El árbitro que recibió insultos homófobos se siente perjudicado tras denunciarlo

Jesús Tomillero, el primer árbitro que se ha declarado gay abiertamente, sospecha que las declaraciones que lleva haciendo desde hace una semana con motivo de los insultos homófobos que recibió en un campo de La Línea mientras arbitraba un partido de cadete le han pasado factura. Considera que lo ocurrido puede haber influido en la evaluación del Comité Técnico Andaluz, impidiendo su acceso a categorías superiores.

Este colegiado linense cree que le han penalizado por airear el incidente que ocurrió el pasado sábado 26 de marzo, cuando recibió insultos de carácter homófobo por parte del delegado del equipo Peña Madridista. El club se ha puesto en contacto con él para reprocharle, en primer lugar, que haya llevado el asunto hasta tal extremo y, segundo, para disculparse.

Al autor de los insultos y amenazas le han sancionado con nueve partidos la Federación Gaditana.

El caso es que en el pasado mes de octubre de 2015, Tomillero ocupó la décimotercera plaza y en la última prueba realizada recientemente –«con tiempos similares a los que hice en octubre», asegura– ha bajado a la cuadragésimacuarta posición. «He puesto el asunto en manos de mi abogado porque vale que pueda bajar algún puesto, pero tantos... Y haciendo lo mismo y siendo menos árbitros que en octubre, no me cuadra, la verdad», comenta desilusionado.

A Tomillero le comunicó la puntuación un compañero, no el delegado que le corresponde. «Me dio mucho coraje porque esperaba este año poder ascender de categoría», insiste. Dice no tener miedo a decir lo que cree. «Pienso mal. No es justo, no me lo merezco», se lamenta. El asunto viene desde el día después del partido en el que fue insultado cuando hizo unas declaraciones a la cadena Cope. «Cierto es que me aconsejaron tanto mi delegado provincial como el subdelegado de La Línea que no hiciera declaraciones», comenta aludiendo a la norma interna que tienen todos los colegiados de no realizar valoraciones a la prensa. No obstante, Tomillero pensaba que lo suyo era distinto, que no versaba sobre el juego y se trataba de una cuestión personal, por eso quiso hablar. «Lo volvería a hacer por dignidad», repite. Y tanto. Pues ya ha visitado varios veces los platós de Canal Sur, ha grabado junto a Manu Sánchez y también saldrá próximamente en Cuatro.

Impera la discreción

Los consejos no eran desde la amenaza, más bien por prevenirle de un castigo que podría haber llegado en forma de penalización en las últimas pruebas, indican fuentes cercanas a la Federación Gaditana. Según explican, «la Federación no quiere líos, ni polémicas, ni nada por el estilo. Siempre se quiere pasar desapercibido», dice un veterano colegiado que se salió del arbitraje «por un caso parecido a lo que le puede estar pasando ahora a este chaval. Allí, si se quiere hacer algo, aunque sea injusto, se hace sin problemas», sostiene.

Porque el sueño de Jesús es «arbitrar en Primera». Y luchará por ello. «Cuando me dijeron los resultados –que le obligan a permanecer en Cuarta Andaluza por tercer año consecutivo y no ascender a Segunda Andaluza sénior–, llegué a mi casa hundido y llorando como un niño chico, pero después de los ánimos de mi familia, mi pareja, mis vecinos y colegas de la profesión de superior categoría he pensado que no me da la gana renunciar a mi sueño por estos impresentables. Es verdad que me aconsejaron no hablar, pero antes de todo está mi dignidad. Lo volvería a hacer incluso estando en Primera», dice con orgullo sobre la denuncia presentada y su posterior repercusión en los medios.

Una lluvia de apoyos

Porque a Tomillero le han llegado apoyos desde muchos y diversos lugares, comenzando por sus vecinos y llegando incluso a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. También desde su gremio. «Mi delegado provincial en Cádiz, José Antonio Pastor Paredes, me ha llamado para trasladarme su respaldo», dice agradecido. Pero una de las muestras de apoyo más importante le ha llegado desde la Federación Andaluza Arco Iris, que ha trasladado a Andrés Álvarez, fiscal de delitos de odio de la provincia de Cádiz, la denuncia presentada por Jesús Tomillero. Según Arco Iris, posteriormente, el árbitro linense «sufrió presiones para no hacer público lo sucedido», pero decidió denunciar los hechos, que no olvidemos, son insultos homófobos y lanzamientos de piedras a su vestuario mientras redactaba el acta en la Comisaría. Arco Iris ha felicitado a Tomillero por su valentía a la hora de denunciar públicamente «la homofobia que se existe en los campos de fútbol de todas las categorías». De la misma forma, esta organización ha pedido por escrito al presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera, una reunión conjunta para promover acciones conjuntas contra la homofobia.

Los medios también se han volcado con su situación. Ha pasado por casi todas las radios de ámbito nacional y va camino de hacer una 'tournet' por las televisiones denunciando su caso. Incluso le han llamado desde Portugal, Argentina y México. Pero los apoyos que más fuerza han dado a Tomillero son los de sus compañeros de profesión. Especialmente el que tiene de Saúl Ais Reig, colegiado alicantino de Segunda A. «En mi Facebook me ha mandado un mensaje de ánimo y ha mostrado la tarjeta roja (símbolo de la campaña contra la homofobia en el fútbol que se celebra este fin de semana)».

Otro punto de apoyo es el de un árbitro madrileño de Segunda B que le ha ofrecido darle clases de teoría. «Todas estas muestras de cariño me hacen ser más fuerte y seguir luchando por el sueño de entrenar en Primera», repite con ilusión Tomillero, que el próximo agosto se casará con su pareja. «Después de lo pasado, estos apoyos que estoy recibiendo por parte de mucha gente y en mi ciudad es algo mágico y bonito». Su pasión por el arbitraje le hizo tatuarse dos tarjetas y un silbato en su cuerpo.

Tras el incidente, Tomillero ha pitado un partido de benjamines en San Roque y este domingo arbitrará en el campo de La Juventud un choque de Cuarta Andaluza sénior, la categoría que quiere abandonar para subir el escalón que le lleve a Segunda Andaluza.

Por último, Jesús manda un mensaje a todos aquellos árbitros que aún no han salido del armario y que él sabe a ciencia cierta que lo pasan mal cada fin de semana que tienen que escuchar los insultos del tipo que él está intentando frenar en los tribunales. «Me han llegado cantidad de mensajes de apoyo de compañeros que no se atreven a dar el paso. Me animan y me piden consejo. Yo les digo que hagan lo que quieran, pero que sean ellos siempre».