Aglomeración de pasajeros en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas
Aglomeración de pasajeros en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas - EFE
Economía

Cada macropuente cuesta unos 1.200 millones a la economía española

El Estatuto de los Trabajadores permite, desde su redacción en 1980, trasladar los festivos a los lunes o a los viernes más próximos

Madrid Actualizado: Guardar
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La legislatura está próxima a su fin y el calendario laboral no ha sido modificado para evitar los puentes y macropuentes, tal y como se comprometió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su discurso de investidura en diciembre de 2011.

Tampoco se ha tocado el calendario de 2016, en el que sólo dos de las ocho fiestas nacionales caen en lunes (15 de agosto) o viernes (1 de enero). Es más, el año que viene tiene dos macropuentes –el 6 de enero y el 12 de octubre son miércoles– y una semana «loca» en diciembre, ya que es fiesta el día 6 (martes) y el día 8 (jueves), por lo que existen distintas posibilidades de puentes y de macropuentes.

El impacto que tienen estas pequeñas vacaciones en la economía no se puede calcular con exactitud por su extremada complejidad. No obstante, fuentes de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) apuntan que cada macropuente tiene un coste para la economía española de unos 1.200 millones de euros, cifra que bajaría si se trata tan sólo de un día laborable el afectado.

Hace cuatro años, cuando surgió la polémica sobre la posibilidad de mover algún festivo del calendario laboral al viernes o al lunes más próximo, la CEOE comparó la repercusión de un puente con el coste de un día de cierre (por ejemplo, una huelga general), «aunque con las debidas cautelas, pues no podemos olvidar la distinta naturaleza de la asistencia al trabajo en ambas circunstancias –huelga y puente– y la capacidad de decisión del empresario existente en el disfrute de los puentes».

La patronal utilizaba los datos de la huelga general que hubo en nuestro país el 29 de septiembre de 2010, «cuyo coste podría estimarse, en la hipótesis de un seguimiento del 100%, en una caída del PIB en 4.830 millones de euros (0,45% del PIB) y si alcanzara el 70%, caería en 3.381 (0,31% del PIB)». Con estos datos hay que tener en cuenta que en un puente festivo la productividad de muchos sectores se reduce (pymes, autónomos, administración pública...), pero crece en otros, como la hostelería, el transporte, el turismo, etc...

La existencia de parones o interrupciones en la actividad industrial incrementa los costes de producción, «incidiendo negativamente en la cuenta de resultados de las empresas; por tanto, cuanto más paros en la producción tanto peor para la actividad industrial, restando productividad y competitividad a las empresas, lo que además tiene un reflejo inmediato en la creación de empleo», subraya la patronal.

Por eso, trasladar los festivos a lunes «sería enormemente positiva» en la industria, «ya que la existencia de un día festivo entre semana obliga a las empresas a realizar, al menos, dos parones en la producción: el primero, el día festivo de que se trate, y el segundo, el domingo, con el consiguiente incremento de costes. Lo anterior no ocurriría llevando el festivo al lunes, puesto que sólo se produce un parón en la producción, con el consiguiente impacto de ahorro energético y su incidencia en costes y en mejora del medio ambiente».

Rechazo del sector turístico

Y respecto a las críticas a que se eliminen los macropuentes procedentes del sector turístico, la CEOE explica que, «si bien puede parecer a priori que la eliminación de los llamados puentes puede ser una medida nociva o perjudicial para el sector turístico, nada más lejos de la realidad», ya que la existencia de un puente no ofrece la posibilidad de que el 100% de los trabajadores puedan disfrutar del mismo, circunstancia que sí propicia el traslado de cualquier festivo de la semana a un lunes.

Y añade que este cambio en la colocación de la fiesta laboral sí que permite que el 100% de los trabajadores que trabajen de lunes a viernes puedan disfrutar de dos o tres días consecutivos (fin de semana largo), lo que reporta un beneficio claro al sector turístico.

Cabe recordar que la CEOE hizo una propuesta en octubre de 2011 para que sólo se mantuvieran como fechas fijas los días 1 de enero (Año Nuevo), 12 de octubre (Día de la Hispanidad) y el 25 de diciembre (Navidad). El resto de festivos deberían ser trasladados al lunes o al viernes más próximo, posibilidad que contempla el Estatuto de los Trabajadores desde su primera redacción hace 35 años.

Cuatro fechas inamovibles

En enero de 2012, la CEOE alcanzó un acuerdo con CC.OO. y con UGT para trasladar al lunes más próximo las fiestas del 15 de agosto, 1 de noviembre y 6 de diciembre y mantener fijas Año Nuevo (1 de enero), Fiesta del Trabajo (1 de mayo), Día de la Hispanidad (12 de octubre) y Navidad (25 de diciembre). Estas cuatro fechas son las que considera inamovibles el Estatuto de los Trabajadores.

A ese acuerdo, criticado por los sectores de la hostelería y del turismo porque entienden que dañaría sus intereses, le faltó la adhesión de la Iglesia, la cual, era imprescindible ya que la mayoría de las festividades del calendario están incluidas en el acuerdo con la Santa Sede de 1979: 6 de enero (Epifanía del Señor), 19 de marzo (San José), Jueves y Viernes Santo, 25 de julio (Santiago Apóstol), 15 de agosto (Asunción de la Virgen), 1 de noviembre (Todos los Santos) y 8 de diciembre (Inmaculada Concepción).

Desde entonces, nadie ha movido ficha y el Gobierno ha dejado pasar el tiempo, sobre todo, al final de la legislatura para no crear nuevas polémicas.

ArcelorMittal, Iberdrola, REE

Sin embargo, las compañías han ido adaptando su producción a las necesidades, tanto económicas como laborales. Por ejemplo, en ArcelorMittal, el líder siderúrgico munidal, las instalaciones productivas están habitualmente a tres turnos y pueden tener cuatro o cinco equipos de trabajo. No siguen el calendario laboral estándar, sino que tienen su propio calendario teniendo en cuenta que habitualmente instalaciones como hornos altos o una acería no paran nunca o solo cuando son programadas en función de las necesidades de producción o intervenciones de mantenimiento planificadas previamente. Así que no se rigen por el calendario ordinario; es posible que les coincidan días de descanso a un equipo en un puente largo pero siempre va a haber algún equipo trabajando, máxime si el puente es largo. En cuanto al personal de oficinas o técnicos, pueden disfrutar un puente largo cogiéndolo de su saldo de vacaciones y descansos pendientes de disfrutar, según explicó a ABC un portavoz de la multinacional.

En Iberdrola, sus empleados también pueden hacer un puente cogiendo el día de sus vacaciones. En la Once, los restan de sus días de permiso particular y en REE (Red Eléctrica) tienen varias opciones, como restarlos de sus festivos de vacaciones, de la bolsa de horas de conciliación y como compensación de descansos.

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