Río 2016 | TenisNadal: «Los colores de España me sientan bien»

A pesar de tener un oro colgado al cuello, Rafa Nadal se presentó serio. Tenía una explicación. Después de batallar más de dos horas con Marc López y contra la pareja rumana Tecau y Mergea, al balear le espera el sábado otra pelea tremenda contra Juan Martín del Potro por un puesto en la final individual. Y sigue sin entender los horarios: «Estoy en clara desventaja. No entiendo el tema del horario. No sé por qué se quiere aumentar la desventaja que tengo, la ITF acostumbra a hacer estas cosas y hay que aceptarlo, pero no lo entiendo». Juega en el segundo turno de la central.

Con la llegada de Marc López se ha calmado la situación, e incluso ha habido tiempo para las risas.

El barcelonés intentó explicar el primer día que se conocieron y ahí surgió la broma. «Sí, lo voy a contar, me aucerdo del día que lo conocí que debía de tener 14 años», «No, no fue ese día que vas a contar, nos conocíamos de antes», interrumpe Nadal. «Bueno, pero lo cuento», «si siempre lo cuentas». «Bueno -prosiguió López, el caso es que me lo presentaron y jugamos un set en un entrenamiento...», «Y me ganó 6-0, eso es lo que va a contar». «Y le gané 6-0, sí», «es lo que cuenta siempre. Tiene esa historia ahí grabada y la cuenta siempre», se rieron. «Pero pasó, ¿no?».

A los dos les hacía ilusión participar juntos. López entró por una carambola y Nadal reconoció que había tenido mucha ayuda para ganar el oro. «La falta de experiencia juntos se contarresta con ilusión. Ahora apenas jugábamos, pero en el pasado sí lo hacíamos. Llegamos a ganar Doha un par de veces y hacer las cosas bien. Aunque me falten los automatismos que tiene con sus parejas», explicó el balear. «El feeling que tenemos es muy importante. El primer entrenamiento ya nos fue muy bien».

La medalla la tenía colgada al cuello López, que ya será uno de sus mejores recuerdos. Nadal, además, se colgó otra: ser capaz de estar en esta situación después de los meses que ha pasado. «Hace 25 días estaba en casa entrenando 20-30 minutos por día, un poco de revés. No me lo imaginaba, soñaba con llevar la bandera de mi país. No quería renunciar por segunda vez, pero tampoco quería llevar la bandera y no poder competir, quería hacerlo aunque fuera en dobles. El último día al último minuto decidios jugar el individual. Ante Del Potro estoy en desventaja en un partido muy difícil. Pero para mí, en mi interior, es un mérito muy grande estar en semifinales y haber ganado un oro. Llegar donde he llegado después de como he llegado, sin entrenar con un par de días antes de llegar aquí, muy feliz. Siempre que represento a mi país, y no he podido hacerlo todas las veces que me hubiera gustado por las lesiones han salido las cosas bien. Me sientan bien los colores de España».