Volvo Ocean Race

¡Machada!

El «Mapfre» se impone gracias a su garra a un entregado «Brunel» en los últimos metros de la octava etapa

Pedro Sardina

Como dice el "viejo lobo de pantalan" Pedro Campos: "hasta que no pasa el último cura no acaba la procesión" . Este dicho se lo podemos aplicar a esta octava etapa de la Volvo Ocean Race, disputada entre Itajaí y Newport de unas 7.000 millas. Se ha impuesto el barco español «Mapfre», que patronea Xabi Fernández, con toda justicia y a viento y marea de averías electricas que le mermaban las maniobras con la quilla pivotante. Los españoles han tardado 15 días, 17 horas, 44 minutos y 29 segundos, un minuto menos que el «Brunel», de Bouwe Bekking, líder durante toda la etapa hasta los últimos cincuenta metros.

El «Mapfre», que tuvo la condición de último de la flota a causa de un gran problema en el sistema eléctrico, fue subiendo peldaños durante la etapa. Ha ocupado todos los puestos de la flota y a base de garra y ganas de su tripulación se impuso en Newport. Las últimas dos millas de la etapa hacen olvidar el resto de las 7.000 millas que los equipos han estado compitiendo. La entrada a Newport fue un suplicio de principio a fin, sin viento y con niebla. Precisamete ahí comenzó la "estocada" española a los dos huesos duros de la etapa. Entró primero el franco-chino «DongFeng» seguido a pocos metros del «Brunel» y a media milla, el «Mapfre».

Se vio por el tracker que todo era una gran trampa y que la clasificación iba a ser una gran lotería. «DongFeng» fue adelantado por el «Brunel», que con su "viejo zorro" Bekking a los mandos vaciló a los de Caudrelier, que no sabían qué hacer en esa espesa nube en la que entraban. ¡Vamos, que les entro la cagalera! y dejaron que fuese el gran "calvo" el que tomara la iniciativa. El «Mapfre» tomó sus decisión y ahí fue a ganar la regata. Poco a poco fue robando terreno a los franceses, que llegado un momento no acertaban con el rumbo y en vez de ganar millas, las perdían. Algo inusual en un equipo que se supone es favorito a ganar la Volvo Ocean Race y que ahí la ha perdido. Llegó la hora del zarpazo y los de Xabi se comieron a los franceses con patatas. Mal, muy mal el «DongFeng» que no estuvo a la altura de las circunstancias.

Uno menos y ahora a por el «Brunel». La empresa no iba a ser nada fácil. El "calvo" tiene mucho oficio y llevaba algo más de media milla de ventaja. Sin viento y con niebla y con Pablo Arrarte a la caña, que es el que mejor conoce a Bekking, comenzó la pelea, el "match race" y poco a poco desde el «Mapfre» se iba viendo la popa del «Brunel».

Hasta 20 viradas se hicieron en menos de media milla y con el «Mapfre» sangrando por su quilla, pero la gran capacidad ganadora de este equipo, al que no le influyen los agentes externos de su propio equipo ni los intentos de manipulación mediáticos, los de Xabi se pusieron el mono de trabajo y, "a lo que estamos, María". Una última baliza a dejar por estribor y la suerte estaba echada. El "calvo" titubeó y trasluchó una vez más de lo debido, y ahí estaba nuestro "Patán" para estocarle y dejarle con la miel en los labios. Una etapa resumida en menos de dos millas y, como viene siendo habitual, con la flota agrupada. Para no creerselo.

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