La declaración sobre la que se basa la demanda de paternidad a Don Juan Carlos

El Supremo reconoce que «tales medios de prueba serían insuficientes» para estimar la demanda, pero la jurisprudencia le obliga a admitirla

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El Tribunal Supremo ha hecho público este miércoles el auto por el que se admite a trámite la demanda de paternidad de la ciudadana belga Ingrid Sartiau contra el Rey Don Juan Carlos. Según el auto, las únicas pruebas aportadas por la demandante serían «insuficientes para la estimación de la demanda», sin embargo la jurisprudencia le obliga a admitirla.

Las dos únicas pruebas presentadas por Ingrid Sartiau consisten en las siguientes: el relato que la madre de Ingrid hizo a un notario sobre la relación esporádica que mantuvo en diciembre de 1965 con un joven, al que el conserje de un hotel identificó como el entonces Príncipe Don Juan Carlos. Y los contactos con personas que dicen ser parientes de Don Juan Carlos, entre ellos, «un tal Don Felipe, del que dijo era otro hijo biológico» de Don Juan Carlos, «que trabajaba en Zarzuela».

El relato que la madre de Ingrid, Liliane Marie Jose Ghislaine Sartiau, hizo aqnte un notario belga es el siguiente: «... en el mes de diciembre de 1965, me encontraba de vacaciones en la Costa del Sol (España), cuando en una discoteca de renombre, conocí a un hombre de 31 años de edad(Don Juan Carlos tenía 27 años entonces, no 31) muy gentil, guapo, dulce y apuesto, con los ojos azules (Don Juan Carlos los tiene verdes, no azules), con el cual mantuve relaciones íntimas durante tres noches en un hotel de lujo. El último día, el conserje del hotel, con el que hablé varias veces, me dijo que se trataba del Príncipe Juan Carlos de España... Desde dichos encuentros hasta el nacimiento de mi hija Ingrid no tuve ninguna otra relación sexual, lo que garantiza ciento por ciento que Ingrid Sartiau es hija de Juan Carlos I».

La madre de Ingrid agregó que «certifico que las relaciones sexuales con Juan Carlos fueron sin protección anticonceptiva, ya que en esa época no existían. Declaro que nunca le he confesado a mi hija Ingrid la filiación de su padre...»

Más adelante agrega que un día, «viendo la televisión y la prensa, Ingrid mi hija, se acercó a mi con un periódico que explicaba que Juan Carlos I había matado a un elefante. Le expliqué a mi hija que no debíamos creen a la prensa, porque es un hombre demasiado bueno, lo conozco bien porque es tu padre».

La demandante, Ingrid Sartiau, también estuvo pensando durante una época que era hermano del catalán Alberto Sola, que a su vez también cree que es hijo de Don Juan Carlos. Incluso, creyeron disponer de una prueba de ADN que demostraba que eran hermanos, pero después se hicieron otras cinco pruebas de ADN más y todas le dieron negativo.