El Gobierno ahorrará 2.000 millones más en intereses de la deuda este año

El Ejecutivo espera salir de la tutela de Bruselas este ejercicio con un déficit del 3% y que la Seguridad Social recorte su agujero en 500 millones

Javier Tahiri

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España se encuentra a las puertas de abandonar el brazo corrector de la UE, el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE), en el que lleva inmersa desde 2008. El Gobierno prevé en el programa presupuestario que el déficit público de este año acabe en el 3% del PIB, justo el umbral que dibuja la Comisión Europea para considerar que un país debe entrar en un procedimiento de vigilancia con controles más duros para sanear sus finanzas públicas. Desde que en 2008 cerró con un déficit del 4,42%, España no ha abandonado esta vigilancia fiscal. Sin embargo, este año el Ejecutivo prevé acabar con un déficit del 3% del PIB sin incluir ayudas a la banca y contempla salir del procedimiento, según fuentes del Gobierno.

Si España cierra el año con un déficit del 3%, Bruselas permitiría al país abandonar el PDE siempre que le conste que el Ejecutivo continuará con su desequilibrio presupuestario por debajo del 3% en los próximos dos años. Sin ir más lejos, en la respuesta a la carta remitida hace unos días por la Comisión Europea en la que le urgía a enviar un plan presupuestario actualizado, el Ministerio de Economía garantiza a Bruselas que el año que viene el déficit bajará del 3%. El PDE se plasma en mayor condicionalidad: sin ir más lejos los «hombres de negro» de la Comisión estuvieron en Madrid la semana pasada para reunirse con instituciones y organismos y vigilar la evolución económica y financiera de la economía. Solo Francia y España siguen bajo la tutela del PDE y el Gobierno de Emmanuel Macron prevé abandonarlo el próximo año.

Un año antes de lo previsto

No sería el primer caso de un país con un déficit justo del 3% que no entra en el PDE. Por ejemplo, Rumanía acabó el año pasado con un 3% de déficit y no entró en este control reforzado . Sin embargo, este escenario se nubla al tener en cuenta la ayuda bancaria : con un 3,1% de déficit incluyendo la asistencia a las entidades financieras, España no abandonaría el procedimiento de déficit excesivo. Pese a ello, el Gobierno espera abandonar este año el PDE, un año antes de lo previsto. Una batalla que dependerá de que la reducción del déficit sea más acentuada y de las negociaciones con la UE. 

Varios miembros del Ejecutivo se han inclinado en público por esta opción, y algunos más se unen en privado. «Si este año se alcanzase un déficit del 3,1% del PIB, España podría salir este mismo año del procedimiento de déficit excesivo», señaló el ministro de Economía Luis de Guindos el pasado mes de julio. El portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, ya reconoció que en el seno del Gobierno se espera como un «objetivo político» que en abril del año que viene, cuando la Comisión Europea hace su análisis sobre la evolución de los compromisos de déficit de los estados miembros, España abandone «la tutela europea, saliendo del PDE». 

En este escenario, hay varios factores que inclinarán la balanza de un lado a otro. Uno de ellos es el tirón de la actividad, que pese a la tensión independentista no parece que vaya a recoger un menor crecimiento este año, sino más bien el siguiente a tenor de las previsiones de los principales organismos. La evolución del PIB juega un papel fundamental en la reducción del déficit, ya que diluye el peso del agujero de las finanzas públicas al aumentar el denominador. El INE avanza un crecimiento del 0,8% para el tercer trimestre. Según el Banco de España o la Airef, el PIB repuntó un 0,8% entre junio y septiembre. Su modelo en tiempo real también prevé un repunte del 0,8% para el cuarto trimestre, lo que puede suponer un crecimiento superior al 3,1%. En este punto también ha favorecido la revisión del INE del PIB; que ha sumado 4.700 millones al peso de la econom

El escollo catalán

También influirá el rumbo de la reducción de déficit, que tiene en Cataluña su principal escollo, si bien la intervención del Ministerio de Hacienda sobre las cuentas de la Generalitat debería derivar en una contención del gasto más aguda . El departamento dirigido por Cristóbal Montoro pasará a controlar, además de los 1.467 millones mensuales de recursos de impuestos compartidos como IRPF, IVA y Especiales que le llegan a la Generalitat que ya retenía, los más de 200 millones de tributos cedidos y propios como Sucesiones y Patrimonio.

Por lo demás, la rebaja del déficit avanza viento en popa. El Ejecutivo remitió a Bruselas el pasado 1 de octubre sus previsiones de deuda y déficit . A diferencia de los objetivos, las estimaciones del Ejecutivo gozan de un mayor realismo por administraciones, si bien el déficit conjunto no cambia y contempla un agujero, incluyendo ayudas financieras, de 36.565 millones de euros, un 3,1% del PIB. 

Peores previsiones

Al observar el dato desagregado, algunas administraciones empeoran sus previsiones y otras las mejoran. Para la Administración Central espera un déficit de 19.463 millones de déficit, un 1,7% del PIB como adelantó ABC. Ello supone la mayor reducción entre todas las administraciones, de 10.687 millones frente a 2016 —entonces tuvo un 2,5%—. Sin embargo, también supone el mayor desvío frente a los objetivos : si debía acabar en el 1,1% del PIB, será del 1,7%: unos 6.600 millones más. El pasado marzo, el Gobierno auguraba un déficit 2.000 millones menor, del 1,5% del PIB. 

El resto de administraciones mejoran y cumplen o se acercan mucho, a ojos del Gobierno. La Seguridad Social no adecuará su agujero a la meta del 1,4% pero mejora las previsiones de marzo del Gobierno: el Ejecutivo espera que acabe con un agujero de 17.299 millones (un 1,5% del PIB), es decir, 500 millones menos que en 2016. El tirón de los ingresos por cotizaciones , que repuntan por encima del 4%, ha sido clave en esta recuperación y supone una noticia favorable: 2017 sería el primer año desde 2014 en el que el sistema reduce su boquete. 

Menor agujero en las comunidades

Asimismo, el Ejecutivo espera que las comunidades autónomas cumplan su objetivo del 0,6%: reducirían su agujero en casi 3.000 millone s en 2017 frente al 0,82% en el que cerraron en 2016. De ser así, cumplirían su objetivo de déficit por primera vez desde que estalló la crisis en 2008. Pero serían los ayuntamientos los que volverían a salvar el dato global. El Gobierno prevé que las corporaciones locales cubran el desvío de la Administración Central con un superávit de 6.747 millones, cien millones menos que el año pasado. 

Fuentes de la Airef tildan de prudentes las predicciones del Gobierno en cuanto al superávit local, sobre todo al observar los depósitos que las corporaciones locales guardan en bancos sin posibilidad de gastar por el control de Hacienda: en el segundo trimestre alcanzaron los 21.871 millones de euros, su máximo h istórico. Es probable que el excedente de las corporaciones locales sea superior, lo que permitiría a España escapar de la tutela de Bruselas.

Junto a ello, el Gobierno prevé en su notificación a Bruselas un ahorro en intereses de deuda 2.000 millones mayor a lo presupuestado: el Ejecutivo calcula que este año gastará 30.578 millones en esta partida, un desembolso menor a los 32.171 millones que presupuestó y los 32.216 que auguraba en el Programa de Estabilidad . Pese a las tensiones derivadas de la crisis catalana, las compras continuadas de deuda por el BCE han provocado que los intereses se mantengan bajo control. A las puertas del sprint final para cerrar el ejercicio fiscal, el Gobierno avista la salida del control de Bruselas.

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