China frena la salida a Bolsa del Grupo Ant, que iba ser la mayor de la historia

Por sorpresa, las autoridades han suspendido la operación del brazo financiero y tecnológico de Alibaba por el posible riesgo de su negocio de préstamos por internet

Edificio de la Bolsa de Hong Kong EFE
Pablo M. Díez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El champán estaba ya en la nevera, los inversores se frotaban las manos y la economía global se disponía a darse una alegría en este año nefasto del coronavirus. Todo estaba ya preparado para que este jueves se produjera la mayor salida a Bolsa de la historia, la del Grupo Ant en los parqués de Hong Kong y Shanghái. Como brazo financiero y tecnológico («fintech») del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, Ant tenía previsto recaudar 39.670 millones de dólares (33.994 milones de euros) con su oferta pública de acciones . Despejando algunos nubarrones en el oscuro horizonte económico de la pandemia, iba a superar el récord de 29.400 millones de dólares (25.195 millones de euros) marcado en diciembre por la petrolera saudí Aramco.

Pero, por sorpresa, las autoridades chinas suspendieron la operación el martes tras reunirse el día anterior con los máximos responsables de la compañía : el fundador, Jack Ma; su presidente, Eric Jing, y su consejero delegado, Simon Hu. Según informa el periódico «South China Morning Post», propiedad de Alibaba, las nuevas normas previstas por los reguladores financieros chinos conllevan un «cambio significativo» para los negocios del Grupo Ant, impidiéndole cumplir los requisitos para su salida a Bolsa en Hong Kong y en el índice Star Market para firmas tecnológicas que Shanghái puso en marcha hace un año imitando al Nasdaq. En un comunicado, la Bolsa de Shanghái justificó la suspensión por «asuntos de fuerza mayor como los cambios en la supervisión de las compañías financiero-tecnológicas».

Creador de Alipay, la aplicación de pagos por móvil que 700 millones de chinos usan para comprar prácticamente todo, el Grupo Ant se «vende» como una empresa tecnológica. Pero sus cada vez mayores negocios financieros, como préstamos, seguros y carteras de inversión , han puesto a la empresa bajo la lupa del régimen, sobre todo tras su anunciada salida a Bolsa.

Aunque los reguladores habían dado su visto bueno a finales de octubre, un análisis de sus cuentas ha revelado que el 40% de sus ingresos, que ascendían hasta septiembre a 118.200 millones de yuanes (15.065 millones de euros), procede de sus negocios financieros. A través de su popular plataforma, Ant ofrece préstamos que otorgan un centenar de bancos, llevándose una comisión del 30 al 40% de los intereses con un riesgo mínimo de capital. A tenor de Reuters, solo figuran en sus balances el 2 % de los 1,7 billones de yuanes (216.670 millones de euros) prestados a través de Ant, que a su vez suponen el 21% de todos los créditos concedidos por los bancos chinos.

Para evitar riesgos en el sistema financiero por un excesivo endeudamiento que no pueda ser devuelto, Pekín ha preparado nuevas normas que pretenden limitar estos «microcréditos» por internet. Su borrador, abierto para una revisión pública hasta el 2 de diciembre, prevé que las empresas de préstamos por internet, como Ant, proporcionen hasta el 30% del capital junto a los bancos, lo que mermaría la rentabilidad de su negocio. Además, dos de sus filiales que operan como carteras de inversión, Huabei y Jiebei, no podrán seguir funcionando bajo la nueva regulación.

A la espera de que se aclaren todos estos detalles, la sorprendente suspensión de la salida a Bolsa del Grupo Ant ha conmocionado a los mercados financieros. Arrastrando a otras compañías, su matriz, Alibaba, se ha resentido al caer hasta un 9,7% el valor de sus acciones en Wall Street , y la figura de su fundador, Jack Ma, ha quedado en entredicho.

Aunque Ma es el magnate más rico de China, no han ayudado sus recientes críticas a la falta de innovación en el sector financiero ni su ambición nada oculta. En los últimos días, los medios estatales han alertado del peligro de que el Grupo Ant se convierta en «demasiado grande para caer» y «traiga riesgo de contagio» al sistema financiero, instando a los reguladores a «salvaguardar los intereses de los inversores». Además de disculparse con ellos, el Grupo Ant tendrá que devolverles el dinero que ya habían anticipado para la compra de sus acciones en Hong Kong y Shanghái. Aunque la compañía ha prometido que corregirá sus actividades para salir a Bolsa lo antes posible, no parece probable que sea pronto. Hasta que eso ocurra, el «negocio del siglo» se ha convertido en el «fiasco del siglo».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación