CÁDIZ CF

Por la senda del triunfo

El definido patrón de juego por el que este Cádiz CF siempre apostó ya empieza a dar sus frutos esta temporada

Pepe Reyes

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Salvi fue titular ante el Reus en la primera vuelta de la competición la temporada pasada.

La merecida y sufrida victoria frente al Reus, al margen de aportar la tranquilidad que supone la obtención de los últimos seis puntos en disputa, ha venido a confirmar que ese definido patrón de juego, por el que nuestro equipo siempre apostó, ya empieza a dar sus frutos.

El alto nivel futbolístico desplegado por el Cádiz CF durante la primera parte, en la que todo el conjunto funcionó de manera rítmica, escalonada y acompasada, tal vez suponga el techo de exquisitez alcanzado durante toda la era Cervera. Y ello, a pesar de que, una vez más, el rival de turno renunciaba a su propio estilo y amontonaba cinco hombres atrás para cerrar las incursiones veloces de los amarillos. Pero en esta ocasión, tal argucia no supuso menoscabo alguno para que el dominio, las ocasiones y el buen juego se decantaran por completo para el bando local, que saltó al campo embalado, como mordido por un ansia atrasada de goles y triunfo.

Asentado en una línea defensiva siempre atenta, coordinada y expeditiva, emerge el portentoso trabajo de Garrido y José Mari , pareja de medios cuyo rendimiento aún debe ir a más y que es la que insufla alma, carácter y equilibrio a todo el equipo. A la que se suman el esfuerzo en el desmarque y la presión que derrocha Álex Fernández , con su permanente movilidad entre líneas, y el desahogo que aporta la continua brega y el efectivo juego de espaldas de Carrillo.

Un armazón de bloque que queda complementado con un arma ofensiva con la que el Cádiz sigue causando pavor en sus contrincantes: la letal velocidad de sus extremos. Si bien, todo ello duró sesenta minutos de partido. A partir de ahí, de nuevo sobrevino el cansancio y afloraron las dudas , el temor y los fantasmas acumulados por la sombra de recientes decepciones. Con la serenidad del nuevo triunfo conseguido, sólo queda insistir por esta senda encontrada, que a buen seguro brindará muchas jornadas de alegría. Y que la próxima sea por fin en Gijón, territorio siempre funesto y hostil para los amarillos.

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