Casillas saluda a su llegada a Oporto
Casillas saluda a su llegada a Oporto - efe
Fútbol Internacional

Casillas vuelve a sonreír con su recibimiento en Oporto

Unas 150 personas le esperaban como a un héroe en el aeropuerto Sá Carneiro. Este martes viajará a Holanda para unirse a la concentración del equipo

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Íker Casillas aterrizó a las 20.00 horas de este lunes 13 de julio en el aeropuerto internacional Sá Carneiro de Oporto. Su rostro acongojado al despedirse del Bernabéu se transformó en alegría al comprobar que cerca de 200 personas le aguardaban entusiasmadaspara recibirle como el mayor icono de la Liga portuguesa, la gran estrella en esta temporada 2015-2016 que arranca el mes próximo.

La gente se agolpaba desde las siete de la tarde en los alrededores de la sala VIP, donde los aficionados gritaban el nombre del portero de la selección española y del club de sus amores.

Este martes 14 de julio por la mañana le esperan las pruebas médicas y una breve visita al Estadio do Dragao, su nuevo hogar.

Pero inmediatamente partirá para Holanda, donde el equipo entrenado por Julen Lopetegui realiza su concentración veraniega.

De hecho, el primer partido es el miércoles ante el Fortuna Sittard, aunque parece demasiado precipitado que el ex guardameta del Real Madrid forme parte de la alineación.

Más adelante, tiene marcados el Oporto varios compromisos amistosos en Alemania: con el Duisburgo (día 18), Borussia Möenchengladbach (24) y Schalke 04 (27), donde militó Raúl antes de encaminarse a Qatar y Estados Unidos. Será la antesala para el choque ante el Valencia el 1 de agosto, que se disputará en la ciudad germana de Colonia.

Posteriormente, se celebrará el encuentro del morbo: Oporto-Real Madrid en pugna por el Trofeo Bernabéu, casi con toda probabilidad el 12 de agosto.

¿Por qué en esa fecha? Pues porque Do Dragao albergará el primer lance de la Liga cuatro días después, con Casillas debutando de manera oficial ante el Vítoria Guimaraes.

Cuando se acerque a la sala de trofeos del estadio, por cierto, no le quedará más remedio que ver la imagen del idolatrado José Mourinho, que llevó al gran rival de Benfica y Sporting a conquistar la Champions en 2004.

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