Qué hacer con tu vivienda si no logras venderla

Tres meses. Es el periodo que, según el comparador de inmuebles Don Piso, tarda un español en vender su vivienda en 2016. Supone una tercera parte de lo que se tardaba el año pasado (10 meses) y menos una sexta parte (19 meses) respecto al periodo medio que había que esperar en 2013, durante los años más duros de la crisis inmobiliaria. Con la recuperación del sector, de sus precios y su demanda, resulta más sencillo vender un inmueble. Es una operación más fácil y rápida que hace unos años. Pero nadie nos garantiza que se vaya a producir.

Es posible que, a pesar de la recuperación del mercado, lleves un periodo prolongado de tiempo intentando vender tu piso si éxito.

Las razones pueden ser infinitas, desde la localización, el precio, la promoción, el estado del edificio… Sea como fuere, tienes dos alternativas si no consigues vender tu vivienda: darle otro uso para seguir obteniendo una rentabilidad, o seguir intentando venderla.

Si te encuentras en el primer caso y no tienes demasiada prisa por vender, cuentas con un par de opciones (legales) para obtener un dinero extra y no tener «parado» tu inmueble.

Alternativas a la venta

Alquiler

Una de ellas es el alquiler. Según Manuel Gandarias, director del servicio de estudios de Pisos.com, esta fue una de las alternativas para muchos propietarios que no conseguían vender su inmueble durante la crisis económica. No reporta el mismo beneficio que una venta, lógicamente, pero garantiza una renta mensual y fija. Aunque a menor ritmo que los de la compraventa, los precios del alquiler están mostrando los primeros signos de recuperación.

Junio fue el primer mes en el que se congelaron (0%) en tasa interanual después de acumular 38 meses seguidos de caídas, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el acumulado de los primeros seis meses del año, los precios repuntan un 0,1%, por lo que parece que la tendencia será al alza en los próximos meses y nos permitirá obtener una mayor rentabilidad por el alquiler, aunque habrá que descontar los efectos de la estacionalidad a esta mejora. Por comunidades, las mayores subidas se están registrando en Andalucía, Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia y Navarra.

Apartamentos turísticos

Otra opción es convertir nuestro inmueble en un apartamento turístico. Durante los últimos años la demanda en este tipo de servicio se ha incrementado notablemente y cada vez son más los usuarios que optan por alquilar una vivienda privada cuando escogen un destino vacacional. Por ello, si además tenemos la fortuna de que nuestro piso esté situado en un lugar turístico tendremos más posibles clientes.

Es importante, en este caso, ver la regulación de la comunidad autónoma en la que se encuentra nuestra vivienda respecto a las viviendas turísticas. Dado que no hay una regulación estatal y cada región cuenta con la suya, deberemos conocer las condiciones que nos marca la ley para determinar si nuestro piso se encuentra en condiciones de dar este uso.

De igual forma, también tendremos que tener en cuenta las peticiones que nos reclama la plataforma con la que vamos a colaborar (Airbnb, HomeAway…) y la comisión que nos cobrará por alquilar nuestra vivienda. Cada una opera de una forma distinta y tiene sus propias «reglas».

¿Intentarlo de nuevo?

Todo ello suponiendo que nos demos por vencidos. Si lo que necesitamos es vender como sea nuestra vivienda, podemos seguir intentándolo, pero probablemente deberemos cambiar alguna de las condiciones propuestas.

«El principal factor por el que no se vende una vivienda es el precio. Puede que sea demasiado caro o que ofrezcan un inmueble de características similares en la misma zona por un precio inferior», afirma Gandarias. Por ello, una de las principales recomendaciones es comparar y realizar un análisis para saber qué precio de salida (que no de mercado) debe tener nuestro piso. Según la encuesta de Don Piso, los españoles miran alrededor de 12 viviendas antes de decidirse por una.

Una posibilidad es contratar un servicio de asesoramiento. «Las tasadoras ofrecen varios tipos de productos. Podemos obtener una valoración completa y muy detallada de nuestra vivienda por 400 euros o una recomendación de tasadoras digitales por apenas 10 euros», explica Manuel Gandarias. Este servicio nos permitirá conocer exactamente cuánto cuesta nuestra vivienda (algo que nos ayudará a negociar con el posible comprador) y nos proporcionará un documento que podemos utilizar como herramienta comercial a la hora de intentar venderla de nuevo.

Y es que también resulta fundamental «saber vender» el inmueble. «En ocasiones las fotografías que ofrecemos del piso no están bien iluminadas, ofrecen un lugar de la vivienda poco atractivo o muestran un inmueble demasiado personalizado. Factores que suelen paralizar una venta», concluye Gandarias.