Abierto de China

Nadal-Djokovic, una final como las de antes

El español trata de encontrarse en la recta final de su gris año en el que ha perdido en sus dos encuentros con el serbio

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De tantas veces que se enfrentaron pronto tildaron sus partidos como los nuevos «clásicos». Intentaron jubilar a Roger Federer y se erigieron como los nuevos dueños del planeta tenis. Desde 2006 hasta hoy, Rafa Nadal y Novak Djokovic protagonizan 44 enfrentamientos. Una retahíla de esfuerzos, grandes puntos y títulos que desequilibra a su favor el español por dos victorias de ventaja. Pero es este 2015 un curso extraño para ambos, pues apenas se han cruzado en tres ocasiones. Las diferencias en el ranking, debido al mal momento que atraviesa Nadal -octavo del mundo-, provocan que sus caminos solo se hayan cruzado en la semifinal del Masters 1.000 de Montecarlo y en los cuartos de Roland Garros. En ambas ocasiones alzó los brazos el serbio.

Es la de hoy una final desequilibrada: con Nadal todavía intentando hallarse entre sus propios fantasmas; con Djokovic encerrado en su burbuja de imbatibilidad. Aunque sus seguidores esperan que sea un choque eléctrico, extenuante para los protagonistas, un partido como los de antes.

También en 2014 se cruzaron solo tres veces, pero en todas ellas había un título por el que luchar. Miami y Roma fueron para Djokovic, pero Nadal mordió su novena Copa de los Mosqueteros. Y para el recuerdo de todos, los dos tenistas han dejado momentos inolvidables como la final del Abierto de Australia de 2012, un acontecimiento deportivo que se alargó a las casi seis horas de puro desafío físico y mental.

El mismo que recoge en este final de temporada el tenista balear. Con solo tres títulos, esta será la quinta final que dispute, aunque solo una de ellas fue en un Masters 1.000. Las demás, en torneos 500, un premio desacostumbrado para las hazañas que acumula Nadal desde que comenzara a golpear la pelota. «Veremos qué pasa, espero al menos hacer el partido que quiero hacer, sabiendo que no soy favorito. Ganar a Fognini me da confianza sobre todo por la manera que he jugado, no perfecta pero sí con avances», reconocía el español, consciente de que debe ir avanzando poco a poco hasta su mejor versión, de la que está algo lejos todavía.

Pero el rival le guarda respeto: «Siempre espero una batalla con él. Siempre me preparo para una batalla, no hay duda, y es el jugador contra el que más he competido en mi vida, no hay secretos. Sé que va a intentarlo al máximo para ganar este título, y yo también lo haré», subrayó Djokovic tras barrer a David Ferrer (6-2 y 6-3).

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