Fabio Quagliarella milita actualmente en la Sampdoria
Fabio Quagliarella milita actualmente en la Sampdoria - EFE
Italia

La hinchada del Nápoles se reconcilia con Quagliarella, acusado durante años de una falsa traición

El club le vendió a la Juve en 2010 después de que un policía se inventara pruebas para vincular al jugador con la camorra, la pedofilia y las drogas. Una marcha que la afición ha perdonado al conocerse toda la verdad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El calvario vivido por Fabio Quagliarella, actual delantero de la Sampdoria y reconocido seguidor del Nápoles, por fin ha acabado y la reconcilación con la afición napolitana es ya una realidad. Nacido en esta ciudad del sur de Italia (31 de enero de 1983), su gran deseo siempre fue jugar en el club que amó desde pequeño. Un sueño que consiguió y que duró solo un año porque el siguiente año se marchó a la Juventus. Una traición imperdonable para los hinchas napolitanos, aunque hace poco se ha conocido que detrás de esa marcha existió una turbia razón. Después de años de desprecio hacia el futbolista, los ultras exhibieron este fin de semana una pancarta de reconciliación con un cariñoso mensaje dedicado a su exjugador.

En junio de 2009, Fabio Quagliarella se sintió el hombre más feliz de Italia al confirmarse su fichaje por el Nápoles, el club de su ciudad, el equipo en el que siempre deseó militar. Un sueño efímero porque en agosto de 2010 fue cedido a la Juventus, eterno rival de los napolitanos, que cerró un contrato con opción de compra. Un derecho que finalmente ejerció. Una traición imperdonable para los hinchas del conjunto partenopeo, que durante años han visto a Quagliarella como un «judas».

Sin embargo, detrás de la marcha de Quagliarella aparece la negra figura de Raffaele Piccolo, un policía italiano que acosaba al futbolista y que llegó a inventarse fotografías y correos electrónicos en los que se vinculaba al internacional con la camorra napolitana. Un calvario que fue a más porque también llegó a falsear pruebas para relacionar al futbolista con el consumo de drogas y la pedofilia.

Potente y atrevido sobre el terreno de juego, Quagliarella demostró la misma valentía para denunciar estos hechos y llevar el asunto a la Justicia. Durante el juicio, confirmó que fue forzado a dejar el Nápoles después de recibir cartas anónimas acusándolo de vínculos con la mafia, el consumo de cocaína y la pedofilia. «Aurelio de Laurentiis (el presidente) me vendió porque recibió cartas anónimas y mensajes de teléfono. Fui forzado a abandonar mi pueblo natal y fui vendido a la Juventus», afirmó entonces.

Un lamento que le ha acompañado durante años. «Fui acusado de ser un camorrista y un pedófilo que hacía orgías. Tuve que abandonar mi casa y mudarse de forma prematura a un hotel».

Una pesadilla que por fin ha llegado a su final. A mediados de febrero, el Tribunal de Torre Annunziata (Nápoles) condenaba a Raffaele Piccolo a cuatro años y ocho meses de prisión por acoso a varias personas, entre ellas a Quagliarella. Los aficionados napolitanos reconocían este fin de semana el error cometido contra su exjugador. El Nápoles recibía este fin de semana la visita del Crotone en partido correspondiente a la Serie A y sus hinchas desplegaban una pancarta para sellar la reconciliación. «En el infierno que has vivido, enorme dignidad. Nos volveremos a abrazar, Fabio, hijo de una ciudad», fue el mensaje que quisieron dar a conocer al delantero.

La pancarta dedicada a Quagliarella
La pancarta dedicada a Quagliarella
Ver los comentarios