Bayern-Real Madrid
El día que Sergio Ramos se tatuó a Lewandowski
El capitán blanco volverá a vivir esta noche uno de los duelos más caliente de Europa ante el delantero polaco
24 de abril de 2013, Signal Iduna Park. Por tercera temporada consecutiva, Mourinho tiene la oportunidad de romper el muro de semifinales y meter al Real Madrid en la final de la Champions, lugar que no pisa desde la Novena, lejana ya en el tiempo (2002). En esta ocasión, el rival parece propicio para ello: un Borussia Dortmund de exquisito juego, de la mano de Jurgen Klopp, pero inexperto para esas alturas de torneo, situación que genera una imprudente dosis de confianza en el equipo blanco, que sale tierras germanas con un hiriente 4-1 en contra.
Aquella noche, Robert Lewandowski , un joven delantero polaco de 24 años, desarma al Madrid con un póquer histórico nunca antes visto en las semifinales de la Champions: «Parecía un amistoso. Fuimos tan puros e inocentes que el jugador que nos hizo cuatro goles no sufrió ni una sola falta», reflexionaba Mourinho tras la debacle de Dortmund.
Aquel mensaje quedó tatuado en la memoria de Sergio Ramos, que en la vuelta realizó uno de los marcajes más severos que se recuerdan en la era moderna de la Champions : «Aquel día, Ramos hizo conmigo todo lo que quiso y solo vio la amarilla en los minutos finales del partidos. Tuve que mantener la cabeza fría para no perder los papeles», recuerda Lewandowski cuando se le pregunta por aquel estrecho cara a cara, ganado por el andaluz, pero de sabor amargo por la eliminación del Real Madrid. El 2-0 resultó insuficiente para darle la vuelta a la eliminatoria.
Un año después, defensa y delantero volvieron a cruzarse, esta vez en cuartos de final, pero fue todo distinto. Ese Borussia de Klopp ya no era el de la anterior temporada, además de sufrir una plaga de bajas, y en esa ocasión fue Sergio Ramos el que terminó sonriendo. Su equipo se metió en semifinales y Lewandowski se quedó sin ver portería.
El tercer cara a cara se dio el pasado curso, también en cuartos, aunque otra vez algo descafeinado. Lewandowski, fichado por el Bayern en el verano de 2014, no pudo participar en el encuentro de ida, jugado en Múnich, por una lesión en el hombro. En la vuelta sí lo hizo y anotó el 0-1 desde los once metros. Ramos , en una acción desafortunada, haría el 1-2 en propia puerta. En el duelo individual salió ganador el ariete polaco, pero quien se metió en semifinales fue el Madrid, en una prórroga brillante que dejó el marcador en un rotundo 4-2.
Esta noche, en el Allianz, de nuevo Sergio y Robert, Robert y Sergio volverán a deleitar al espectador con uno de los emparejamientos más eléctricos de Europa, marcado este curso por los intensos rumores que sitúan a Lewandowski en el Real Madrid la próxima temporada. Lleva tres temporadas consecutivas anotando más de cuarenta dianas, y aunque en agosto cumple 30 años, la planta noble de Concha Espina aún conserva en su retina aquellos cuatro goles de Dortmund. Con Benzema y Bale enfilando la rampa de salida, es Lewandowski el objetivo número uno para reforzar el nueve del Madrid y no es casualidad que el ariete haya cambiado de agente tras diez años con Cesary Kucharski.
Interés blanco
Desde el pasado mes febrero, Pini Zahavi conduce la carrera de Lewandowski, y en Alemania se ha asegurado desde distintos medios que el misterioso agente israelí y José Ángel Sánchez ya tienen un acuerdo cerrado por dos temporadas con opción a una tercera, y un sueldo que se acercaría a los diez millones anuales netos. Otra cosa será, si finalmente la hay, la negociación por el Bayern, que no tiene intención de desprenderse de su gran estrella. De momento, esta noche en el Allianz, Lewandowski viste de rojo y será la gran amenaza para Ramos y el Real Madrid.
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