Las empresas empiezan a crecer y buscan seniors que se adapten rápido a los puestos de trabajo
Las empresas empiezan a crecer y buscan seniors que se adapten rápido a los puestos de trabajo - fabian simón

El empleo vuelve a reclamar a los seniors

Seis de cada diez empleos creados en 2014 fueron para mayores de 50 años. Experiencia y salarios más bajos juegan a su favor

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El paro juvenil ha alcanzado cotas de escándalo. La tasa de desempleo entre los más jóvenes supera holgadamente el 53% en España. Sin embargo, no es la principal preocupación para los estudiosos del mercado laboral, mucho más intranquilos por el desempleo de los más mayores, de la horquilla que empieza a los 45 años pero que se agrava a partir de los 50 y llega hasta los 65 años. Su dato de paro es menos demoledor, más del 20% a partir de 50 años. Pero su situación personal no lo es. Soportan elevadas cargas y tienen más límites para reciclarse, formarse o hacer las maletas y emigrar como lo están haciendo miles de jóvenes desde que comenzó la crisis. Estos son parte de una familia, los mayores, el eje familiar en muchas ocasiones.

Durante años han sido la diana, el eslabón más débil de una cadena rota por la crisis, que ha expulsado a los trabajadores de más edad y buscado el recambio entre los más jóvenes, mucho más baratos. La causa más frecuente de su salida del mercado laboral no ha sido la extinción de un contrato temporal, como suele ocurrir con los juniors, sino el despido, en la mayoría de las veces individual. Una espiral que ha llevado a situaciones insostenibles. El porcentaje de población de 45 a 64 años en situación de riesgo de pobreza y exclusión en 2013 era del 28,9%. Durante la crisis ha crecido más de seis puntos, según el informe sobre la situación sociolaboral de las personas de 45 a 64 años elaborado por el Consejo Económico y Social.

De los 5,457 millones de desempleados en España, más de un millón tiene más de 50 años. Para ellos, la fecha de nacimiento es un impedimento para entrar en el mercado, una barrera prácticamente insalvable. «A mi edad...», contesta el que ha llamado a muchas puertas cerradas en las narices. Muchos ya han perdido la esperanza de encontrar empleo tras años de búsqueda. Aunque ahora parece que para ellos se enciende una luz.

El pasado año se crearon 433.900 nuevos puestos de trabajo. De ellos, 280.300 fueron ocupados por trabajadores que tenían más de 50 años, lo que supone más del 64% del empleo creado. Y más de la mitad del crecimiento de la ocupación se concentró en los que tienen más de 55 años.

Pero ¿qué supone esta explosión de empleo entre los seniors? ¿Es una tendencia que se consolidará? ¿A qué responde? Los estudiosos del mercado laboral coinciden en que la nueva etapa de crecimiento ha traído también un cambio en los hábitos de las empresas adquiridos durante la crisis. Explican que las compañías han comenzado a darse cuenta de que los trabajadores de más edad tienen mayor compromiso y fidelidad que otros colectivos, entre otras cuestiones porque la mayoría cuentan con cargas familiares y, en muchos casos, vienen de estar en el paro o de permanecer en él durante mucho tiempo.

Fuga de jóvenes

Y, además, contratar a estos trabajadores es una forma de contrarrestar la fuga de jóvenes que salen de España en búsqueda de mejores condiciones laborales. Sin olvidar que cuentan con más experiencia y formación que los jóvenes, lo que hace que las empresas apuesten sobre seguro y sin tener que invertir en la formación, según coinciden los expertos consultados.

La llegada del «baby boom»

José Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE, asegura que hay varios motivos que explican el aumento de la ocupación entre los de más edad. «Lo primero es que en el futuro los trabajadores serán cada vez más mayores por una razón demográfica. La pirámide de población es barriguda, se estrecha por las edades superiores y por las inferiores, o sea que la oferta de trabajadores será de mayor edad. Son los que corresponden a la época del “baby boom”».

