poster Vídeo

Giro de ItaliaDumoulin sobrevive al apretón

El líder pierde dos minutos por una parada forzosa en el prado y da emoción al Giro. Nibali gana la etapa reina

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

De repente se hizo de noche para Tom Dumoulin. Peor que una caída, una pájara o un afilador contra otra rueda. El pelotón había atravesado las dos perlas de los Dolomitas, el Mortirolo y el Stelvio, puertos únicos, intransferibles y soberbios, pero al líder del Giro le sobrevino una pesadilla: un apretón. Reflujos intestinales que requerían, por lo visto, un rápido desahucio. Dumoulin se lanzó a la cuneta, ni corto ni perezoso, se descolgó el maillot y el culotte, alivió su opresión y se puso de nuevo en marcha. Tarde. El pelotón se le había ido. Una compresión ha dado emoción al Giro de Italia, ya que Nairo Quintana está ahora a 21 segundos. En Bormio, sede de las grandes gestas del Giro, venció el «Tiburón» Nibali quien se impuso a un atribulado y desconsolado Mikel Landa.

Greg Lemond llegó a aliviarse en el culotte con tal de no perder un segundo. Y es ancestral la ley no escrita del pelotón, según la cual si el líder para a orinar, todos paran. Pero la apretura le vino a Dumoulin cuando se jugaba la etapa, recién finalizado el descenso del Stelvio, a punto de comenzar el último puerto del día, el Santa María Val Mustair, en el Suiza.

«No podía aguantar. En la bajada del Stelvio empecé a sentirlo. Simplemente tenía que parar», declaró Dumoulin.

Fue veloz el líder, vista y no vista su evacuación, pero ante un pelotón lanzado tiene poco que hacer. Perdió dos minutos en un santiamén, llegaba casi a tres en la subida al puerto final y defendió su orgullo y el líder rosa con entereza y sacrificio. Dignísima la etapa del holandés, un ciclista de una pieza llamado a dominar el panorama.

Por delante se libró una feroz batalla, sobre todo en el descenso, al que se lanzó Nibali como un poseso, puro espectáculo en las curvas, captor de Landa (que venía escapado junto a otra gente desde el Mortirolo, al principio del día) y claro favorito a la victoria.

Nairo Quintana tiene a veces actitudes opacas, como no contraatacar a Nibali una vez este no pudo escapar en el último kilómetro del puerto. Pero realizó un descenso soberbio y apenas cedió tiempo. De nuevo entra en la pelea por ganar el Giro.

La etapa parecía destinada a Landa, el mejor escalador de todos los escapados, pero el vitoriano ha perdido la pegada que mostró en el Giro de 2015 ante Contador, cuando era el segundo de a bordo en el Astana. Desde que fichó por el Sky, su hoja de servicios ha menguado. En el Santa María se marchó, pero no despegó. Nibali le cogió en el descenso. Con la meta a la vista, Landa se puso nervioso. Le hizo paseíllo al Tiburón, le protegió del aire, le marcó el paso rápido, le ayudó a trazar las curvas del último kilómetro y, a su rebufo, el italiano lo machacó en la raya.

Ver los comentarios