El académico durante la entrevista celebrada en el Hotel Ritz de Madrid
El académico durante la entrevista celebrada en el Hotel Ritz de Madrid - Ángel de Antonio
entrevista

Kenneth Rogoff: «Es un error que España, Irlanda o Grecia paguen toda su deuda»

El execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional entre 2001 y 2003 y catedrático de la Universidad de Harvard señala: «Bruselas no toleraría una independencia de Cataluña. Lo necesario es lo contrario: fortalecer la UE, que tenga un presupuesto federal mayor»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Austeridad es una palabra peligrosa». Lo advierte Kenneth Rogoff (Rochester, Estados Unidos, 1953), execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI, 2001-2003) y catedrático de Harvard. Referencia a pie de página de numerosos adalides de la llamada «austeridad», Rogoff publicó en 2010 junto a la investigadora del Peterson Institute, Carmen Reinhart, un estudio en el que concluían que cuando la deuda pública de un país se dispara por encima del 90% del Producto Interior Bruto su crecimiento comienza a resentirse, un arma académica de gran repercusión utilizada por la Comisión Europea, el «Tea Party» o el FMI para pedir ajustes. Pero Rogoff nunca ha ocultado su escepticismo respecto a la gestión de la crisis de estos organismos: «La mayor parte del rescate a Grecia se destinó a pagar deuda en lugar de a la economía real», denuncia.

¿Austeridad? Si hace un año investigadores de la Universidad de Massachusetts encontraron errores en la base de datos de Excel que utilizó para su artículo con Reinhart, él remarca: «los que niegan que el aumento de deuda rebaje el crecimiento pero sí admiten que el crecimiento débil suele llevar un repunte del endeudamiento, confunden la materia». Sus movimientos no se limitan al campo económico y también comprenden el tablero: este catedrático interrumpió una prometedora carrera como ajedrecista, reconocido en su momento por el mismísimo Bobby Fischer, para dedicarse a la economía. Aún juega y, entre crisis y crisis, hace dos años terminó en tablas una partida rápida contra el campeón del mundo, Magnus Carlsen. «Cuando era adolescente visité la Costa del Sol para jugar torneos de ajedrez: la burbuja inmobiliaria ha hecho que no pueda reconocer los sitios donde estuve en el pasado», recuerda ahora en Madrid, invitado por el IESE Business School para la asamblea anual de antiguos alumnos.

–¿Qué fue antes la elevada deuda pública o el bajo crecimiento?

–Hay una relación entre ambos. Los que niegan que el aumento de deuda rebaje el crecimiento pero sí admiten que el bajo crecimiento suele llevar un aumento del endeudamiento, confunden la materia

–¿Qué piensa de la austeridad que se ha aplicado en España y en otros países europeos?

–España debe reestructurar su deuda, al menos filtrar qué parte es pública, de bancos, de cajas... En una de mis visitas a España, en junio de 2010, ya avisé que debería haber una reestructuración de las deudas de los bancos garantizando completamente la deuda del Gobierno. Ha sido un error obligar a España, Irlanda o Grecia a pagar absolutamente todo. Aún están pagando por ello. Nunca van a crecer con este problema crediticio público y privado. Estos es uno de los grandes fallos de la gestión de la crisis. El otro gran error fue no permitir una inflación más alta. En 2010 escribí que tanto EE.UU. como Europa necesitaban que los precios suban por encima del 4%, para reducir el peso de la deuda en la economía. Ahora es más difícil hacer todo esto que en 2010, ya que los problemas son más profundos, pero aún es necesario.

–¿La recuperación española es suficiente?

–España se ha convertido en la favorita del norte de Europa. Critican a Francia e Italia mientras que España es el ejemplo. Sé por mi experiencia en el FMI que no siempre quieres ser la estrella de la fiesta, pero es cierto que España ha reformado a fondo su mercado laboral. Nadie más lo ha hecho a ese nivel. A largo plazo, la combinación de las reformas estructurales que ha aprobado España beneficiará al país, pero aún necesita medidas.

–¿De qué tipo?

–Necesitamos tranferencias de dinero del norte al sur. Los alemanes temen hacerlo para España, porque creará precedente de cara a Francia e Italia. Pero teniendo en cuenta las reformas que España ha hecho ayudaría. Y reestructurar su deuda, aunque quizá Irlanda lo necesite aún más. El gran desafío de España es su enorme desempleo y cómo reciclar a la gran cantidad de trabajadores con escasa formación que tiene, fruto de la burbuja inmobiliaria. En un mundo en el que Asia está creciendo y absorbe gran parte de la industria y la producción global, no es fácil reciclar laboralmente a todos estos puestos.

–¿Y Cataluña? ¿Cree que la posible independencia es un riesgo económico?

–En este momento en toda la Unión Europea sería muy destructivo una independencia de Cataluña. Desestabilizaría una situación muy frágil y podría tener su impacto en los mercados financieros. La situación de Escocia fue un desastre para Reino Unido, y podría haber sido peor, si bien son contextos diferentes, ya que Reino Unido financia a Escocia y en Cataluña ocurre lo contrario, ya que es una región rica. Pero la Unión Europea no lo toleraría y no creo que ocurra. Es más necesario fortalecer la UE, que tenga un presupuesto federal mayor frente a los estados. De todas formas, el de Cataluña es un asunto que no conozco ni entiendo del todo. En Estados Unidos por ejemplo no vamos a dar el derecho a votar a Texas sobre si quiere seguir en el país. En fin, creo que no es un gran riesgo para la economía, es más peligroso el elevado desempleo, las posibilidades del populismo, el hecho de que la economía crezca poco durante mucho tiempo... Esos son peligros comunes de Europa: de Francia, Italia, Alemania, Finlandia...

–En toda Europa también están pendientes de lo que pueda hacer el BCE...

–El euro tiene un problema de gobernanza. El BCE tiene restricciones mientras todos los bancos centrales tienen una mayor tolerancia hacia la inflación. Sería útil si el BCE encuentra la forma de hacer más de lo que hace.

–¿Un programa masivo de compra de activos, como el «Quantitative Easing» en EE.UU. ayudaría?

–No creo que el «Quantitative Easing» haya ayudado tanto a la economía como se dice en Estados Unidos, y menos ayudará a Europa. La gran pregunta es qué va a pasar con los tipos de interés en la Reserva Federal. La presidenta Janet Yellen está aplazando el momento de subir los tipos de interés hasta que haya inflación, y ahora hay que esperar a que eso ocurra.

–Pero Europa continúa estancada mientras EE.UU. crece...

–Yo veo dos grandes diferencias entre ambas regiones. Por un lado, la demografía: EE.UU. tiene unas perspectivas de población mucho mejores que Europa. En segundo lugar, el «fracking» y el hecho de que Norteamérica tenga grandes reservas de petróleo y gas esquisto. Estados Unidos ha tenido mucha suerte en este tema y ha visto un estímulo a la economía que surgía de la nada. ¿Se imagina si voy a Europa y hago que los costes energéticos bajen un 20%? ¡Ese sería el mejor estímulo que podría tener Europa! Pero además la UE se ha topado con la crisis con el edificio institucional por construir. El gran error de la UE lo cometió en los 90 al decidir adoptar el euro. Ahora hay que seguir con ello, no hay otra solución, pero es cierto que el sistema no es robusto. Se dice que Europa sale siempre reforzada de las crisis, pero yo creo que lo peligroso es que necesite de crisis para mover ficha. ¿Podrá avanzar sin crisis?

Ver los comentarios