Más competitivos

Lo segundo, explica Pin Arboledas, es que «muchos de ellos estaban ocupados, luego pasaron al desempleo y, probablemente, aceptaron salarios más bajos que antes de la crisis. Se volvieron más competitivos, tenían experiencia y ahora cuestan lo mismo que los jóvenes». Y lo tercero, explica, es «probable que las empresas que redujeron puestos de trabajo en los que se necesitaban experiencia ahora los vuelven a necesitar. Se trata de reponer los que se redujeron en la crisis. Muchas empresas hicieron ERE con personas mayores porque eran más caros y ahora entran con sueldos menores». Añade que «además el cambio a una economía más industrial y mas volcada al exterior, con reducción de la construcción, exige más experiencia».​

«En resumen: en el futuro ser mayor, el «edadismo» dejará de ser un inconveniente a la hora de conseguir trabajo», concluye el profesor del IESE.

Equilibrar resultados

Para Francisco Aranda, responsable de asuntos laborales de CEIM-CEOE, la justificación de las nuevas contrataciones hay que encontrarla en dos circunstancias. «Por un lado, las empresas empiezan a ver tímidas mejoras en los mercados, tras un largo periodo muy duro, así que buscan incorporar perfiles con experiencia, que se adapten rápido al puesto y sin necesidad de formación, para tratar de empezar a equilibrar los malos resultados a corto plazo. No olvidemos que hay importantes incertidumbres a corto y medio plazo».

Por otro lado, Francisco Aranda explica que «los perfiles más seniors tienen un mayor grado de compromiso y fidelidad con el proyecto, ya que suelen soportar cargas familiares».

En este sentido también se pronuncia Luis Pérez, director de Relaciones Laborales de Randstad. Justifica el crecimiento del empleo entre los senior en la rápida adaptación a la nueva situación económica que están teniendo que hacer las empresas. «Son trabajadores que ya tienen el conocimiento y en los que no hay que invertir en formación», asegura. No niega que la devaluación salarial ha pesado en las empresas a la hora de decidirse a contratar a estos trabajadores y la influencia que han tenido en las decisiones de contratación las bonificaciones al empleo. «Las plantillas están muy ajustadas y en cuanto se ha producido un crecimiento de la demanda, las empresas han contratado y han buscado a alguien formado, con el conocimiento, que no necesitara formación», afirma.

Christopher Dottie, Managing Director de Hays España afirma que «las empresas están fichando personas «más estratégicas y con salarios más elevados, porque están pensando en crecer, no solo en la supervivencia». Explica Dottie que los empleos suelen estar relacionados con la gestión organizativa, con experiencia en la dirección de los departamentos más amplios y complejos que las empresas creen que van a necesitar en los próximos años.

Hay «rebajas» en el mercado

Dottie considera que «se están fichando personas experimentadas que, en su momento, fueron desplazadas por otras con un salario inferior y que ahora se están contratando «a buen precio». De alguna manera hay «rebajas» en el mercado de profesionales «senior», y las empresas están aprovechando esta oportunidad».

El responsable de Hays insiste, sin embargo, en que «se puede argumentar que necesitamos hacer más para mejorar el problema del paro juvenil (solo 7.000 de los 143.000 empleos creados eran para los que tienen menos de 30 años)». Añade que «se espera que las empresas que están reclutando personas experimentadas ahora para obtener un retorno inmediato a su inversión, quieran también consolidar el crecimiento ofreciendo oportunidades a los jóvenes con potencial y actitud, pero requieren tiempo e inversión para ser productivos».

«Lo que está muy claro es que los datos de empleo sorprenden. Dada la diferencia de costes entre los seniors y los juniors, y el enfoque sobre el paro juvenil durante los últimos años, nadie pensaba que la remontada de empleo se basaría primero en la contratación de los más seniors, pero está ocurriendo», concluye.

Fomentar la contratación de los trabajadores de más edad ha sido objetivo de las medidas puestas en marcha por el Ministerio de Empleo. La contratación de mayores de 45 años está bonificado para las empresas y la última medida ha sido la puesta en marcha de un subsidio de 426 euros que podrán percibir durante seis meses los parados de larga duración que, normalmente, coinciden con los más mayores. Una ayuda que estará ligada a realizar un itinerario personalizado para cada beneficiario y ofrecerles servicios de orientación y formación para conseguir su incorporación al mercado laboral cuanto antes. Por primera vez un tutor personal guiará a cada parado.

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