previoi al almuerzo ofrecido la pasada semana al presidente de Rumanía

Carmena dió plantón al embajador de Estados Unidos, James Costos, y rechazó la invitación que éste le hizo a ser la anfitriona de la fiesta de la Independencia que cada año se celebra en Madrid. El Consistorio alegó que tenía «otro compromiso» pero no se especificó cuál.

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